domingo, 28 de agosto de 2016

Mucho que cosechar




Defendemos los compromisos con labores y actitudes que nos portan donde podremos alcanzarnos con utilidad. Nos amamos con la humidad y la honestidad que procuramos cada día: ellas prueban que el honor es la base. Nos preparamos con un abrazo que fortalece en los segundos de gloria florida y en riesgo que experimentamos.

Nos apropiamos del destino tomando las riendas que todo solventan. Hemos restaurado los elementos más gozosos con el objetivo de avanzar. La vida es destreza. Hemos de aprender constantemente.

Envolvamos los pronósticos y hagamos realidad lo sencillo. Nos presentaremos con cumplimientos positivos periódicos. Hemos de sumar pasiones. Nos alumbran ante el porvenir que anhelamos.

Nos dejaremos tocar. Hemos resuelto los compromisos hasta ahora sin dudas. Nos consolidaremos con visiones que nos permitan amar y juntarnos con experiencias que unan desde la confianza. Conquistemos nuestros espíritus, y ostentaremos fuerza suficiente.

Imaginemos que saldrá bien lo que nos conviene, y con la creencia cada vez más en firme nos posicionaremos ante las eventualidades controvertidas, que convertiremos en transformaciones ilusionantes.
            No admitamos ni las calladas ni los fracasos, que, de producirse, no son eternos. De ellos podemos sacar mucho provecho. La postura ante lo que sucede determina su conclusión. Además, todo nos ofrece una segunda oportunidad si queremos afrontarlo recurrentemente.
Lo sabemos: eso hace que esta tarde se convierta en el reto que nos presta la oportunidad para afrontar una escalera que subiremos para tocar el cielo. Nos espera con mucho que enseñar y por cosechar.
Juan TOMÁS FRUTOS.

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