sábado, 20 de mayo de 2017

Don

Considero
que en cuestiones de amor
el territorio no ha de ser neutral.

Si lo es,
no habrá pasión,
ni dudas, ni certezas al viento,
ni consideraciones para comenzar,
ni avisos,
que apenas tendremos en cuenta.

Cuando se trata
de un auténtico cariño
hemos de reconocer
que la vida,
en sus respectivas etapas,
necesita de un contexto
con el que iremos despertando
a la proximidad más linda.

Todo es,
o ha de ser,
con premisas fundadas
en esos pies suaves
que corren, aletean
y se enganchan
a refrendos de fe
con abrazos incorporados.

Considero, sí,
en verdad, porque lo preciso,
que la tierra que pisamos
se debe comprometer solidariamente
con lo que elucubro,
con aquello en lo que creo.

Desde esta meditación
me despierto cada mañana,
y la veo, te veo,
y sé que nunca nunca
me faltará el amor.
Aquí la tierra es un don.


Juan Tomás Frutos.

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