Dime que el Sol
lo
es todo,
y
que lo es la Luna,
y
que nos viene
la
emoción con gusto
desde
el emplazamiento
que
supera los idealismos.
Hemos
pasado los límites
estando
en el mismo espacio,
y
nos hemos asegurado
un
futuro prometedor
desde
un presente excepcional.
Gestionamos
los avisos
con
mansedumbres y entregas
que
nos colocan
en
el umbral de la mejor opción,
que
nos lleva
donde
nos entendemos.
Hemos
puesto las ideas
en
el punto de una conformidad
que
nos ayuda a ser personas.
La
honestidad, la bondad
y el
espíritu de ayuda,
junto
a la voluntad,
son
la base para unos resultados
excepcionales,
magníficos,
realmente
útiles,
desde
esa objetividad,
que,
sobre todo en nuestra tierra,
es
aviso a navegantes
de
un amor seguro.
Juan Tomás Frutos.
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