Nos colocamos en esos lugares que nos enseñan con movimientos de cierta agilidad. Nos quedamos para ser y vivir.
Nos emparentamos con una aquiescencia que nos señala hacia dónde marcharnos. Hemos sido en la voluntad misma.
Nos enteramos. Queremos. Nos soñamos con apariencias que nos ubican donde somos singulares y conseguimos la hermosura.
Nos levantamos con la solvencia suficiente para estar donde nos somos. Hemos averiguado algunos porqués.
Juntamos piezas, y nos vemos. Hemos aparecido donde debíamos. Nos quedaremos donde debemos. Pongamos algún caso.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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