Nos planteamos el mejor día posible en un universo de sensaciones que nos aplican remedios con los que crecer.
Nos vale lo que sucede. Somos en el trayecto que nos propone mejorías. Nos cambiamos. Posibilitamos.
Hemos dispuesto una emoción que nos devuelve al campo de la sinceridad. Nos convenimos con pláticas no rotas.
Nos hemos imaginado una voluntad nueva que nos despierta al cosmos ideal. Nos vestimos de creencias renovadas.
Nos hemos de quedar en el punto que nos atrae hacia el mismo deseo de la sinceridad, que nos inclina correctamente.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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