sábado, 1 de julio de 2017

Mar

Vienes a ese mar
que nos confunde
con intención,
porque nos dejamos seducir
sin mareos,
o puede que con ellos,
consentidos, importantes,
desde el relieve
de cada día,
que nos conduce
hacia ese comienzo
que es, sí, mar sin sospechas,
con rugidos de un amor
que nos une
en cuerpo y alma.

Hay un pacto correcto,
no escrito,
sin minutos,
desde las clemencias
de una voluntad
que se renueva
con calma, en la dicha misma.

Vienes, tú, la esperada, entre olas
que nos alimentan,
e intensificamos las respuestas.

Vienes,
y todo nos contamos
entre palabras, silencios
y técnicas ancestrales.

Es la salida
con meta en el mismo sitio.
El recorrido es nuestro.
El deseo es no desaprovecharlo.
Es lo mínimo
que se merece este mar,
y nosotros, claro.

Juan T.

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