Nos generamos
deseos multiplicados
por la raíz
de un buen amor,
que tenemos, claro.
Nos generamos
paz y creencia
en el futuro,
que tendremos, claro.
Nos regalamos
momentos de agua
que son y están
pero que no podemos retener.
Bueno, sí, es posible mantenerlos,
pero para ello todo lo generado
ha de ser auténtico
y poseer afán de renovación.
¡Tanto nos generamos!
Juan T.
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