Nos confundimos en nuevas tierras que proveen de espacios singulares que sanan los cuerpos y también los espíritus.
Nos ponemos a fabular y salen extraordinarios cuentos con los que nos movemos de un sitio para otro. Nos despertamos.
Negamos y señalamos el camino de una ilusión que nos previene con cambios y mejorías de todo género. Nos numeramos.
Hemos reformado los ideales para asegurar un poco más de felicidad. Nos añadimos. Los perfeccionamientos se consiguen a veces.
Nos iremos colocando en los sitios que nos previenen con sus intenciones más fortalecidas. Poco a poco llegamos a donde soñamos, y, entonces, nos hacemos realidad.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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