Nos introducimos
en el amor y en sus deseos
y descubrimos
que es posible el cambio.
Nos mejoramos
con resortes callados.
Nos preguntamos.
Respondemos con negocios
que definen
hacia dónde marchar.
Hemos aprendido.
Salimos de los planes.
Ya no somos previsibles.
Pero sí más felices.
Juan T.
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