Necesito la mañana
para comprender la verdad,
lo que nos sucede.
La preciso
para avanzar por sendas renovadas,
para asistir
a la previsión no planificada,
para ser yo mismo.
La mañana llega por fin,
te veo,
y todo adquiere sentido.
Comprendo sus implicaciones
y pertenencias
porque vienen contigo.
La mañana, ésta era la mañana
esperada.
La entiendo porque sí, contigo.
Juan T.
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