Recalamos en otros escenarios con dudas que nos llevan a imaginar batallas. Nos resolvemos con algunas vacilaciones que nos invitan a liderar determinados acontecimientos.
Trataremos de ser felices. Nos aconsejaremos. Todo sucederá. Nos presentaremos entre algodones que irán mitigando los dolores.
Nos pondremos en el sitio. Poco a poco llegaremos donde necesitemos. Nos tomaremos ese café de amoríos pendientes.
Cada cuestión será aprovechada sin ansiedad, sin prisa, pero siendo conscientes de que todo es fugaz. Nos acompañaremos de verdad.
Los complementos serán parte de esa existencia que hemos de resumir en besos y abrazos. No faltará de nada. Lo sabemos en estos primeros días. Ya lo entendemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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