Intuimos
que el amor generoso ha
llegado.
Lo vemos en los hechos
que compartimos cada
día.
Nos tendemos la mano.
Nos ayudamos.
Establecemos los
contactos
más maravillosos
y nos seguimos con
tendencias
de futuro, de verdad.
Salimos a un encuentro
que nos cuadra,
que nos equilibra, que
cura.
Hemos buscado sin cesar,
empleándonos a fondo,
y ahora sin querer ni
esperar
llega esa modalidad que
sabe a verdad
y mucho más.
Nos intuimos y nos
explayamos
con trenzas de algodón
que suavizan los errores
y nos convierten en
sentimientos
puros y genuinos
con los que somos tanto.
Nos besamos.
Quedan acontecimientos
que superan
las palabras
y nos convierten en
vida.
Juan Tomás
Frutos.
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