Fuerte y débil
A veces uno se siente
tan fuerte como la Naturaleza,
como el Sol, como la Luna,
con afán para una historia
cargada de miles de razones
o incluso sin ellas.
A veces uno, riéndose,
se experimenta único,
en la sensación plena e imbatible,
aún sabiendo de lo fungible de todo.
Se percibe como el ave efímera
que llega a la estratosfera
para ver lo primero y lo último.
No importa.
El deseo, el sentimiento, el momento
nos regala la dicha
de haber vivido,
aunque todo sea tan efímero.
Lo trascendente pasa desapercibido
a los ojos, a la materia.
De vez en cuando uno se otea
como nunca antes se vio.
Entonces, como el poeta,
se confiesa vivido
por amor, por la verdad.
A veces uno se siente tan fuerte,
tan fuerte, fuerte de más,
siendo, en el fondo, tan débil.
Juan T.
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