Hemos aprendido
la paciencia
de otros instantes,
en los que fuimos felices
de manera fugaz.
Fue suficiente,
pero ahora esperamos
un poco más.
Hemos contribuido
a dar con las voluntades
que fueron salidas
con sus restos
de apetencias dichosas.
Nos acercaremos
sin sospechas silentes.
Te invito.
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