Pienso que sí,
y luego llega
algo así como el no,
y lloro
las ausencias
a las que me condenas,
hoy que no tengo
la suerte
de tocarte,
de soñarte sin pereza.
Te entrego
lo que soy,
y me amoldo
a tus apoyos,
que busco sin pérdida
de tiempos fundamentales.
Es justo
que lo volvamos
a intentar de nuevo.
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