No juegues
con lo que es,
y dime
por qué me piensas
en la otra envidiable
estructura de amor
que nos hemos regalado.
No brindes
a un sol
que ya no existe
la voluble mirada
que ya no advierto.
Te tengo
con unas torpezas
que vuelven
por el camino
menos incierto.
Te he dicho cosas
que espero repetir.
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