Un día de éstos
te mostraré
quién soy,
y te diré
que es mejor no partir
antes de tiempo.
El arrepientimiento
es un arma
que nos arroja
en manos de un destino
que nos pone
en ese brete que calla
y otorga...
la nulidad
de ese vacío
al que caemos
con los años
que se movieron
entre el hacer
y el no poder.
No sé mucho
de ese yo alocado
y temeroso en lo tremendo
que hoy dice
que sí pero no.
La vacilación mata
mientras echamos de menos
esos cuerpos azogados
por la emoción
de cuatro sentidos
sin dirección alguna.
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