Acudimos a ver
lo que sucede
en ese pozo
de ignorantes momentos
en los que la paz
es atravesada
con dardos de sufrimiento.
Vamos prestos
en busca de emociones
casi nuevas,
más que eso,
con fórmulas mágicas
que sabemos que fallarán
en esos momentos neurálgicos
donde el todo es la carencia
de elementos fortuitos
que nos puedan conducir
al amor más básico,
con instinto, con ímpetu,
con prudencia arriesgada,
con sencillo anhelo,
con más amor.
Vamos deprisa
para conocer el terreno
de la misma soledad,
que expande sus tentáculos.
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