Quieres saber
dónde está la puerta
que impide
que cruces ese umbral
invisible y tozudo
colocado por ti.
Deseas conocer
las claves de un secreto
que tú misma guardaste.
No te entiendo.
Hablas de anhelos
que presupones como obstáculos
que has ubicado
en ese vacío existencial
que te mueve cada día.
No sé qué decirte.
Vives un mundo
enrevesado, contrariado,
con invenciones de soluciones
que no hallan un fin.
Eres tú, y sólo tú
quien te detiene.
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