martes, 4 de agosto de 2009

La radio, más viva que nunca, gracias a la ciudadanía

De vez en cuando damos con referencias que nos hacen confirmar lo que ya intuimos o hasta sabemos. Es el caso del libro del que nos ocupamos a continuación, que reitera el papel básico y vivo de la radio como empresa y como medio de transmisión de conocimientos a la ciudadanía. “La radio del siglo XXI, un medio interactivo”: éste es el sugerente título de la primera obra impresa, esto es, en formato papel, del periodista e investigador molinense Ángel Meseguer Conesa.

El trabajo, y conviene decirlo en primer lugar, es impresionante, pues hace una comparativa de las diversas ofertas radiofónicas, de su interactividad, y del grado de receptividad y de comprensión entre más de 1.000 emisoras de toda España. Es un quehacer inmenso, como las posibilidades de su autor, que es -me lo ha parecido desde hace mucho tiempo- un gran experto en materia de nuevas tecnologías de la información, así como un ingente trabajador en este campo.

El libro está publicado por Euroeditions, una Fundación especializada en los progresos tecnológicos y, más concretamente, en autores noveles o, cuando menos, desconocidos. Los jóvenes valores tienen mucho que contar, y un claro ejemplo es el doctor Meseguer Conesa. Precisamente, su tesis doctoral es el germen de la obra a la que estamos aludiendo. Pese a su juventud, su talento ya está más que demostrado.

Meseguer se ocupa y se preocupa, por este orden, de la empresa periodística radiofónica, de sus funciones, de los géneros, de los fines, de las labores de servicio público y de ese futuro en el que la ciudadanía es el cimiento básico (más que nunca hoy en día) de lo que debe ser un verdadero flujo comunicativo.

Consideramos que la radio ha sobrevivido a todos los soportes, espacios y formatos, y estamos convencidos de que así será durante muchos lustros. Las tecnologías son las grandes aliadas en este sentido. Si queremos conocer pormenorizadamente qué es la radio, este medio, hemos de leer la obra de Ángel Meseguer, que cuenta con una redacción magnífica, un estilo extraordinario y un vocabulario supremo. Nos encanta también el glosario, que permite e invita a entender los términos más empleados en este universo. La bibliografía es un modelo. Son muchos los libros aconsejados y que deben leerse para conocer la materia radiofónica. Es impresionante lo que aprendemos en estas páginas, y, además, de modo divertido, que es lo destacable.

La radio total

Está claro que una de las conclusiones de este libro es que la radio sigue viva, más que lo ha estado jamás, a pesar de las fragmentaciones de las audiencias y de las disensiones sobre los formatos válidos y los oyentes cosechados. Seguirá viva siempre que el público responda, y para ello hace falta que éste sepa lo que el medio le puede ofrecer, con las nuevas técnicas, con los más flamantes resortes, con las inmensas posibilidades que regala. Además, la radio es integral, total: brinda de todo, en todas partes, a todos los sitios, en cualquier momento, sin escenarios pre-determinantes… En lo que respecta a la actualidad radiofónica, no hay parangón en consideración a ninguna otra etapa de desarrollo mediático. Internet es “lo más”.

La radio en Internet es el futuro, es el presente continuo en el que estamos. Lo dice Ángel Meseguer, y lo avala con datos. No escribe por escribir, ni habla por hablar. Le damos la enhorabuena por el empeño, por los resultados, y porque seguro que proseguirá dando que destacar, y bien, como periodista y experto en medios masivos desde la óptica de su interactividad.

Nos sentimos orgullosos de haber apoyado esta iniciativa y de haber creído en la calidad de una investigación que, por excepcional, ha de aparecer con letras descollantes en cualquier reseña que se haga de ella. La valía profesional, ética y personal del investigador ha dejado una huella singular en este trabajo, cuya lectura es recomendable, así como su re-lectura. No dejen de tener presente este libro. Les enseñará multitud de conceptos, y, sobre todo, les hará reflexionar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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