La vida es una sombra
que hemos de iluminar
con buenas acciones,
con esos quehaceres
que ennoblecen la mirada
y las amistades verdaderas.
La vida es ese juego
que aprendes tarde:
con esa deducción primera
hemos de equivocarnos
por los demás,
en la tarea amorosa,
sin batallas, sin librar
experiencias inertes,
buscando dar con las claves
de la felicidad,
tan escondida ella
por su propia protección.
La vida es reconocer
lo que fuimos
antes de que sea tarde,
procurando el fomento
del cariño y de las iniciativas
que consideramos bellas.
La vida es ver
la infancia sin reloj,
sin horas de comida,
sin siestas apretadas,
sin competencias estériles.
Tú deberías ser la vida.
Juan TOMÁS.
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