Vivamos lo principal
del día,
que no es otra cosa
que el amor.
Llevemos el deseo
sin advertencias temerosas
hasta el punto que consideramos esencial
entre únicas verdades,
o casi.
Nos hemos de retar a besos
que ganaremos con concordia.
Nos pediremos
y nos daremos todo, de todo,
con proyectos que aclararán
las voces que fueron.
Volveremos a observar
lo que es conocimiento y afán.
El cariño nos centra
y desubica por igual.
Por eso la costumbre
ha de ser óptima
Las propuestas pasionales
nos acercarán,
porque, como sabemos, nos unen los besos
y cuantos abrazos queramos darnos.
Nos aseguraremos composiciones
que nos visitarán con su música,
con corazones definidos.
Son los nuestros, evidentemente,
somos nosotros.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario