sábado, 10 de octubre de 2015

Plática

Me gustaría poderte decir,
ahora que no nos oye nadie,
que siento algo por ti,
sí, algo inefable.

Experimento deseos por dentro
que no sé definir,
pero ten por cierto
que no es sufrir,
sino más bien lo contrario:
me siento vivir.

He esperado este momento
creo que toda la existencia.
Estoy, de veras, contento
por esta moral de creencia
que ahora experimento.

Todo es por ti, amiga,
y lo digo con certeza.
No hay en mi mano maleza
cuando el Sol brilla:
ocurre siempre en tu presencia.

Me encanta abrazarte,
y bien lo sabes.
Con arte lo intuyes,
cuando al rozarte,
conoces mis intenciones.

Somos los dos uno,
con paciencia y moderación,
aunque a veces la cuestión
es hacerlo con disimulo.

Tenemos todo en cuenta
en esta presencia constante
que nos viene con el arte
de interpretarnos a ciencia cierta
cuando nos tenemos delante
para iniciar la hermosa contienda.


El amor es un buen juego,
del que aprendes todos los días
que para observarte con alegría
hay que alimentarlo de un pienso
que se llama beso y simpatía.


Te quiero, amiga mía,
y te expreso mi afán
que es comer de ese pan
que embellece en sintonía.

Tenemos mucha felicidad,
que expresamos con continuidad,
aunque no exentos de heridas,
que, a menudo, tardan en curar,
pero, sin duda, ¡así es la vida!

¡Podría platicarte mucho más!

Juan Tomás Frutos.

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