Dibujas un deseo.
Yo diseño otro.
Lo bueno, sencillo
y complejo a la vez,
es que nos soldamos
en un gráfico reconocible
por el que miramos
a través del amor.
Dibujas, dibujo,
y en la representación
salimos los dos:
nos dibujamos.
Juan T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario