La voluntad nos lleva
a esos parajes,
variados, hermosos,
que nos regalan
momentos de tranquilidad infinita.
Nos retomamos
con los ecos de encuentros
que nos favorecen.
Respiramos
para demostrarnos que vivimos
el derecho a la felicidad.
Lo hacemos aquí,
superando instantes de duda
y mejorando más.
Estamos en lo sencillo,
desde la unidad
que nos proporcionan
los bellos escenarios
que nos asisten
con climatologías excelsas.
El Sol y la Luna
nos regalan relatos
de convivencia, de amor,
de asistencias complacientes
que nos indican
que éste es el punto,
la meta de una aventura
que nos tocó en suerte.
La voluntad de los padres
nos trajo hasta aquí,
y aquí nos quedaremos
por deseos propios,
avalados por los hechos
y también por la subjetividad,
que nos han corroborado que todo es
en una travesía que se postula
con impresiones palpables
de que estamos donde debemos.
Con estas circunstancias,
vivimos realmente.
Aquí.
Juan Tomás
Frutos.
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