El amor despeja
las incógnitas,
a pesar del dolor,
de la pasión,
de las destrezas,
de las caricias,
de lo que somos y seremos
gracias a él.
El amor,
aunque pese,
quita mucho,
y explica más.
Por eso merece la pena.
Por eso hay que defenderlo
cuando lo hallamos.
Los juegos,
a veces de juventud,
son una mala praxis.
El amor precisa amor.
Otro interés es fuego
del que quema.
¿Sabes?
Juan T.
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