El roce descubre
esa emoción
largamente soñada.
Lo paradójico
es que la buscamos lejos,
y siempre estuvo ahí,
en ti, a mi lado.
La parte buena
es que gracias a la proximidad
vino el roce,
y de ahí todo lo demás.
¡Eres un sueño hecho realidad!
Juan T.
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