sábado, 14 de octubre de 2017

No me abandones

No me dejes solo
en este instante de tránsito
hacia ese todo
que es como la gran ciudad,
al mismo tiempo la nada
que nos embelesa
y confunde.

No me dejes solo.
No hoy.
Quizá mañana
pueda aceptarlo
y tolerarlo mi cuerpo cansado.

En esta jornada preciso
de tus roces, de la suavidad
de tus manos, de ese aire fresco
que introduce aroma y sensaciones
de la niñez,
que siempre ha estado ahí
porque eres fuente y referencia.
Me motivas.

No me dejes solo.
Hoy no quiero que abandones
a este ser tan débil
entre tus proporciones,
que aclaran y alimentan
cuerpo y espíritu.

No me dejes.
Eres para mí una madre,
y un padre también.
Me quedo tranquilo
cuando te veo en el horizonte.

Sigue ahí.
No me abandones.
No, que te necesito,
como creo que tú a mí.

Eres música, serenidad,
presencia, amor, ternura,
bondad, fuerza, deseo,
conocimiento y paz,
sobre todo paz.

No me abandones.


Juan Tomás Frutos.

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