Nos alimentamos
de los buenos hábitos.
Por eso es bueno
que los sostengamos.
Nos nutrimos del amor.
Por eso no debe faltar.
Nos elevamos
con los buenos deseos
convertidos en hechos.
De ahí que debamos trabajar
con facturas limpias
y con el corazón alado.
Todo converge
si somos capaces,
si anhelamos de verdad,
desde el óptimo criterio
y los elementos no fugaces
que han de declarar
que somos de verdad.
Hemos de serlo.
Juan T.
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