Nos atraemos
a lo que fue,
a lo que puede ser,
a lo que surge
como directriz
con base señera,
cierta,
con opciones de futuro.
Nos pegamos
a esa vida suprema
que lo es por amor.
Nos queremos.
Nos vinculamos.
Nos quedamos solapados.
Hay una atracción absoluta.
Todo por amor.
Y somos.
Juan T.
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