Lo miramos en plena faena al
tiempo que surge el día, sin peso. Bueno, alberga los elementos y obstáculos de
siempre, pero que parecen más livianos. Debe ser él. Es cuestión de
perspectiva, y a ella os animamos para que la jornada cobije verdaderas soluciones.
Ganar es una actitud. Somos capaces, como nuestra referencia: él.
Hace calor. Todo es
contraste. Conviene, por tanto, trabajar de manera natural, sin bajar la
guardia, saboreando los cafés virtuales y físicos, aunque sean solos. Ya
vendrán "combinados" y resaltados en y de las mil modalidades que nos
oferta la vida. Él lo sabe. Si nos
fijamos, si los conocemos, seguro que daremos con el "cortado"
adecuado hasta que lleguemos a nuestros empates, a nuestros
"capuchinos", o a nuestras opciones más generosas o convenientes. Las
hay.
Nos sabemos, como él, con
victorias relativas, que pueden acontecer o no. Nos mostramos sobrados de
recursos. No nos hacen falta demasiados. Comenzar con pasión y tranquilidad es
la base para afrontar un trecho que nos puede brindar todo. Busquemos la
cosecha sin prisas, pero también sin demora. Es lo que aguarda cada tarde, tras
un amanecer maravilloso.
Tenemos la suerte de estar
bien, de querer aprender y de sabernos en relación a los demás, con muchos que
nos quieren. Ésa es la óptica, o debe. ¡Qué tesoro! Hallamos por delante una
existencia luminosa. Aprovechemos sus brillos. Vamos (lo sabemos) en la
dirección correcta. Él nos llama en el fulgor del albero. Lo acompañaremos
desde nuestra atalaya, para que no esté solo.
Juan Tomás Frutos.
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