Razonamos. Nos olvidamos. Nos expresamos. Nos hemos de decir lo que sentimos. Nos iremos contando más y más.
Hemos de llamarnos la atención con regulaciones de oro. Nada es lo que parecía en un principio. Vayamos donde sea preciso.
Consintamos con la voluntad divina. No apaguemos la luz. Los hechos nos han de divertir. Pongamos todo en su sitio. Nos normalizaremos.
Las presencias se irán sucediendo con un gusto extremo. Poco a poco llegarán las astucias de otros instantes. Las etapas se recuperarán.
Los eventos de siempre nos irán complementando. Ha de llegar la hora en que entendamos las razones y los criterios más oportunos. Seguro que podemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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