Nos hemos asomado a la vida a través del amor. Nos
hallamos sin tapujos, sin buscar intenciones que no comprendemos.
Caminamos.
La existencia es una sucesión de oportunidades que
hemos de aprovechar. Llegaremos donde sea preciso. Nos declararemos menesterosos
con rescates y peticiones singulares que nos insertarán en el catálogo de la
felicidad, que tanto anhelamos.
Nos debemos cantar sin esperar más de la cuenta.
Sepamos del momento. Haremos caso al corazón. Nos imaginaremos. Estaremos en
contacto.
Todo ocurrirá cuando deba. Va bien ya, aunque a
veces las líneas no sean las rectas en los instantes que no comprendemos. Es
cuestión de pensar, de tolerar, de apaciguar y de continuar con premisas que
nos transformen desde la creencia en lo positivo.
Aceptemos algunos términos y marchemos hacia el
futuro saboreando el presente. No todo es como elucubramos, pero tampoco tiene
por qué serlo.
La vida se ha interpretar de la mejor manera, sin
hacer demasiados planes. Seamos capaces de amar y de sacar partido a cuanto
somos y tenemos. Aclarará.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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