Nos imbricamos. Nos recetamos buenas actitudes. Nos ponemos en el sitio adecuado. Todo mejora. Nos trasladamos con paciencia.
Hemos de recoger las mieles del mejor éxito. Nos disponemos. Nos calibramos. Nos explicamos. Nos consolidamos.
Hemos señalado el camino. Nos sanamos con actitudes. Las previsiones son óptimas. Vamos llegando donde nos convencemos de verdad.
Los hechos nos resumen experiencias con las que crecer con amparo y sin espera. Los compromisos son excelentes.
Las pláticas de antaño nos sirven de excusa, de petición, de experiencia para construir el edificio más bonito a través del amor. Ahí quedamos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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