Me has llamado a tu casa, y a ella pertenezco sin dudarlo en modo alguno. Me tomaré un respiro.
....
Me vuelco en cuestiones románticas que dan un poco de salsa a un amor que te pertenece sin guardarnos en ninguna cueva.
....
Me sorprendes con unas garantías que me limitan un tanto, no mucho, y que me hacen crecer como persona.
....
Hemos limado asperezas y nos pertenecemos sin vuelta atrás. Lo digo y lo mantengo, porque es la base sólida de una libertad que preciso como el aire que respiro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario