Me das fuerza, me otorgas una razón que me aclara ese camino de verdad que ya no acepta incendios. Nos somos necesarios en régimen de igualdad.
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Seguimos haciendo de este momento tan querido una pura atención sin evaluaciones y tácticas inciertas y terribles. Nos prestaremos esas herramientas salvadoras.
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Te considero sensible porque lo eres, porque lo demuestras con aspectos particulares que escapan a la espera.
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Me has roto los esquemas con actitudes apropiadas a cada instante. Te veo muy bien, y yo lo estoy contigo. Me recupero.
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