sábado, 26 de febrero de 2011

Esperanza comunicativa

Prediquemos en ese carrusel que llamamos vida. No aceleremos. No nos quedemos atrás. La existencia nos ocasiones.

Situemos los campos de batalla lejos. No aprendamos de ellos. Ignoremos con paciencia hasta dar con las voluntades más lindas. Las grandezas nos consuelan con sus ratios más estupendas.

Situemos las preferencias donde todo será. La vida nos conduce con claridades que nos han de servir. Los complejos siguen con todo su amor. Hemos sido en ese ensayo que nos envuelven.

Sigamos en esa trayectoria que nos indica el momento clave, que hemos de utilizar. Los olvidos nos incluyen en un lugar de apaños solventes. Hemos sugerido el sí. Las personalidades nos deben servir sus mejores experiencias. Firmemos para estar.

Los procesos nos han de ocupar en las negociaciones, para aprender a ser nosotros mismos sin esperar inutilidades. Hemos supuesto que somos capaces siéndolo, demostrándolo, compartiendo las raíces y las solvencias de un problema que lo es. Hemos servido de testigos.

Nos hemos de preñar de buenos sentimientos, que hemos de extender hasta el infinito, que nos ha de complacer si miramos en positivo.

Nos debemos ganar con recortes a lo pésimo. Modifiquemos las actitudes hasta llegar al puro entusiasmo, que debe ser la guía. Somos cuando hay esperanza comunicativa.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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