Asumamos cada día como el último, y tracemos las pautas de un camino con el que crecer en mil oportunidades, que serán nuestras.
Nos haremos caso desde el milagro del amor, que nos permitirá calcular lo que somos. Nos apetece cada día estar, y ser, y experimentar en la secuencia de unos deseos que haremos realidad.
Todo cuanto nos hemos contado llega desde la consideración ideal. Nos maravillamos constantemente con los cálculos que nos destacan la verdad más descollante.
Superemos los temores con un tanto de buen humor. Nos debemos proporcionar ímpetu para superar los obstáculos, que son inevitables.
Realicemos lo preciso para que el amor esté por doquier. Nos beneficiaremos con promesas cumplidas. Conseguiremos pura eternidad.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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