Pongamos un punto
de enorme divinidad.
Hagamos que las palabras
funcionen muy bien
con hechos que nos permitan
experimentar los anhelos
de presente y de futuro.
Nos tendremos
para estar y ser en el planteamiento
máximo y mínimo
de la felicidad,
que nos protegerá.
Nos tenemos.
No se puede pedir más.
Juan T.
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