sábado, 18 de febrero de 2017

Caminar junto a los dioses

El paseo junto al mar
es esa gloria
convertida en don
en un día de descanso,
que lo es por las opciones tomadas.

Hacemos el recorrido
que nos imprime esperanza
en lo que seremos
en un nuevo amanecer
que nos repone
desde la afición misma
al querer,
que todo lo supone
cuando contemplamos
los flamencos volar
y ese azul que sabe a plenitud.

Respiro ese sabor salado
de un aire
que me hechiza y fecunda
de un bien preciado,
la vida en estado puro,
que nos propone
comunicación interior y tesón
para no quedarnos atrás.

El caminar libera,
y enciende la luz empática
que ilumina dulcemente, sí,
e indica el punto
hacia el que dirigirnos.

Aquí y ahora se ve fácil.
Debe ser que los Dioses
están a gusto también.

Juan Tomás Frutos.

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