Generas
la emoción
del
día completo,
y lo
haces en un instante
que
no logro captar.
Se
fuga rápidamente,
ese
segundo esencial,
pero
deja el pálpito
de
la alegría,
del
buen hacer,
de
la ternura responsable
en
forma de creencia
en
cuanto somos,
por
un sí que nos aclara
el
presente y el futuro
en
el que destacamos
con
pensamientos honestos.
Creas
en mí
la
superación de todo
sin
espejismos, con razones,
dejándonos
llevar
por
las ilusiones
como
base de esta isla
que
es una formidable vida
si
la sabemos comunicar
con
otros perfiles y otros lugares.
Has
conformado y abundado
en
una hechura hermosa
que invita
a ir hacia la perfección
sabiendo
que no hay prisa por llegar,
pues,
entretanto, aquí,
en
esta tierra, nos aproximamos
a
algo similar a la paz
con
hechos y conceptos
que
nos regalan
lo
que otros necesitan buscar
durante
años.
Y
nosotros, ¡mira por dónde!,
lo
tenemos como un don
por
el que hemos de bregar,
para
que igualmente albergue un porvenir.
Esta
tierra, sin duda,
es
emoción, pura emoción.
Como
característica superior,
está
abierta a todos.
Es
buena parte
de
su enorme encanto.
Juan Tomás Frutos.
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