Nos
descubrimos
con
las propiedades
que
definen lo atractivo, lo anhelable,
con
rastros de creencias
en
nosotros mismos.
Hemos
hallado razones
para
continuar
en
un futuro que cumple.
Nos
sorprendemos
en
el día a día,
en
los conceptos naturales
que
nos proporcionan
estancias
singulares, sempiternas.
Caemos
en el deseo,
y
éste nos valora
con
códigos sencillos
que
desciframos
con
una óptima calidad de pensamientos.
Estamos
en una tierra
que
sorprende
al
que mira con ojos
de
aprendizaje, de progreso.
Es
un ciclo estupendo,
porque
todo ocurre así
porque
nos hemos convertido
en
complementos perfectos
de
un sitio que nos transformó
para
sí mismo.
Somos
piezas engarzadas
en
un corazón único.
La
calidad espiritual
tiene
que ver con la percepción.
Nos
descubrimos cada jornada,
y eso
es ya un comienzo excepcional.
Verlo
es una pura gracia.
Juan Tomás Frutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario