Nos comprometemos
con el río de la vida,
y confiamos en la misma existencia
ahora que vemos que el amor
es más que auténtico.
Nos derretimos
con besos de siempre,
con sonrisas de azúcar,
con el bien más sincero.
Hemos abierto la puerta
de la sinceridad, la paz
y el deseo,
y todo lo que viene
sabe a contento y a cariño.
Puede que algo más.
Juan T.
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