sábado, 14 de noviembre de 2020

Hechos buenos

Embarquemos en esa gran aventura que es la vida. No pongamos límites, salvo aquellos derivados de la obligación y la responsabilidad de no dañar a los demás. Respetemos, y con firmeza pidamos que se nos trate igualmente con honestidad.

Busquemos la blancura de la existencia, sus dones, y tratemos de precisar todo aquello que nos convierta en más joviales. No dejemos que el mal nos gane la partida. Nos debemos consentir maravillosos ratos. Los demás han de esperar en la nada.

Desde la intuición nos hemos de mover hacia la amistad que nos haga más fuertes como colectivos. No rompamos las normas que nos invitan a viajar por nuestras interioridades sin renunciar a cuanto somos. No perdamos la perspectiva de la ilusión. Con ella se camina mejor.

Coloquemos, asimismo, en el frontispicio de cada jornada la misión de hallar motivos y criterios para transformarnos en positivo. 

Hagamos que suenen los armónicos que nos conducen con más calma. Nos hemos de indicar esas claves que, bien desarrolladas, nos inculcarán un óptimo comportamiento y un tránsito fructífero. 

El provecho está en no pensar en ganancias. La vida es mucho más que lo material. Efectivamente, si nos recordarán será por lo que hagamos. 

Juan TOMÁS FRUTOS. 

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