sábado, 21 de noviembre de 2020

Mar y sensaciones

 

Puede que un día 

juegue a ser yo

y te diga que te amo

sin condiciones, sin paridades,

sin compensaciones, sin buscar

lo que merece la pena

y lo que no,

sin cálculos comprometidos

con el presente o el futuro.

 

Meditemos ahora

con soles y lunas,

con presencias y ausencias,

con reglas y fortunas,

con salidas de tonos.

 

Nos debemos regalar

cada vez que se pueda

una ocasión, un segundo, 

una hora con sabor a años,

y continuar en paralelo por la senda

de la amistad preferida.

 

Puede que un día

lo advirtamos, lo saboreemos,

lo palpemos, lo digamos,

lo señalemos con y sin motivos.

 

Las intenciones

de otras etapas singulares

han de emerger

de los espacios rotos y sin destino.

 

Podemos mucho y bien

cuando sacamos fuerzas

de donde no las hay.

 

Nos hemos de pedir tiempo

para aprender y avanzar

por los lares

de una tierra cargada de cariño.

Ganaremos.

No estipulemos mesuras.

 

Todo es un poco mejor.

Nos sonreiremos

con el paso de los trechos,

y sacaremos adelante la voluntad

más simpática y genuina. 

 

Me conciencio de nuevo.

Te transformas

cada jornada, cada noche,

a cada momento, con el corazón

en pura alquimia, en actitud

que disiente y construye

con refrendos perfectos.

 

Nos hemos caído bien.

Seguiremos sobrellevando

las sombras y las luces.

Seguro que daremos con el mar

y con millones de sensaciones.

 

Abramos los ojos.

Todo vendrá.

 

Juan Tomás Frutos.

No hay comentarios: