Te entiendo, amiga mía. Cada vez tengo más claro lo que escondes tras esa mirada de amor, de compromiso, de posición silente. Las cosas no siempre van como a uno le gustaría.
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Te presiento desde la voluntad de generar un momento nada incierto.
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Nos agotamos en una noche que esconde miles de secretos y de intenciones.
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Te envío mi corazón con tanto amor que hasta yo me sorprendo. No imaginaba que ello fuera posible.
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