No te presentes
de cualquier modo.
No te dejes llevar
por la bruma
de una sensación
no destacable.
Iré hacia ese momento
de la gloria
que se perdió
en la huida
sin convenientes
consecuencias lilas.
Hemos aprendido
a ser nosotros,
y ahí estaremos,
ya sabes,
para lo que haga falta.
Hemos sido en la noche
de unos tiempos
más que fingidos.
Nos recordamos.
Los modos son más
de lo que pensamos,
y pesan, y sonríen,
y piden conservar
la quietud del amor
sin reclamos.
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