sábado, 31 de enero de 2009
No tiene sentido
No vayas tan lejos. Has ahuyentado lo mejor de ti. No tiene, y lo sabes, mucho sentido.
Discursos vacíos
Tenemos amigos y enemigos con la misma causa. Nos hemos adecuado con discursos un tanto vacíos.
Lo mejor de lo mejor
Enseño vida. Nos hemos cuestionado con una solución que nos hará tocar lo mejor de lo mejor.
Con tanto esfuerzo
Huyo de ti. La vida es. Nos convencemos de memorias que nos previenen. Nos agotamos con tanto esfuerzo.
Historias sin amor
Barajas ocasiones que son dichas con fortunas de género diverso. No te prestes a historias que no te darán el suficiente amor.
Nueva bendición
Iré con la sensación de que todo se puede arreglar. Nos sentaremos a la diestra de una bendición nueva.
La mitad de la felicidad
Has buscado en tu alma, y apenas has visto la mitad de ese icerberg que nos hará felices a los dos.
Con la fuerza de antaño
Te has encerrado en tu mundo. No te pongas en ese lado donde no te puedo ver con la fuerza de antaño. Nos abrazaremos de algún modo.
En guardia
Has aclarado algunos conceptos que nos rodean con unas clarividencias que nos ponen en guardia.
Por el buen camino
Te he dicho todo lo que te quiero ahora que no te quiero tanto. No sé si voy por el buen camino.
Prestaciones
Aspiras a otras razones. No te quedes en ese clientelismo que nos devora con prestaciones que no son nuestras.
Lo que ha de suceder
Singularizamos las presunciones que son inocencias con dichas que predicen lo que ha de suceder.
Soledades
Nos damos la memoria de lo favorito con un poco de entusiasmo. No te quejes de las soledades que nos rodean.
Volveremos a estar juntos
Superamos el miedo. Hemos sentido que el amor lo puede todo. Antes o después volveremos a estar juntos.
Ahí estaremos
Te has dado una segunda ocasión. Eso es bueno. No sé si las cosas pueden ir mejor, pero ahí estaremos.
Un día y otro
Tenemos que ver lo que sucede. Hemos sido. Las cosas se complican un día y otro también. Pese a todo, irá bien, muy bien incluso.
A otros deseos
Avisamos de lo que podemos. No seremos fuertes en este tramo de la nueva victoria que nos trasladará a otros deseos.
La memoria que se fugó
No te diré más ahora que es menos. Nos enganchamos a la clave de una memoria que se fugó.
Mimos y susurros
Descanso en ti, mientras sueño tras la fatiga del combate cariñoso. Nos endulzamos la vida con mimos y susurros.
Toca cosechar
Te figuras lo que te quiero, pero no te puedes imaginar cuánto es de verdad. Nos hemos entregado tanto que ahora toca cosechar.
viernes, 30 de enero de 2009
Retrasos y otros efectos
Decidimos
las diferencias
de caracteres
en las esperas
que son fórmulas
de penitencias
incrustadas
en los anocheceres
de valores infinitos.
Nos hemos aproximado
para ser
en las carencias
y con recetas
que nos hacen normales.
Espero retrasos
y otros efectos.
las diferencias
de caracteres
en las esperas
que son fórmulas
de penitencias
incrustadas
en los anocheceres
de valores infinitos.
Nos hemos aproximado
para ser
en las carencias
y con recetas
que nos hacen normales.
Espero retrasos
y otros efectos.
Mucho de sí
Hemos registrado
todo lo que llevamos
en el interior,
y vemos
cuestiones espirituales
con las que nos moveremos
entre sensaciones
de todo tipo.
Nos convencemos
de las opciones
que tenemos,
que son muchas,
y nos fortalecemos
sin previsiones
a la espera de un milagro
que dará mucho de sí.
todo lo que llevamos
en el interior,
y vemos
cuestiones espirituales
con las que nos moveremos
entre sensaciones
de todo tipo.
Nos convencemos
de las opciones
que tenemos,
que son muchas,
y nos fortalecemos
sin previsiones
a la espera de un milagro
que dará mucho de sí.
Dudas de todo género
Señalas
una divinidad
que es absoluta
presencia
con un poco
de sensación
de amar.
No sé
si estás o no,
pero te diré
que seremos capaces
de alterar
el ritmo
de las cuestiones
que no vemos.
Nos asaltan
las dudas
de todo género.
una divinidad
que es absoluta
presencia
con un poco
de sensación
de amar.
No sé
si estás o no,
pero te diré
que seremos capaces
de alterar
el ritmo
de las cuestiones
que no vemos.
Nos asaltan
las dudas
de todo género.
A ser y a existir
Me tomo
ese respiro
que me pone
en un trance
que me rescata
de unos actos
que no son
como nos gustaría.
Analizamos
todas las experiencias
con unas pretensiones
de causas
más que perdidas.
Las presencias
nos son necesarias.
Invitamos
a ser y a existir.
ese respiro
que me pone
en un trance
que me rescata
de unos actos
que no son
como nos gustaría.
Analizamos
todas las experiencias
con unas pretensiones
de causas
más que perdidas.
Las presencias
nos son necesarias.
Invitamos
a ser y a existir.
Un cierto descanso
Protegemos
los intereses
de un mundo
que fluye
con invitaciones
de amores hermosos.
Hemos negociado
las conversiones
hacia ese mundo
que se fuga
por itinerarios
que nos hemos sabido
planificar.
Nos daremos
un cierto descanso
hasta que la discreción
nos regale
más amor.
los intereses
de un mundo
que fluye
con invitaciones
de amores hermosos.
Hemos negociado
las conversiones
hacia ese mundo
que se fuga
por itinerarios
que nos hemos sabido
planificar.
Nos daremos
un cierto descanso
hasta que la discreción
nos regale
más amor.
Necesitas un cambio
Me conmueves con tus pensamientos que son frecuentes desánimos que hay que combatir. Necesitas un cambio.
Más complacidos
Predicamos con algunos nobles modelos con los que hemos de convivir en la mejor de las tranquilidades. Seremos y estaremos más complacidos.
Las bases de amores profundos
Pensemos, digamos, pongamos los casos de una memoria nada fingida, y sentemos las bases de amores profundos.
En el fondo de una cuestión alada
Hemos dicho que iremos a ese punto de encuentro, y yo sé que estaremos en el fondo de una cuestión alada.
Nos imaginamos qué hacer
Nos anunciamos una serie de actividades que son frutos del recuerdo más dichoso. Nos imaginamos qué hacer.
La noche que nos aparta
Pagamos la novatada mientras confiamos en la noche que nos aparta de los elementos que fueron naturales para nosotros.
En forma
Nos ponemos en forma con actuaciones puntuales que nos hacen emprender el mejor de los caminos.
Mejores, suficientes
Quiero contar con las promesas que nos hacen sentir que las cosas son buenas, mejores, suficientes.
Los mejores apoyos
Debemos asumir que las cosas son como son. Nos rodeamos de promesas que nos destacan los mejores apoyos.
Reordenaciones convencidas
Insistimos con promesas que nos ponen donde sea menester. Hablamos de unas causas que son penitencias con reordenaciones convencidas.
Con suficiente entusiasmo
Forcejeamos con los criterios del destino, que se impone porque así debe ser. Asistimos con suficiente entusiasmo.
Recursos distantes
Quedamos en ver lo que sea necesario. No somos capaces de activar recursos que ahora permanecen un poco distantes.
Compartir la felicidad
Hemos convenido logros que deberemos compartir con los que nos dan la felicidad de cada día.
Sin respuestas
Nos apegamos a razones que nos liberan de algunas causas que son lo que son. No daremos con respuestas extraordinarias.
Visiones cautelosas
Despejamos algunas incógnitas con unas visiones cautelosas de las existencias que nos rodean.
En la misma sintonía
Entro en tus anhelos y surco pensamientos que antes me agotaban. Estamos en la misma sintonía.
jueves, 29 de enero de 2009
Grandeza a las memorias
Hemos servido a razones que ni entendemos. Procuramos dar grandeza a las memorias.
Del mundo mundial
No hagas nada. Hemos asegurado procesos de cambios absolutos. Iremos hasta el otro lado del mundo mundial.
Afrontar imprevistos
No pienses que podrás. Asegúrate de afrontar bien los imprevistos. Estamos hechos el uno para el otro.
La paz de los buenos
Hemos pedido
más, en tiempo,
con fortuna,
tocando
esas claves
que nos podrán
dar la textura
de lo finito.
Hemos configurado
la paz
de aquellos
que piensan
en un nuevo universo
de sentimientos
y de querencias
con gratas caricias
hacia la paz
de los buenos.
más, en tiempo,
con fortuna,
tocando
esas claves
que nos podrán
dar la textura
de lo finito.
Hemos configurado
la paz
de aquellos
que piensan
en un nuevo universo
de sentimientos
y de querencias
con gratas caricias
hacia la paz
de los buenos.
Vidas estructuradas
Suspiramos
por un poco
de más empatía.
Hemos señalado
la cordura
de un momento
preparado para el sí.
No podremos
asumir cautelas
de deferencias
inventadas y frágiles.
Nos hemos pedido
un tanto de amor
que perdure
entre figuraciones
de carácter fuerte.
Estructuraremos
nuestras vidas.
por un poco
de más empatía.
Hemos señalado
la cordura
de un momento
preparado para el sí.
No podremos
asumir cautelas
de deferencias
inventadas y frágiles.
Nos hemos pedido
un tanto de amor
que perdure
entre figuraciones
de carácter fuerte.
Estructuraremos
nuestras vidas.
Mejorar el entorno
No sé
hasta dónde
podemos llegar.
Hemos servido
de negaciones
entre futuras
causas
de registros callados
entre sones
que nos alegran
todos los días
de ese futuro
en el que vamos
a convivir
bien, estupendamente.
Nos pensamos
para mejorar
el entorno.
hasta dónde
podemos llegar.
Hemos servido
de negaciones
entre futuras
causas
de registros callados
entre sones
que nos alegran
todos los días
de ese futuro
en el que vamos
a convivir
bien, estupendamente.
Nos pensamos
para mejorar
el entorno.
Ferviente paz
Podemos empezar
por donde queramos.
Nos hemos ablandado
con los sueños
de raíces hondas,
queridas,
superpuestas
entre novedades
de fatigas
que suplican
estar y ser.
No podemos negar
la mayor destreza.
Hablamos de tomar
casi en serio
lo que es ferviente
lucha en la paz.
por donde queramos.
Nos hemos ablandado
con los sueños
de raíces hondas,
queridas,
superpuestas
entre novedades
de fatigas
que suplican
estar y ser.
No podemos negar
la mayor destreza.
Hablamos de tomar
casi en serio
lo que es ferviente
lucha en la paz.
Entre sosiegos y profundidades
Dudamos.
Hoy somos
en ese trance
que nos convence
para volver
por la misma senda
en la que aprendimos
a tomar
y a dejar
lo que no es
nuestro.
Ultimamos procedimientos
que nos alegran
esos corazones
que suplican
por dónde ir
entre sosiegos
y profundidades.
Hoy somos
en ese trance
que nos convence
para volver
por la misma senda
en la que aprendimos
a tomar
y a dejar
lo que no es
nuestro.
Ultimamos procedimientos
que nos alegran
esos corazones
que suplican
por dónde ir
entre sosiegos
y profundidades.
Más combinaciones
Decimos lo que pensamos, lo que sentimos, lo que somos, en esa encrucijada que nos propone aceptar más combinaciones.
Muchas preguntas
Nos alegramos por esa paz que nos viene con sensaciones de todo tipo. Nos formulamos muchas preguntas.
Los buenos, mayoría
No tenemos que hallar más franqueza que la que suponemos nuestra. Instamos a los buenos, que son mayoría.
Corazones solitarios
Premiamos una serie de actividades que surgen de océanos de vacilaciones puestas a disposición de corazones solitarios.
Para lo que haga falta
Todo viene del modo que el destino quiere. Deseamos que todo sea un poco mejor. Quedamos para lo que haga falta.
Un poco más lejos
Mido mis posibilidades con unas intenciones que nos aclaran qué no hacer. Nos hemos ido un poco más lejos.
Señales poco cuerdas
Generamos más ideas que hemos de poner en práctica. Estamos medio bobos. Nos negamos con señales poco cuerdas.
Estoy contigo: lo sabes
Hemos señalado las emociones con centros y medidas de serias intenciones. No sé qué te parece, pero sabes que estoy contigo.
Esfuerzos y ayuda
No permitas que el desánimo te pueda. Has convenido una serie de esfuerzos que nos piden ayuda.
Ejemplos por doquier
Gestamos emociones. Hemos convencido a nuestros corazones, que buscan ejemplos por doquier.
No vamos a negar nada
Aceptamos los anhelos que proponen seguir por la misma senda. La vida es como es. No vamos a negar nada.
Algunas causas
Medimos las experiencias con unas nubes que apenas nos dejan ver lo que sucede. Hemos advertido algunas causas.
Registros absolutos
Tenemos carencias. Hemos buscado los misterios que fueron ida y vuelta con registros absolutos.
Caminos corregidos
Descansa, que te hace falta, que a todos nos puede ayudar. Las presiones corrigen los caminos.
En el umbral
Simulamos una corriente que nos lleva al resfriado total. Lo maravilloso queda en el umbral de la impaciencia.
miércoles, 28 de enero de 2009
El final de una razón
Nos convencemos de cariños que nos envían hasta el final de una razón. Somos buenos. Lo intentamos, al menos.
La paz que nos obliga
Me olvidas con un poco de amor que es humor con sanas intenciones hacia la paz que nos obliga a ser, a existir, a poder.
Más y mejor
Pasa todo
el tiempo
que podemos
contabilizar
con unos nervios
que son memorias
finitas,
gratas, raras,
excelsas,
puestas en el sitio.
Nos hemos alimentado
de unas gratas
ilusiones
que nos han de llevar
donde todo fue
mucho más y mejor.
el tiempo
que podemos
contabilizar
con unos nervios
que son memorias
finitas,
gratas, raras,
excelsas,
puestas en el sitio.
Nos hemos alimentado
de unas gratas
ilusiones
que nos han de llevar
donde todo fue
mucho más y mejor.
Diremos más
Tomamos
esa parte
que fue todo
con distingos
de géneros universales.
Hemos señalado
con una parsimonia
que diferencia
las rarezas
de unos instantes
medio fugaces,
no controlados.
Nos hemos atemorizado
con una indicación
que nos hará acercarnos
donde sea menester.
Diremos más.
esa parte
que fue todo
con distingos
de géneros universales.
Hemos señalado
con una parsimonia
que diferencia
las rarezas
de unos instantes
medio fugaces,
no controlados.
Nos hemos atemorizado
con una indicación
que nos hará acercarnos
donde sea menester.
Diremos más.
Parte del camino
Nos hemos dado
todo lo bueno
y hasta lo malo
de un universo
metido en torpezas
de las que hemos
de salir
con el camino
más que recto.
Hemos servido
de testigos
y hasta de testimonios
a una entereza
de causas trufadas
de amores sensatos.
Veremos
parte del camino.
todo lo bueno
y hasta lo malo
de un universo
metido en torpezas
de las que hemos
de salir
con el camino
más que recto.
Hemos servido
de testigos
y hasta de testimonios
a una entereza
de causas trufadas
de amores sensatos.
Veremos
parte del camino.
Dónde podremos llegar
Plantamos cara
a ese futuro
que dice
que los dictados
han de ser otros.
Lo son
con una premura
que nos pone
en pie de guerra,
de obra,
de penitencias
medio vencidas
hasta el final
de una era
de consuelo eterno.
No sé hacia dónde
podremos llegar.
a ese futuro
que dice
que los dictados
han de ser otros.
Lo son
con una premura
que nos pone
en pie de guerra,
de obra,
de penitencias
medio vencidas
hasta el final
de una era
de consuelo eterno.
No sé hacia dónde
podremos llegar.
Con mucha fuerza
Venimos,
vamos y regresamos,
y nos decimos
que estamos
en forma para ser
lo que deseemos.
Hemos conformado
una realidad
de preferencias
más que divisibles.
Nos hemos enamorado
de esa sensación
que fue determinación
para entender
lo que pasaba.
Nos señalamos
con mucha fuerza.
vamos y regresamos,
y nos decimos
que estamos
en forma para ser
lo que deseemos.
Hemos conformado
una realidad
de preferencias
más que divisibles.
Nos hemos enamorado
de esa sensación
que fue determinación
para entender
lo que pasaba.
Nos señalamos
con mucha fuerza.
Clara distinción
Tenemos un enorme protagonismo ahora que la seguridad nos viene de una clara distinción de amores hondos.
Momento estelar
Hay un ribete
emotivo
y casi incierto
que nos inclina
hacia ese lado
que nos oprime
con inserciones
medio periódicas.
Hemos servido
de testigos
a unas avaricias
con saco
y mucho amor
que hemos de dirigir
hacia el momento
más que estelar.
emotivo
y casi incierto
que nos inclina
hacia ese lado
que nos oprime
con inserciones
medio periódicas.
Hemos servido
de testigos
a unas avaricias
con saco
y mucho amor
que hemos de dirigir
hacia el momento
más que estelar.
Sin límites
Nos integramos con las mejores posturas de entendimiento. Los amores han de progresar sin límites.
Sin reacción
Tenemos que conversar sobre historias que nos proponen asestar algunos golpes en los sentimientos que hasta ahora no reaccionaban.
No sé si es bueno
Nos tomamos a broma cuando las cosas son muy serias. Hemos convenido el regreso, pero lo que no sé es si es bueno.
Causas y casualidades
Nos contamos todo lo que podemos ser en una era de penitencias con inclusiones en un universo de causas y causalidades.
Un mar de sensaciones
Nos procuramos amor. La suprema dicha ha de tener la paciencia de los sonidos de un mar de sensaciones.
Veleidades
Cautivamos a los que vienen en son de versiones queridas. Nos hemos dado una información que juzga las veleidades en las que nos movemos.
Sales sin algodones
No es cuestión de enfadarse, sino de reconciliarse con las libertades que nos conforman con sales sin algodones.
Seguramente lo somos
Te convenzo. Hemos seguido por esa senda que nos conforma y consuela. Nos llamamos amigos, y seguramente lo somos.
Universo logrado
Vehiculamos todo lo bueno con más bondad. Hemos consolado a quienes piensan en tener y en ir hacia ese universo logrado.
Inexperiencia
Juzgamos algunos avatares que nos consuelan con un poco de amor que cae en un saco roto por la inexperiencia.
Mejorías
Hemos herido los sentimientos de un mundo que muda. Hemos comprobado series de penitencias que nos han de dar mejorías.
Somos fuertes
Llegaremos a organizar todo lo bueno de un mundo que nos hace comprobar que somos fuertes.
No sé si iremos
Avanzo con una piedra de toque que me pone en esa danza que puede ser graciosa. No sé si iremos.
Los dioses en ti
Estamos tan listos como somos capaces de avisar a nuestros corazones, que ven a los grandes dioses en ti.
Perfiles que compartir
Predecimos algunas novedades que nos ponen medio a prueba. Tenemos perfiles que compartir.
Hemos convenido cosas
Aludimos al tiempo que no tenemos. Nos paramos para ver lo que no sucede. Hemos convenido cosas.
martes, 27 de enero de 2009
Saber ver
Hacemos lo que nos parece correcto. La vida nos va favoreciendo con entusiasmos relativos que hemos de saber ver.
En el mismo plano
Hemos separado la miel del deseo, y ahora toca juntar los elementos que han nacido para estar en el mismo plano.
Camino de la confusión
Defiendo lo que es verdad compartida entre sólidas caricias que nos han de sacar del camino de la confusión.
En otra dimensión
Me haces todo el caso del mundo, y te lo agradezco. Supero algunas consideraciones que fueron contradicciones en otra dimensión.
Amor dispuesto
Me propones continuar por la senda de la belleza con una consideración que me dispone mucho amor.
Como si tal cosa
Echamos el freno a algunas diversiones que nos corrigen las etapas con un sentido de la belleza que nos propone seguir como si tal cosa.
Verdades amorosas
Culpamos a quienes vienen con un poco de buen humor. Nos hemos alimentado de las creencias de los que son con verdades amorosas.
Veredas de tránsito
Haré todo lo que sea preciso para que las cosas se solucionen. Hemos indicado las veredas por las que vamos a transitar
Amores profundos
Distraes mi corazón empático con una versión de posibilidades asociadas a las caricias que van de un lado para otro con amores profundos.
Equilibrio, sosiego
Adiestras tu espíritu para escapar de las razones de quienes vinieron en son de equilibrio y de sosiego. Te amo.
Un día y otro
Me atrapas con unos gustos que alimentan el amor con el que nos podremos mover un día y otro puede que también.
Sombras y luces
Sellamos algunos espacios con una amistad que nos hace seguir por sombras que se volverán luces.
Seguridades
Te cuelas por las impaciencias de quienes ven un poco más allá de la existencia humana, que nos recrea seguridades.
Un corazón que no será
Aseguramos las sensaciones con un poco de buen humor. Hemos prestado ese corazón que ya no será nuestro.
Agotado el camino
Preservamos las alertas para los momentos en los que todo sepa a nada. Hemos señalado el camino, éste se ha agotado.
Lo que hacemos de la vida
Hemos parado. Era el momento. No sé hacia dónde iremos. Queda poco. La vida es lo que hacemos de ella.
lunes, 26 de enero de 2009
En el portal cansado
Nos hemos levantado
en esta mañana
que duele
por falta de belleza,
o por lo mismo de siempre.
Nos hemos comparado
con las memorias
que fallan,
y ahora nos despertamos
a un vacuno destino
en la existencia
que no será como pensamos.
Ya nos damos
a esos momentos ignotos
que nos calman
con imprecisiones
de llamas que crecen
en el portal cansado.
en esta mañana
que duele
por falta de belleza,
o por lo mismo de siempre.
Nos hemos comparado
con las memorias
que fallan,
y ahora nos despertamos
a un vacuno destino
en la existencia
que no será como pensamos.
Ya nos damos
a esos momentos ignotos
que nos calman
con imprecisiones
de llamas que crecen
en el portal cansado.
Nos cantamos
Estamos
ante la presencia
no adivinada
que garantizaba
algunas formas
que ahora fuerzan
hacia dónde ir.
Hemos consumido
algunas experiencias
con las ideas
un poco más claras.
Nos veremos
con impresiones
que deberemos
mostrar solidariamente.
Nos cantamos.
ante la presencia
no adivinada
que garantizaba
algunas formas
que ahora fuerzan
hacia dónde ir.
Hemos consumido
algunas experiencias
con las ideas
un poco más claras.
Nos veremos
con impresiones
que deberemos
mostrar solidariamente.
Nos cantamos.
Por dónde marcha la prisa
Aclaras
lo que sientes
con una voluntad
medio cuestionada.
Hemos adivinado
los colores
que trufan
las razones
con las que cabalgamos
hacia el horizonte
que nos determina.
Hemos señalado
con disposiciones
de sensaciones
medio nuevas.
No te diré
por dónde marcha
la prisa.
lo que sientes
con una voluntad
medio cuestionada.
Hemos adivinado
los colores
que trufan
las razones
con las que cabalgamos
hacia el horizonte
que nos determina.
Hemos señalado
con disposiciones
de sensaciones
medio nuevas.
No te diré
por dónde marcha
la prisa.
Nos convencemos
Te mandaré
ese gozo particular
que adivinará
las sombras
con un poco
de paciencia.
Hemos pensado
en todo lo que será,
mientras sea,
entendiendo la verdad
de una relación
que ha de adivinar
las impaciencias
con un poco
de buen ánimo.
Nos convencemos.
ese gozo particular
que adivinará
las sombras
con un poco
de paciencia.
Hemos pensado
en todo lo que será,
mientras sea,
entendiendo la verdad
de una relación
que ha de adivinar
las impaciencias
con un poco
de buen ánimo.
Nos convencemos.
Entre los dos
Cortamos
por lo sano
ese instante
de dolor
que no podemos
soportar.
Iremos
donde sea menester
con un cruce
de memoria
sin intención
manifiesta y diáfana.
Hemos contribuido
a ese logro
en el que somos
entre los dos.
por lo sano
ese instante
de dolor
que no podemos
soportar.
Iremos
donde sea menester
con un cruce
de memoria
sin intención
manifiesta y diáfana.
Hemos contribuido
a ese logro
en el que somos
entre los dos.
Creencia
Vamos
entre plataformas
que nos llenan
de literaturas
que no entendemos.
Hemos dado
con la salud
de quienes fueron
y volvieron
con generaciones
algo espontáneas.
Nos complacemos
en la creencia
de que todo irá
tan genial
como tú mereces.
Te doy
muchas gracias.
entre plataformas
que nos llenan
de literaturas
que no entendemos.
Hemos dado
con la salud
de quienes fueron
y volvieron
con generaciones
algo espontáneas.
Nos complacemos
en la creencia
de que todo irá
tan genial
como tú mereces.
Te doy
muchas gracias.
Compartir lo que nos gusta
Me has indicado que podemos volver. Lo haremos como sea. Hemos descubierto las cosas que nos gustan. Toca compartirlas.
Algo de equilibrio
Nos determinamos con ese amor que hemos descubierto cuando nada era lo que parecía. Nos consentimos. Buscaremos algo de equilibrio.
Las cosas que nos gustan
Me has descubierto en el mejor de los instantes. Ya no hay sueño. Queda todo, quizá algo más. Hemos señalado las cosas que nos gustan.
Iremos viéndolas
Pensamos en tenernos, en crecer como sea posible. No hemos comentado las intenciones, pero poco a poco iremos viéndolas.
Actitudes interesantes
Galopamos hacia el misterio de la vida que nos llena de sensaciones. Hemos acercado las actitudes más interesantes.
Tú a mi lado
Hemos superado la crisis de identidad. Ahora viene otra, u otras. No importa si estás tú a mi lado.
No sé qué decirte
Disipamos algunas dudas. Hemos servido de palanca para liberar cualquier mal que se produzca. No sé qué decirte.
Con registros potentes
Vamos a probar quiénes somos en la medida que sea posible. Hemos comenzado y hemos terminado con registros potentes.
Momento de las aceptaciones
Servimos de testimonios ante los criterios de quienes van hacia el momento de las aceptaciones. Nos impulsamos hacia el mejor de los cielos.
Calma y más
Generamos la amistad profunda, honda de otros momentos, y seguimos con una voluntad que es calma y más.
Razones que vemos
Perfilamos un poco de buen humor, de mejor amor, de series de ganas con fortunas de razones que vemos.
Lo que preferimos
Aclaras todo lo que siento con un poco de temporal que se ha de mitigar en cuanto digamos lo que preferimos.
Las esencias del destino
Crezco con todos tus errores, y me dejo regalar ese tiempo que antes no tenía. Iremos tomando las esencias del destino.
Lo mejor en mí
Te recuerdo sin insistencias, y te digo todo lo que te amo. Has despertado lo mejor en mí.
domingo, 25 de enero de 2009
DESEOS EN LOS ALBORES DEL NUEVO AÑO
Compañeros y compañeras, en estos prolegómenos del año, y en un intento de tener la mejor proyección y un óptimo estado de ánimo, os recito lo siguiente:
Sueño contigo,
una vez más,
y tomo ese aire
que me da la penumbra
de un respiro
que dejará de preñarse
de un anonimato devorador.
Llegas
con la fórmula consentida
y aplacadora
de la realidad circundante.
Te ha apropiado
del elixir del amor,
y por eso me dejo llevar
hasta la sensatez
de lo no pensado.
Acabas
la historia venturosa
de quien rezo
para sentirse menos extraña.
No lo eres,
no para mí,
que aprovecharé este año
para sentenciarme a ti.
No podría vivir
sin la esperanza
que me regalas.
Me cargo de ilusiones
en este nuevo año,
que es tuyo y mío
casi al mismo tiempo.
La vista ya no está
tan nublada:
ni puede ni debe.
Saltaremos de ese aprisco
ciego y ensordecedor
y romperemos
las ataduras desterrantes.
Seremos más fuertes.
Me dedicaré
a seguir de cerca
mis propósitos de enmienda
y a mejorar mis afanes,
que a ti debo
sin réplica ni búsqueda
de un tino especial.
Estamos en ese estado
de gloria azul y rosa
que nos portará
a ese momento inenarrable
que viviremos,
por fortuna, amiga,
en común,
siendo una sola persona.
El año amanece,
que no es poco,
y ya llevo mucha ilusión
a cuestas,
la que tú generas
en mi mente y en mi alma,
en conjunción por ti y en ti.
Hoy, en este recambio,
no pido tanto larga vida,
sino más bien que sea intensa.
Recuerda, estimada mía,
que podemos ser felices.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Sueño contigo,
una vez más,
y tomo ese aire
que me da la penumbra
de un respiro
que dejará de preñarse
de un anonimato devorador.
Llegas
con la fórmula consentida
y aplacadora
de la realidad circundante.
Te ha apropiado
del elixir del amor,
y por eso me dejo llevar
hasta la sensatez
de lo no pensado.
Acabas
la historia venturosa
de quien rezo
para sentirse menos extraña.
No lo eres,
no para mí,
que aprovecharé este año
para sentenciarme a ti.
No podría vivir
sin la esperanza
que me regalas.
Me cargo de ilusiones
en este nuevo año,
que es tuyo y mío
casi al mismo tiempo.
La vista ya no está
tan nublada:
ni puede ni debe.
Saltaremos de ese aprisco
ciego y ensordecedor
y romperemos
las ataduras desterrantes.
Seremos más fuertes.
Me dedicaré
a seguir de cerca
mis propósitos de enmienda
y a mejorar mis afanes,
que a ti debo
sin réplica ni búsqueda
de un tino especial.
Estamos en ese estado
de gloria azul y rosa
que nos portará
a ese momento inenarrable
que viviremos,
por fortuna, amiga,
en común,
siendo una sola persona.
El año amanece,
que no es poco,
y ya llevo mucha ilusión
a cuestas,
la que tú generas
en mi mente y en mi alma,
en conjunción por ti y en ti.
Hoy, en este recambio,
no pido tanto larga vida,
sino más bien que sea intensa.
Recuerda, estimada mía,
que podemos ser felices.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Intentaré reconocerte
Hoy me haces daño. No sé si nos veremos en la otra vida. Intentaré, por lo menos, reconocerte.
Presencias hermosas
Hemos servido de base para unos amores que se expanden con unas presencias hermosas.
Hemos negado lo menor
Lo sencillo es intuición con una burla casi permanente. Hemos negado lo menor.
Momentos de fuerza pura
Aspiras a ser y a tener todo cuanto nos prefiere con momentos de fuerza pura.
Nos comentamos más
Acomodas todo tu ser. Has preferido que todo fuera parte del olvido. Nos comentamos más.
No damos con las velas
Allanas el camino con una reserva que es espíritu libre. No damos con las velas en este nuevo proceso.
Respuesta a lo salubre
Me alivias con un poco de buen humor. Llego hasta ti con una voluntad que responde a lo salubre.
Enmienda lo que es
Olvido hoy lo que me dices. Has hecho una proposición que enmienda todo lo que es.
Abonar con experiencias
Me has consentido tanto que ahora debo pedirte un poco de tiempo para abonarme con experiencias nada exquisitas.
Nos distancia la certeza
No sé hasta qué punto puedo contarte lo que siento. Nos implicamos en las actividades de quienes son en la noche que nos distancia de la certeza.
Provecho del equívoco
Sigo siendo tu amigo, si lo deseas, si lo consientes, si eres capaz de sacar partido y provecho de cualquier equívoco siempre bien intencionado.
Con orgullo
Me quedo en ese lugar donde aprendí a ser persona. No tengo mucho que relatar, pero sí puedo decir con orgullo que no ha habido preocupaciones. Tuve y tengo mucha suerte.
Otros caminos fugaces
He servido a la memoria de quienes defendieron las impresiones de otros caminos fugaces.
Impresiones sencillas
Secuestras ese espacio que fue fruto de un liderazgo consumido por la llamarada de un amor que nos gustó con impresiones sencillas.
Más de lo que pensé
Me freno en la secuencia que es dicha con participaciones sensacionales. Iré a donde haga falta. No temo lo que me puedas decir. He sido en ti más de lo que pensé.
Silencios demoledores
Te diré que estamos en forma. Hemos acudido a cientos de especies de llamadas que nos aclaman con silencios demoledores.
Trayectoria compartida
La belleza nos devuelve a ese nombre que fue testigo y testimonio de la trayectoria que hemos compartido.
La felicidad sana
Tientas una emotiva caricia con un anhelo de partir hacia esa sana paz que nos dará la felicidad que buscamos.
Cobijos relativos
Podríamos sugerir una devolución de ánimo. La vida es en el trayecto que nos pone entre sombras de cobijos relativos.
La noche que nos pretende
No ablandes el corazón. Hemos sido tiernos, grandes, realistas en la buena noche que nos pretende. Nos pensamos mucho.
El Díos que nos sonríe
He divisado una solución que sabe a tus intereses, hoy compartidos por la gracia de ese Dios que nos sonríe.
Con tus palabras
No incentives un corazón que se parte mientras va hacia la noria que marea de verdad. Te aconsejo con tus palabras.
Responsabilidades en ti
No me cuentes que puedes. Eres quien eres y tienes las mismas responsabilidades que quiero asumir yo en ti.
Con voluntad decidida
Nos hemos divertido con una impronta que nos ha dado un aviso de prácticas finitas. Iremos con voluntad decidida.
Nos enamoramos otra vez
Te miro y te advierto en mi memoria con una sencillez que alaba todo cuanto es. Nos enamoramos una y otra vez.
Como sea
Hemos recordado algunas cuestiones que nos han declarado en rebeldía. Te determinaré como sea.
Que no me falte intensidad
Me quedo en previsión de lo que pueda suceder. Llegaré a decirte lo que te amo, pero espero que no me falte intensidad.
Como sea menester
No me digas que podrá ser, no me digas más, que ya tendremos tiempo de conducirnos como sea menester.
Ya veremos
No me venzas hoy. Trata de huir hacia ese sitio donde podremos ser libres. Digo que sí, y luego ya veremos.
sábado, 24 de enero de 2009
Tiramos hacia delante
Sellamos el momento de ese escaparate que nos ha de invitar a llegar donde sea menester. Tiramos hacia delante.
Equipaje ligero
Ganamos con mucha hermosura. Hemos aligerado el equipaje para ir más allá, mucho más allá.
La vida nos sonríe
Podemos asentir todas las veces que queramos, pero hemos de prometer que estamos más fuertes. La vida nos sonríe.
Un poco igual
Me desgastas con impaciencias que son resultados de años de no visión. No daremos con las propuestas de otros momentos. Me da igual, un poco igual.
Flores anheladas
Si luchamos contra los elementos hemos de pensar en no perder los zapatos. La existencia nos oculta con flores que no siempre son las anheladas.
No te puedo dejar ir
Te has quedado en ese lugar en el que los peldaños se ven desde otra perspectiva. No te puedo dejar ir. Continuaré aprendiendo.
Ignorancia
Invitamos a seres que nos aniquilan como personas. No me gusta que me ignores, pero empiezo a pensar que es lo mejor.
A tiempo
Nos provocamos con sabidurías que nos rodean de similitudes. Hemos conseguido estar. Las resoluciones nos llegan a tiempo.
Más allá de lo que vemos
Nos iremos convenciendo. Poco a poco seremos capaces de llegar un poco más allá de lo que vemos.
Hasta la saciedad
Nos colocamos en esos peldaños que se asemejan a las raíces de algunos problemas que se repiten hasta la saciedad.
La gran soledad
Hemos resuelto algunas inexperiencias que nos encantaron con el transcurso de la gran soledad.
Lo que nos conviene
No hacemos daño a nadie. La vida nos devuelve algunas cosas que no vemos. Resaltamos lo que nos conviene.
Son más
Atesoramos las experiencias de años que miraron hacia otro lado. Las consecuencias de los buenos momentos son más.
Guardamos
Vas hacia un mundo de ilusiones que alteran las contemplaciones de otros años. No damos con las salidas de antaño. Guardamos lo que no será nuestro.
Lo que parecen las cosas
Olvidamos todo cuanto fuimos con reservas de paciencias increíbles. No sé si las cosas son lo que parecen. Lo serán.
Te diré
Hemos vivido en la noche que nos señaló con una visión diferente. Nos hemos indicado otro camino. Te diré.
De pasiones
Vestimos esos corazones que antes nos dijeron que sí. Hemos mirado. Las preferencias nos rodean de pasiones.
Nos llega la vida
Bendices una voluntad que es amor a raudales. Nos esforzamos por estar en ese lugar en el que somos un poco más. La vida nos llega.
Otras cosas
Aguardamos algunos momentos de excelencia. No sé si llegarán. La vida es lo que es. No haremos otras cosas. Queda el silencio.
Otras carencias
No es complicado que demos con la salida a un mundo ordenado. Nos consumimos mientras aguardamos otras carencias.
Sueño con regresar
Me miras como si quisieras contarme algo. Lo harás cuando creas oportuno. Sueño con regresar.
viernes, 23 de enero de 2009
Progresos solidarios
Versionamos
esa realidad
que nos propone
expresar
la verdad
con una construcción
medio homologada
en el silencio
de la noche
que avanza.
No podemos
detener el paso
de lo que fue
sincera actitud
con compromisos
de progresos solidarios.
esa realidad
que nos propone
expresar
la verdad
con una construcción
medio homologada
en el silencio
de la noche
que avanza.
No podemos
detener el paso
de lo que fue
sincera actitud
con compromisos
de progresos solidarios.
Buenos halagos
Aporto
mi grano
de arena
con un poco
de disfrute
que no ha de servir
de freno.
Las cosas
nos invitan
al anochecer
que es tiempo
y casi medio.
Nos abrimos
con preferencias
que definen
lo que será.
Nos damos
buenos halagos.
mi grano
de arena
con un poco
de disfrute
que no ha de servir
de freno.
Las cosas
nos invitan
al anochecer
que es tiempo
y casi medio.
Nos abrimos
con preferencias
que definen
lo que será.
Nos damos
buenos halagos.
Llega bien lo corriente
Voy a veros
en este momento
de esperanza
dispuesta
a tocar ese fondo
de la vida
que es lotería
con resultados
más que estimados.
No vamos
a confesarnos
todo lo que sucede.
No es fácil
cuando se trata
de amor.
Lo corriente
llega bien,
como toca,
como debe.
en este momento
de esperanza
dispuesta
a tocar ese fondo
de la vida
que es lotería
con resultados
más que estimados.
No vamos
a confesarnos
todo lo que sucede.
No es fácil
cuando se trata
de amor.
Lo corriente
llega bien,
como toca,
como debe.
Felicidad precisada
Damos
esa fecha
que recorre
sin definición
un porcentaje
de pura temporada.
Voy
con mucha querencia
hacia ese fin
que es el inicio
de una era
que será
todo y más
en la noche
del regreso
a la felicidad
más que precisada.
esa fecha
que recorre
sin definición
un porcentaje
de pura temporada.
Voy
con mucha querencia
hacia ese fin
que es el inicio
de una era
que será
todo y más
en la noche
del regreso
a la felicidad
más que precisada.
Aires silenciados
Suplico
que me mires
a la cara
antes de decirme
que te vas,
que sé que lo harás.
Hemos averiguado
las impaciencias
que nos rodean
con versiones
mayoritarias,
queridas, sencillas,
nada ásperas.
Nos comprendemos
mientras volcamos
los aires silenciados
por años
sin objetivos claros.
que me mires
a la cara
antes de decirme
que te vas,
que sé que lo harás.
Hemos averiguado
las impaciencias
que nos rodean
con versiones
mayoritarias,
queridas, sencillas,
nada ásperas.
Nos comprendemos
mientras volcamos
los aires silenciados
por años
sin objetivos claros.
Más que básicos
Vendo
ese queso
que no es mío,
que fomentará
el regreso
a esa situación
en la que fuimos
felices
de pleno derecho.
Es bueno
que defendamos
todo lo que tenemos,
sobre todo por compartir
los anhelos
que nos parecen
más que básicos.
ese queso
que no es mío,
que fomentará
el regreso
a esa situación
en la que fuimos
felices
de pleno derecho.
Es bueno
que defendamos
todo lo que tenemos,
sobre todo por compartir
los anhelos
que nos parecen
más que básicos.
Vida más plena
Alcanzamos todo tipo de acuerdos. De base está el cariño, que todo lo consigue. La vida será más plena.
Cuando ponemos empeño
Sugieres una vertiente que destaca lo que seremos. No te puedo contar todo. La vida descuella cuando ponemos empeño en ello.
En esa noche
Nos instalamos en una causa que es voluntad de querencia real. Somos en esa noche que nos implica bien.
Mil entendimientos
Nos exigimos una voluntad que ha de partir de manera autónoma por definición. Nos unimos a mil entendimientos.
Regulaciones compartidas
Me dedico a mirar por esos lugares de exigencias relativas. Nos consentimos un recorrido de regulaciones compartidas.
Sentencias firmes de amor
Intenta darle sentido a la voluntad de un mundo que fluye por doquier. Hemos dado sentencias firmes de amor.
De todo
Extraño esos momentos en los que fuimos auténtica subida de bondad y de tono. Nos hemos dicho de todo.
Nos damos más
Los métodos que utilizamos son barcas de preferencias con dichas de todo pelaje. Nos damos más.
Con mucho amor
Decidimos estar en ese sitio donde lo máximo es mínimo. Nos cansamos de esperar. Todo se solucionará con mucho amor.
Un poco de paz
Me enfrasco en una nueva tarea en la que los dos somos más de lo que pensamos. Hemos anhelado un poco de paz.
Curar heridas
Generamos deseos de amor que hemos de extender hasta los límites de una pasión que ha de curar cualquier herida.
Hemos visto más
Me dedico a ti en este nuevo momento que exhibe preferencias con gustos de géneros callados. Hemos visto más.
En otro lugar
Me recupero de las aficiones donde estamos solos. Podemos ser más fuertes. La vida es en otro lugar que hemos de buscar.
Por la misma senda
Cambiamos los excesos con unas argumentaciones que nos proponen continuar por la misma senda.
En tu onda
Funciono lo mejor que puedo para darte esa esperanza que necesitas. Yo también estoy en tu onda.
jueves, 22 de enero de 2009
Amistades complacientes
Hemos despertado a una nueva realidad donde estamos preparados para responsabilidades de amistades complacientes.
Valores óptimos
Marchamos
con incentivos
que tratan
de aplacar
los ánimos
que no gustan
de ver
lo que es
sana directriz.
Nos pronunciamos
en lo bueno
y hasta en lo malo.
No sé
lo que te place,
pero lo sabré.
Las escalas
nos añaden
valores óptimos.
con incentivos
que tratan
de aplacar
los ánimos
que no gustan
de ver
lo que es
sana directriz.
Nos pronunciamos
en lo bueno
y hasta en lo malo.
No sé
lo que te place,
pero lo sabré.
Las escalas
nos añaden
valores óptimos.
Sosiego flexible
Te pediré
esa responsabilidad
amable y querida
que nos hará
seguir bien,
con la mejor fortuna,
hacia el sencillo
acto de previsión.
Nos confabularemos
con aspectos
informales, fuertes,
con blandas suposiciones
que nos harán
participar de cariños
sin luchas.
Estamos,
o debemos estar,
en sosiego flexible.
esa responsabilidad
amable y querida
que nos hará
seguir bien,
con la mejor fortuna,
hacia el sencillo
acto de previsión.
Nos confabularemos
con aspectos
informales, fuertes,
con blandas suposiciones
que nos harán
participar de cariños
sin luchas.
Estamos,
o debemos estar,
en sosiego flexible.
Convicciones y regreso
Llega
esa estampa
que nos mejora
con una mirada
sencilla,
facilitada
desde la comprensión
de un día
y de otro también.
Hemos predicado
en llanuras
que desprenden
las cautelas
con unos momentos
de baja simplicidad.
Nos afirmamos
en convicciones
que plantean
el regreso.
esa estampa
que nos mejora
con una mirada
sencilla,
facilitada
desde la comprensión
de un día
y de otro también.
Hemos predicado
en llanuras
que desprenden
las cautelas
con unos momentos
de baja simplicidad.
Nos afirmamos
en convicciones
que plantean
el regreso.
Especializados
Hemos agudizado
la pasión
para limarla
hasta ese límite
que nos asocia
con recuerdos
que patrocinan
unos amores
más que renovados.
Nos confiamos
en la noche
que es la misma
pero centrada
en otros fines.
Nos especializamos
en problemas de peso
que seremos capaces
de arreglar.
la pasión
para limarla
hasta ese límite
que nos asocia
con recuerdos
que patrocinan
unos amores
más que renovados.
Nos confiamos
en la noche
que es la misma
pero centrada
en otros fines.
Nos especializamos
en problemas de peso
que seremos capaces
de arreglar.
Distracciones estudiadas
Nos entregamos
para abrumarnos
en esta última hora
que nos da
la razón
más querida.
Hemos puesto
todo lo bueno
en un instante
de ronda disputada
con aspectos gratuitos.
No damos
con los balones
de unas etapas
que confiaron
en las distracciones
más estudiadas.
Las viviremos.
para abrumarnos
en esta última hora
que nos da
la razón
más querida.
Hemos puesto
todo lo bueno
en un instante
de ronda disputada
con aspectos gratuitos.
No damos
con los balones
de unas etapas
que confiaron
en las distracciones
más estudiadas.
Las viviremos.
Penitencias buenas
Nos pensamos,
y mucho,
y nos decimos,
y mucho,
que nos amamos,
y más.
Pasa la noche
con unas confianzas
que nos distraen
mientras dedicamos
tiempos infinitos
a las variables
que nos proponen
seguir
hasta el fin
de unos días
que nos conforman
con penitencias
buenas, estupendas.
y mucho,
y nos decimos,
y mucho,
que nos amamos,
y más.
Pasa la noche
con unas confianzas
que nos distraen
mientras dedicamos
tiempos infinitos
a las variables
que nos proponen
seguir
hasta el fin
de unos días
que nos conforman
con penitencias
buenas, estupendas.
Llegaremos donde soñamos
Me señalas con proyectos que han de ser compartidos por pura necesidad. Estamos en un gran barco. Llegaremos donde soñamos.
Un amor descartado
Predicamos con trigos que se hacen extraños. Podremos sentar las bases de un amor descartado.
Demostrar la felicidad
Sugerimos algunas críticas. Nos hemos compuesto para seguir con muchos amores. Podemos ser felices. Ya lo hemos dicho. Ahora toca demostrarlo.
En la mitad de todo
Estamos presentes en unos lugares que prueban nuestros corajes. La mitad es todo y más. En ella estamos. Nos miramos.
Me proyecto en ti
Programamos las astucias en el deseo de hacerlas afables, brillantes, puras, transparentes. Me proyecto en ti.
Explotar los valores
Nos metemos en un bosque que nos impide mirar hacia el lugar adecuado. Tenemos valores, y hemos de saber explotarlos.
No seremos relativos
Me gusta ese protagonismo que me regalas en esa nueva senda que hemos comenzado a pisar. No seremos relativos.
Amores en vuelo
No te pongas en esa tesitura que tanto daño nos hizo. Procuremos mirar en positivo. Nos hemos subido a otro carro de amores en vuelo.
Preferencias compartidas
Te pienso. Te deseo todo lo mejor. Hemos visto quiénes somos. Nos agarramos a las preferencias compartidas.
No damos con las salidas
Generamos rachas de pasiones que nos nutren entre penitencias de generosos gustos. No damos con las salidas.
Hasta no poder más
Cristalizamos algunas experiencias que nos hacen vivir entre actividades inefables. Nos gustamos hasta decir que no podemos más.
Afán interior
Uno mi deseo al tuyo, y algo sale. Poco a poco llamaremos a ese afán interior que nos hará mejores.
miércoles, 21 de enero de 2009
No hace falta más
Anuncio la sentencia de un amor ya casi extinguido. No acierto con las palabras. Tampoco hace falta más.
Mejor no pensarlo
Hoy te he visto. Tú a mí no. He soñado qué sería de nosotros si estuviéramos juntos. Mejor no pensarlo.
Has mejorado mi ser
No te pongas a la defensiva, que debes saber que te amo mucho. Has mejorado mi ser.
Sin amores
No te voy a cuestionar ahora que te encuentro sin amores en lo más hondo de tu ser. Piensa en lo corta que es la vida.
Cautela no diplomática
Hemos deseado
que los aciertos
sean compartidos
por quienes creen
en las aportaciones
de unos amores
que no han de estar
en venta.
Nos ponemos
a plantear apuestas
que nos digan
que podemos ser
y estar más
y mucho mejor.
Giramos hacia el amor
con una cautela
nada diplomática.
que los aciertos
sean compartidos
por quienes creen
en las aportaciones
de unos amores
que no han de estar
en venta.
Nos ponemos
a plantear apuestas
que nos digan
que podemos ser
y estar más
y mucho mejor.
Giramos hacia el amor
con una cautela
nada diplomática.
Para ti y en ti
Hemos tomado
algunos pensamientos
como rehenes
de una nueva
realidad
cargada de amor.
Brillaremos
con la propiedad
de unas estrellas
que nos amoldarán
al contento
de otra vida
más correcta.
Te diré que estoy
para ti y en ti.
No te quedes
en otro momento.
algunos pensamientos
como rehenes
de una nueva
realidad
cargada de amor.
Brillaremos
con la propiedad
de unas estrellas
que nos amoldarán
al contento
de otra vida
más correcta.
Te diré que estoy
para ti y en ti.
No te quedes
en otro momento.
De todos y para todos
Podemos realizar
ese sueño
de amores profundos
con los que podremos
compartir
muchas emociones
no desgastadas.
Nos hemos superado.
La negatividad
ha de quedarse
en un lago
que no visitaremos.
Pondremos
toda la fuerza
en el anhelo
de la felicidad
de todos y para todos.
ese sueño
de amores profundos
con los que podremos
compartir
muchas emociones
no desgastadas.
Nos hemos superado.
La negatividad
ha de quedarse
en un lago
que no visitaremos.
Pondremos
toda la fuerza
en el anhelo
de la felicidad
de todos y para todos.
Te tiendo la mano
Vamos deprisa
hacia la despedida
que me pone
en esa prueba
que nos dirá
hacia dónde poner
la mirada.
No acataremos
las decisiones
que ordenarán
las voluntades
de otras posibilidades.
Nos administramos.
Hemos mandado mensajes
de amores sufrientes.
Te tiendo la mano.
hacia la despedida
que me pone
en esa prueba
que nos dirá
hacia dónde poner
la mirada.
No acataremos
las decisiones
que ordenarán
las voluntades
de otras posibilidades.
Nos administramos.
Hemos mandado mensajes
de amores sufrientes.
Te tiendo la mano.
Otro día nos asociaremos
Nos faltará
todo el tiempo
del mundo
con las fluctuaciones
más subidas
hasta el momento
de la paciencia
callada y bonita.
Nos reponemos
de esfuerzos
que son letanías
con vertientes
más que cálidas.
No podemos esperar
precios innecesarios.
Nos asociaremos
otro día.
todo el tiempo
del mundo
con las fluctuaciones
más subidas
hasta el momento
de la paciencia
callada y bonita.
Nos reponemos
de esfuerzos
que son letanías
con vertientes
más que cálidas.
No podemos esperar
precios innecesarios.
Nos asociaremos
otro día.
La mirada que se fue
Intuimos
que estamos preparados
para retornar
a las visiones
de aquellos tiempos
que fueron
todo lo bueno.
Hemos averiguado
lo que podemos
hacer y vivir
con vinculaciones
de paciencias frustradas
con el paso
de un tiempo o dos.
No podemos
asistir a la mirada
que se fue.
que estamos preparados
para retornar
a las visiones
de aquellos tiempos
que fueron
todo lo bueno.
Hemos averiguado
lo que podemos
hacer y vivir
con vinculaciones
de paciencias frustradas
con el paso
de un tiempo o dos.
No podemos
asistir a la mirada
que se fue.
Victoria franca
Nos ponemos en contacto sin quejas. Negamos lo mayor con movilidades de historias alejadas de la victoria franca.
Palabras para compartir
Avalo mi ser con más intereses de viables intenciones que nos quitan y ponen mil palabras para compartir.
Nos formaremos
Te encuentro en mi ser con muchos conocimientos. Nos ofertamos amor de mucha calidad. Nos formaremos.
Luces de colores otra vez
Incrementamos las vidas con más vidas. No debemos permitir que nos quedemos sin impulsos. Estamos entre luces de colores. Otra vez aparecen.
Entre atenciones
Ajustamos las ilusiones. Llegaremos a ser todo entre atenciones que nos sacarán de algunas trincheras.
Manos a la obra
Juro mi voluntad de vincularme a ti. Nos hemos quedado con la noche. Nos ponemos manos a la obra.
Lo que dispongas
Te recibo con mucho amor. No te voy a dejar a solas, salvo que tú lo desees así. Estoy para lo que dispongas.
Las bases de otras relaciones
Comenzamos a acumular experiencias con una voluntad que nos propone sentar las bases de otras relaciones.
Otros momentos
Saludo tu amistad con una solvencia que no controla las medidas de otros momentos sosegados.
Anunciamos qué hacer
Estoy enamorado de ti. No sé hacia dónde podremos marchar. Las cosas son como son. Anunciamos qué hacer.
Me da igual
Sigues con unas promesas que rompen y rasgan. No te voy a contar lo que siento. Me da igual lo que digan.
Tiempos informales
Precipito todo con un entusiasmo que se potencia con la evolución de unos tiempos informales.
La larga espera
Me vuelvo hacia tu ser con un poco de buen humor. Nos asustamos en la larga espera que nos domina todo cuanto puede.
Tanta soledad
Me atemoriza pensar que te vas. Lo harás. Lo entiendo. Me da pavor el momento de la soledad, de tanta soledad.
martes, 20 de enero de 2009
La primavera que vendrá
Pacificamos el amor que nos hermosea el universo en la primavera que está por aparecer.
Una torpeza que nos distrae
Planteamos volver a esa nada que es consumación de una torpeza que nos distrae.
Evolución e ilusión
No tenemos
márgenes de maniobra.
Hemos declarado
que pensamos
en adopciones
con falsas caricias.
Nos ponemos en marcha
con una garantía
que nos pide
una evolución
diferente y marcada
por la ilusión.
Nos presentamos
para ver
lo que sucede.
Nos embarcamos
en otra aventura.
márgenes de maniobra.
Hemos declarado
que pensamos
en adopciones
con falsas caricias.
Nos ponemos en marcha
con una garantía
que nos pide
una evolución
diferente y marcada
por la ilusión.
Nos presentamos
para ver
lo que sucede.
Nos embarcamos
en otra aventura.
Pacificamos lo que pensamos
Acordamos
un tanto de amor
que hemos de dosificar
para no perderlo.
Los casos
nos rodean
con recuperadas
caricias lentas
que nos envuelven
con pasiones básicas.
No podemos
ajustar lo difícil.
Nos tomamos
un poco de tiempo.
Nos convencemos
de preferencias
que nos dan expresiones
casi literales.
Pacificamos
lo que pensamos.
un tanto de amor
que hemos de dosificar
para no perderlo.
Los casos
nos rodean
con recuperadas
caricias lentas
que nos envuelven
con pasiones básicas.
No podemos
ajustar lo difícil.
Nos tomamos
un poco de tiempo.
Nos convencemos
de preferencias
que nos dan expresiones
casi literales.
Pacificamos
lo que pensamos.
No reanudamos nada
Nos complementamos
en la espera
que nos inventa
la realidad
con un poco de humor.
Hemos anunciado
la existencia
con regulaciones
de penitencias
torcidas en la noche.
No llegaremos
a ver
todo cuanto ocurre.
Presionamos.
Nos hemos consultado
algunas experiencias.
No reanudamos nada.
en la espera
que nos inventa
la realidad
con un poco de humor.
Hemos anunciado
la existencia
con regulaciones
de penitencias
torcidas en la noche.
No llegaremos
a ver
todo cuanto ocurre.
Presionamos.
Nos hemos consultado
algunas experiencias.
No reanudamos nada.
Nos damos fortuna
Me entero
de tu presencia
en cuanto veo
todo lo que es.
Hemos recordado
experiencias
que nos hacen daño
en la larga espera
que controla
solo a medias.
Hablaremos
de ir y de volver
con una rectitud
siempre golosa.
No hemos dado
alguna fortuna.
de tu presencia
en cuanto veo
todo lo que es.
Hemos recordado
experiencias
que nos hacen daño
en la larga espera
que controla
solo a medias.
Hablaremos
de ir y de volver
con una rectitud
siempre golosa.
No hemos dado
alguna fortuna.
Carencias entregadas
Hemos cerrado filas
con una visión
que nos hará
tomar el todo
con un poco
de buen humor.
Nos quedamos
con un movimiento
más que extraño.
No hemos recordado
lo que fuimos.
Nos entendemos
con unas propuestas
que nos aclaran
qué no hacer.
Nos damos noches
con fórmulas
de carencias entregadas.
con una visión
que nos hará
tomar el todo
con un poco
de buen humor.
Nos quedamos
con un movimiento
más que extraño.
No hemos recordado
lo que fuimos.
Nos entendemos
con unas propuestas
que nos aclaran
qué no hacer.
Nos damos noches
con fórmulas
de carencias entregadas.
Realidad compartida
Finalizamos
casi como empezamos.
Nos componemos
de brechas
con dedicaciones
que varían
de un lugar
a otro.
No damos
con la materia
que pudo ser esencial.
Seguimos
como si todo
fuera igual.
Nos proponemos apostar
por la realidad,
que es compartida.
casi como empezamos.
Nos componemos
de brechas
con dedicaciones
que varían
de un lugar
a otro.
No damos
con la materia
que pudo ser esencial.
Seguimos
como si todo
fuera igual.
Nos proponemos apostar
por la realidad,
que es compartida.
Podremos ser dichosos
Presumo
de ti,
y lo sabes.
He acatado
tus deseos,
que han sido míos,
por respeto
hacia esta relación
en la que confiamos
con deseo
de dar
con la clave
de la felicidad.
No hay más
que seguir
intentando ser
dichosos.
Podremos.
de ti,
y lo sabes.
He acatado
tus deseos,
que han sido míos,
por respeto
hacia esta relación
en la que confiamos
con deseo
de dar
con la clave
de la felicidad.
No hay más
que seguir
intentando ser
dichosos.
Podremos.
Nos planteamos olvidos
Resumo presunciones que nos vuelven inocentes. No te voy a contar lo que no soy. Nos planteamos olvidos.
Muchas ansias
Ofrecemos confianza en el futuro. Nos hemos consultado lo que pensamos. Llegamos con muchas ansias.
Con muchos objetivos
Hemos buscado la solidaridad en vidas que se distraen en exceso. Acudimos con muchos objetivos.
Medio bobos
Busquemos reflejos. No daremos con las salidas más significadas. Nos hemos vuelto medio bobos.
Hemos de ser flexibles
No damos con los puntos que podrían ser fundamentales. No contaremos lo que no hemos sido. Pensemos en el futuro. No volvamos a rocas estériles. Hemos de ser flexibles.
Estaremos juntos
Pedimos un poco de brillantez en lo que pensamos y exponemos. Asumimos que estaremos juntos.
Mucho valor
Nos curamos en salud. Hemos aguardado ese milagro que será en martes. Nos damos mucho valor.
Apenas ven
Hemos tomado nuestros corazones como rehenes de una revolución que apenas ven lo que sucede.
Cuestiones por desmenuzar
Apuesto por lo que podremos ser. Hemos divisado muchas cuestiones que ahora hemos de desmenuzar.
No mucho más
Tratamos de estar en ese momento de cuestionamiento entre asuntos reales. No sé mucho más de lo que ahora te cuento.
No ahora
Renuncio a ti con un poco de buen humor. Hemos sido en ese momento de regodeo con amores complicados. Te diré, pero no ahora.
El regreso
Ruego que todo vaya bien. Sé que irá. Hemos hablado de estar juntos. Las existencias nos ruegan el regreso.
Visiones complejas
Nos preñamos de sensaciones que nos ponen en ese lugar donde nos esparcimos con visiones complejas.
Ahora lo sabemos
Meditamos en esta noche que no es nuestra. Hemos pertenecido a otra era, y ahora lo sabemos.
lunes, 19 de enero de 2009
A los dos por igual
Hemos llegado a ver lo que nos conviene. Nos planteamos volver a tocar ese amor que nos pertenece a los dos por igual.
Sentencia directa
Me presto a tu confesión con una voluntad que es sentencia directa hasta tu corazón.
Devolución de una vida
Sugerimos la devolución de una vida que fue nuestra durante mucho tiempo. No estamos listos para zarpar.
Estela en la mar
Memorizas el bienestar que nos propone seguir con la voluntad que fue estela en la mar.
En el vacío
Buscamos amores que son trampas en el vacío de la existencia. No nos tumbaremos en la confianza.
De la mejor manera que podemos
Aunas esferas de penitencias que nos portan al otro lado de una era que nos prefiere de la mejor manera que podemos.
Con la boca abierta
No te dejes vencer por ese aire que hoy no es tuyo. Nos quedamos con la boca abierta.
Mantener conciertos
Entramos en una dinámica que nos asombra. Hemos divisado conciertos que ahora hemos de mantener.
Ya no estamos solos
Te convoco
a mi vera,
en mi ser,
dentro de mí,
con una hermosura
que ralentiza
las impaciencias.
Hemos dicho
algo de verdad,
y con ella regresaremos
a ese universo
que nunca debimos
olvidar.
Terminamos
casi como empezamos.
Ya no estamos solos.
a mi vera,
en mi ser,
dentro de mí,
con una hermosura
que ralentiza
las impaciencias.
Hemos dicho
algo de verdad,
y con ella regresaremos
a ese universo
que nunca debimos
olvidar.
Terminamos
casi como empezamos.
Ya no estamos solos.
Mucho mejor
Te puedo
contar mucho,
lo que sé.
Quizá es poco.
La coherencia
ha de ser la premisa
de un mundo
con tenencias
que deben ser lícitas.
Venimos deprisa
para apresar
mejores tiempos.
Nos salimos
de algunos lamentos
que fueron quietudes.
Las cosas
se pueden hacer
mucho mejor.
contar mucho,
lo que sé.
Quizá es poco.
La coherencia
ha de ser la premisa
de un mundo
con tenencias
que deben ser lícitas.
Venimos deprisa
para apresar
mejores tiempos.
Nos salimos
de algunos lamentos
que fueron quietudes.
Las cosas
se pueden hacer
mucho mejor.
Nos sustentamos
Mantenemos
promesas de años
perdidos, alocados.
Buscamos
en los interiores
que fueron
divisas y señas
de identidades
que alcanzaron
las promesas
menos reintegrables.
Hemos sumado.
Los porcentajes
nos salen
sin ningún género
de privación.
Nos sustentamos.
promesas de años
perdidos, alocados.
Buscamos
en los interiores
que fueron
divisas y señas
de identidades
que alcanzaron
las promesas
menos reintegrables.
Hemos sumado.
Los porcentajes
nos salen
sin ningún género
de privación.
Nos sustentamos.
Saborear lo permanente
Solicitamos
un poco de confianza
para buscar
los secretos
que fueron voces
en las creencias
que apoyan
y tienen todo
y más
que brindar
en unas reuniones
de puros sentimientos.
No vamos
a avanzar más.
Pararemos
para saborear
lo que sea permanente.
un poco de confianza
para buscar
los secretos
que fueron voces
en las creencias
que apoyan
y tienen todo
y más
que brindar
en unas reuniones
de puros sentimientos.
No vamos
a avanzar más.
Pararemos
para saborear
lo que sea permanente.
Ya no hay más
Tenemos
muchos sueños
que consumar
sin consumir
lo que tenemos
en el interior.
Hemos devuelto
un tono agradable
a unas vidas
que se perdían
sin tener
mucho que ofertar.
Será todo
ante la nada
que nos vendieron.
Ya no hay más.
muchos sueños
que consumar
sin consumir
lo que tenemos
en el interior.
Hemos devuelto
un tono agradable
a unas vidas
que se perdían
sin tener
mucho que ofertar.
Será todo
ante la nada
que nos vendieron.
Ya no hay más.
Mucho más
Te debo mucho más de lo que me refieres. Has devuelto vida donde no había nada. Nos aconsejamos más sentimientos.
Confianza a los corazones
Pensamos en ser, en conseguir que las cosas sean. Hemos repuesto los elementos que dieron confianza a los corazones.
Sin flujos diferentes
Te denomino con mucho amor. Hemos vuelto a la calidad formal de una existencia sin flujos diferentes.
Regresar a tu corazón
Creemos en las voluntades que nos llegan con unas reservas medio deseables. Negocio regresar a tu corazón.
La vida nos consuela
No te pongas con cuotas que ni entendemos. Hemos devuelto lo que pensamos. La vida nos consuela.
Cariño a borbotones
Tenemos inquietudes. Hemos supuesto que podremos ir. Las cosas son. No hemos visto todo. Necesitamos cariño a borbotones.
Sabemos que lo haremos
Reconvertimos todo lo que podemos. Hemos servido de postes. No pedimos regresar, pero sabemos que lo haremos.
Fluctúan las existencias
Incrementamos los afanes. Quedan los deseos de cuando éramos mejores. Las existencias fluctúan.
Amores solventes
Destaco que somos. Hemos agarrado los ejemplos. Las capacidades han de desarrollarse con amores solventes.
Mudaremos la actitud
Morimos en vida. No encontramos los mismos anhelos de cuando éramos niños. Es una pena. Mudaremos la actitud.
Hemos buscado mucho
Hallamos la vida en el mismo lugar de antaño. Regulamos todo lo que nos merece la pena. Hemos buscado mucho.
Con mucho amor
Auguro que serás, que podrás, que nos tendremos sin juicios previos. Nos aspiramos con mucho amor.
Por el inicio
Avisas de sentimientos que te ubican mal. Hemos agotado muchos esfuerzos que han de volver por el inicio.
Ten valor
Intervenimos para ser nosotros. Lo seremos. No te quedes hoy donde lo dejaste ayer. Ten valor.
domingo, 18 de enero de 2009
Números y algo más
Gastamos la vida con la memoria que no es nuestra. No damos con las claves que fueron números y algo más.
No menos
Personificamos algunas cuestiones que nos sacan de las lagunas de la soledad. No podemos deber menos.
De testigos
Ablando mi corazón hasta llegar a ese legado que me propone seguir bien. Hemos servido de testigos.
En sintonía
Participo en tu mundo con una sorpresa medio agradable que me porta lejos y cerca. Estamos en sintonía.
Lo mejor que podamos
Pienso en todo lo que podremos ser. La vida llega donde a menudo no pensamos. Lo haremos lo mejor que podamos. Sí.
Que sí
Pregono tu nombre por doquier. Has dado en la clave. Nos enamoraremos por siempre. Hemos dicho que sí.
A tu favor
Estoy a tu favor. No dudo de que me darás la dicha que tanto busco. Nos esforzaremos los dos.
En el equilibrio puro
Engancho tu corazón con un poco de más anhelo de ser en el equilibrio puro y duro.
Te digo dónde estaremos
Me has dado todo el amor del mundo. No sé hacia dónde podemos movernos. Sí te digo dónde estaremos.
Pensamos en la amistad
Juramos casos eternos de felicidad que no vamos a controlar en modo alguno. Pensamos en la amistad.
No damos con las claves
Aglutino espacios que nadie quiere ver con la fuerza de antaño. No damos con las claves.
Muchas cosas
Ultimas las gracias con un poco de buen humor. Estás donde quieres. Has planteado muchas cosas.
Corazón fortalecido
Cautivas a ese corazón que está fortalecido por el paso de cinco maravillosos años.
Todo es en ti
Te vences a la menor ocasión. Has mirado con una implementación de olvidos. Todo es en ti.
El todo que no te deja ver
No te ajustes a lo que no es, a lo que contemplas con la claridad de ese todo que te impide ver el bosque.
Nos hemos olvidado
Aclaras esos conceptos en los que no vemos las esencias. Nos hemos olvidado de ser felices.
Corazón único
No estropees ese corazón que es único. Nos esforzamos por estar donde todo es de otro modo.
Seguirá así
Me creo todo lo que dices. No tengo razones para pensar que estás con otra visión. Hemos aprendido a ser felices desde el respeto. Así seguirá.
La sensación que es
No vayas tan lejos. Eres todo cuanto tengo. Hemos cubierto de gloria toda la sensación que es.
Nos sentimos únicos
Marco ese temple que en ti es nada. Nos sentimos dichosos, cercanos, creo que únicos.
viernes, 16 de enero de 2009
Adelantaremos las impaciencias
Tenemos muchas posibilidades. Marcharemos hacia ese punto de desarrollo creciente. Adelantaremos las impaciencias.
Valor a las conciencias
Hemos dado valor a las conciencias que nos rodean. No somos los primeros, pero tampoco los últimos.
Más atención
Nos exponemos a recurrentes dichas que son obligatorias. Nos demandamos un poco de más atención.
Besos y abrazos sin fin
Debemos establecer unas prioridades de gustos resumidos en besos y abrazos que no tendrán fin.
Compromisos que evitan
No seas. Hemos gustado de paciencias que van y vienen con unos compromisos que evitan lo que es.
Rescates y perfiles
Debemos hablar de las elevadas exposiciones a los diálogos que nos rodean. Hemos dado posibilidades que se exportan con rescates de otros perfiles. Nos emocionamos.
Más querencia
No ataquemos las esencias de una amores que únicamente aceptan abrazos y momentos de estímulos apasionados. Nos debemos dar más querencia.
Levedades que recuerdan lo que fuimos
Nos podemos responsabilizar de lo que sentimos. Afrontamos los compromisos con unas levedades que recuerdan lo que fuimos.
Sentido en ti
Te conozco. Siempre te he estado esperando. Han pasado años. Los cánticos de la infancia tienen sentido en ti.
Sucesión de caricias
Instamos a la sucesión de caricias. Nos aproximamos a las vehemencias de quienes fueron especiales. No daremos tregua a lo que sienten nuestros corazones.
Avisos de amores
Hemos tenido que dar potencia a las palabras que nos regalaban avisos de amores que siempre se estrenan de manera permanente.
Más arriba
Cumplimentamos lo que queremos hacer en un universo de paciencias calladas. No sé si podríamos llegar más arriba.
Avisos periódicos
Nos pensamos con reintegros de especiales caricias que vienen por doquier con señales de avisos periódicos.
No contaremos todo
Recordamos la lista que nos hicimos de deberes que todavía permanecen incumplidos. No contaremos todo.
El mejor partido
No te pongas a vivir en el dolor por las ausencias. La vida es lo que es. No le demos más vueltas. Tratemos de sacarle el mejor partido.
Corazones sin beneficio
Colaboramos
con lo que sucede.
Facilitamos
todo lo que tenemos
con casos puros
que nos salvarán
de las necesidades
que nos hacen obrar
de mil modos distintos.
Compartimos
lo que nos distrae
con bajadas
de levedades
hacia el mundo
de proyectos
de mejora
de corazones
sin beneficio.
con lo que sucede.
Facilitamos
todo lo que tenemos
con casos puros
que nos salvarán
de las necesidades
que nos hacen obrar
de mil modos distintos.
Compartimos
lo que nos distrae
con bajadas
de levedades
hacia el mundo
de proyectos
de mejora
de corazones
sin beneficio.
Un beso de horas
Me apego
a ti
con toda la energía
que soy capaz
de generar.
Nos damos
una actividad
que quita presiones
de otros momentos.
Nos dedicamos
a aspectos
que dejamos
durante mucho tiempo.
Tenemos iniciativas
que vamos a compartir.
Te daría
un beso de horas.
a ti
con toda la energía
que soy capaz
de generar.
Nos damos
una actividad
que quita presiones
de otros momentos.
Nos dedicamos
a aspectos
que dejamos
durante mucho tiempo.
Tenemos iniciativas
que vamos a compartir.
Te daría
un beso de horas.
Evitar lo malo
Aumenta
la preocupación
ante la falta
de una cobertura
que podríamos mantener
con explosivas
solvencias
hacia la tranquilidad
que nos podría dar
la sensación
que durante tiempo
hemos negociado.
Los cuerpos
se convulsionan,
y pedimos que el día
nos de un descanso
que podría evitar
todo lo malo.
la preocupación
ante la falta
de una cobertura
que podríamos mantener
con explosivas
solvencias
hacia la tranquilidad
que nos podría dar
la sensación
que durante tiempo
hemos negociado.
Los cuerpos
se convulsionan,
y pedimos que el día
nos de un descanso
que podría evitar
todo lo malo.
Compartida y sin sal
Arrancamos
la pasión
con una visión
ante lo que sucede,
que es una normal
articulación
de lo que viene
con sombras
casi intensas.
Nos hemos puesto
a correr
con recordatorios
de penitencias
y solicitudes
de una calma
que debería ser
habitual, nuestra,
compartida y sin sal.
la pasión
con una visión
ante lo que sucede,
que es una normal
articulación
de lo que viene
con sombras
casi intensas.
Nos hemos puesto
a correr
con recordatorios
de penitencias
y solicitudes
de una calma
que debería ser
habitual, nuestra,
compartida y sin sal.
En los lugares de otros
Gobernamos
nuestras vidas
con un poco de más
astucias calladas
de lo que podemos
confesar.
Morimos
y casi vivimos
con paralelismos
que nos dan
novedades imposibles.
Aumentamos
con resortes puros.
No podemos hacer
nada más.
Nos ponemos
en los lugares
de otros.
nuestras vidas
con un poco de más
astucias calladas
de lo que podemos
confesar.
Morimos
y casi vivimos
con paralelismos
que nos dan
novedades imposibles.
Aumentamos
con resortes puros.
No podemos hacer
nada más.
Nos ponemos
en los lugares
de otros.
No podemos contar
Pido la palabra
para tocar
ese fondo
que es premisa
salvadora y fugaz.
Nos animamos
a solicitar
un poco de más amor.
Estamos preparados
para solventar
algunas necesidades
en forma de caricias.
No podemos contar
las semanas
que transcurren
sin sensaciones de paz.
para tocar
ese fondo
que es premisa
salvadora y fugaz.
Nos animamos
a solicitar
un poco de más amor.
Estamos preparados
para solventar
algunas necesidades
en forma de caricias.
No podemos contar
las semanas
que transcurren
sin sensaciones de paz.
jueves, 15 de enero de 2009
Las cosas mejorarán
Te confieso un amor de grandes dimensiones. Nos hemos mirado intentando comprender que las cosas mejorarán.
Las cosas que son
Gestamos un poco de más emoción. No damos el salto hacia la naturaleza de las cosas, que son lo que son.
En el lado menos oculto
Insisto en las negaciones de lo más maravilloso. Te diré que estamos en el lado menos oculto.
Impresiones generosas
No te pongas a cruzar puntos de olvidados divertimentos que nos ahuyentarán con impresiones generosas.
El Periodista en la Región de Murcia
1.1. La situación y el perfil social y formativo de los periodistas de los medios de comunicación de la Región de Murcia
A continuación, vamos a intentar perfilar la situación del periodismo y de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación murcianos desde el punto de vista social, formativo y laboral. Para ello, hemos configurado un perfil conformado por ítems de muy distinta índole, con los que pretendemos ofrecer una visión integral y profunda, integrando tanto sus caracteres personales como formativos y profesionales, así como la visión que tienen de la labor que desempeñan –y la que podrían desempeñar- los medios y ellos mismos en relación a la sociedad.
1.1.1. El estado civil
Desde las encuestas emergen distintas situaciones personales, unas situaciones que conviene conocer precisamente para tener un perfil claro de quienes realizan las tareas periodísticas cada día. No olvidemos que somos el resultado, como diría Ortega y Gasset, de nuestras circunstancias, y las principales condiciones nos vienen de nuestras raíces y de nuestras personalidades.
La mayoría de los entrevistados, 38 periodistas (el 44,7%), declara estar soltero. A ellos les siguen los que están casados, 36 periodistas (el 42,3%), mientras que 5 (el 5,9%) están separados y/o divorciados y 1, una señora (1,2%) está viuda. No han contestado a esta pregunta 5 personas (el 5,9%). Pensamos que no lo han hecho porque piensan que no es un dato relevante para la profesión. Se equivocan, y bastante. Seguramente conviene que nos preguntemos por qué la mitad de los encuestados están solteros. Puede que la falta de perspectivas económicas esté tras ello. Puede que no haya suficientes horas en el día para conciliar la vida laboral y familiar, una demanda, por cierto, muy defendida hoy en día. Hay que escarbar detrás de todas estas cifras, entre otras cosas porque la situación de los periodistas, esto es, el grado de satisfacción, tiene mucho que ver con sus coyunturas personales.
Entre ellos, entre aquellos que hemos tenido en cuenta, 81 entrevistados (el 95,3%) deben satisfacer a las necesidades de un núcleo familiar compuesto de media por 3,3 personas y 78 (el 91,8%) entrevistados tienen, de media, un hijo. Una primera conclusión nos lleva a pensar que, en este gremio, hay parejas de hecho, esto es, que no han suscrito un contrato matrimonial para concebir posteriormente una familia y unos hijos, llegado el caso. También puede ocurrir, y sucederá, que algunos que tienen un núcleo familiar de tres o más personas incluyen a ascendientes o hermanos, a los que deben sustentar o con quienes contribuyen a una economía común. Sólo con esta última apreciación entendemos que únicamente la mitad estén casados y que, sin embargo, tengan personas a su cargo.
Revisando los datos recogidos podemos destacar la clara tendencia a la formación de grupos familiares de tamaño reducido: sólo 43 periodistas (50,6%) han expresado una preferencia respecto a la posibilidad de tener un hijo. De nuevo parece que es un dato que se considera demasiado íntimo para darlo a conocer. Recordemos que las encuestas son en su confección y en su realización anónimas, y por eso no entendemos ese rechazo general a contestarlas, y, específicamente, a dar datos que se pueden considerar muy del ámbito personal.
La mayoría de los encuestados se divide respectivamente entre los que no quieren tener un hijo, 19 periodistas (el 44,2%) y los que piensan en tenerlo tras tres años o más, que son otros 19 entrevistados (el 44,2%). Tres periodistas (el 7%) se han planteado esta posibilidad en uno o dos años y sólo 2 en el presente año 2008 (el 4.6%). Se aprecia que no hay prisa por formar una familia, por tener descendencia. Una vez más deberíamos conocer el motivo. Deberíamos plantearnos si es dejadez, falta de interés, o falta de las condiciones socio-laborales oportunas (por esta me inclino yo) para conseguir esa estabilidad familiar precisa para salir con bien a flote un día y otro.
Por lo que afecta al lugar de nacimiento, un dato que también tiene su interés, la mayoría de los periodistas, 60 entrevistados (el 70,2%), es de Murcia. Madrid es el suelo natal de 4 entrevistados (4,7%), a los que les sigue Valencia con 3 (el 3,5%), Albacete, Alicante y Barcelona respectivamente con 2 periodistas (el 2,4%), y Ávila, Baleares, Castilla-León, Granada, León, Lorca, Melilla, Navarra, Toledo y Vizcaya respectivamente con 1 (1,2%). Faltan las respuestas de 2 periodistas (el 2,4%). Por alguna motivación algún periodista no ha querido responder a su dato de origen o procedencia, por si, a lo mejor, se descubría quién era. Puede que en un ámbito tan reducido como la Región de Murcia haya datos que permitan el conoce de quién se está hablando. Lo que ocurre es que la vocación de quien escribe y de quienes han elaborado la encuesta no ha sido en ningún momento el perseguir los datos concretos de cada cual, sino los genéricos del grupo.
Como se ve, es clamoroso el número de profesionales que han nacido en Murcia. A pesar de que históricamente no ha habido Facultades de Comunicación en Murcia, sí se ha dado el hecho de que los profesionales han procurado volver a la Región para ejercer en cuanto han podido.
1.1.2. Participación en foros o tertulias
La siguiente pregunta también alberga su relevancia. Consideramos, como punto básico, que el aprendizaje, sobre todo en el sector que vive de la comunicación y de la palabra, está basado precisamente en compartirla, en que nos contemos qué es lo que pensamos, qué es lo que vivimos, cómo interpretamos nuestra realidad y la de los demás, y cómo pensamos que se pueden ir solucionando los diversos asuntos.
Veamos los datos, y tratemos de extraer algunas consideraciones. La participación en foros o tertulias con otros periodistas resulta baja a tenor de las respuestas conseguidas: sólo 18 profesionales de la comunicación (el 21,2%) deciden reunirse con regularidad para compartir las ventajas de una plataforma de diálogo común. Esto se traduce, poco más o menos, en dos de cada diez periodistas, se preocupan, o tienen tiempo, o lo buscan, o tratan de tenerlo, para charlas y aventurar posibles soluciones a los problemas del sector. Dicen hacerlo con una cierta regularidad, lo cual está bien. A falta de un escenario propicio o propiciatorio, todo parece indicar que las reuniones son en lugares públicos y con cualquier excusa, posiblemente en torno a un café o algo así.
Como podremos ver más adelante, este dato se relaciona con una de las propuestas más frecuente expresada por los periodistas: la necesidad de la creación de un colegio profesional. Quizá esta entidad podría, o debería ser, el punto de encuentro del sector para hacer aflorar problemas, reivindicaciones, situaciones o incluso rutinas de trabajo más o menos fructíferas. Un alto porcentaje (el 41,2%), 35 periodistas, no usa habitualmente este instrumento de comunicación al que ahora nos referimos, las tertulias, y los demás entrevistados, 32 (el 37,6%) tiende a participar esporádicamente. Hay, por ende, y ésta sería una primera aproximación que habría que valorar más y mejor, con más densidad, una baja participación endógena de los profesionales de la información.
1.1.3. La influencia de los medios. El poder de la televisión.
Ahora recalamos en un puerto harto complejo. Nos referimos, al igual que ha hecho la Asociación de la Prensa de Madrid, a la valoración que hacen los periodistas de sí mismos y de las empresas para las que trabajan.
Veamos. Los periodistas eligen la televisión como el medio que valora más la sociedad y lo hacen, entre los diversos encuestados, con 37 preferencias (el 43,5%). Mientras, la prensa recoge dos preferencias menos, 35 (el 41,2%), y, finalmente, la radio e Internet destacan por la marcada diferencia de preferencias recibidas, respectivamente 13 (el 15,3%) y 8 (el 9,4%). Curiosamente, y como hemos visto en el caso del Estudio de la Asociación de la Prensa de Madrid, del año 2007, prácticamente los profesionales de la información de toda España y los de Murcia coinciden en sus apreciaciones sobre lo que piensa la ciudadanía de los “mass-media”.
Quizá, dentro del oficio, no vemos bien las cosas, o puede que a menudo valoremos en exceso las posibilidades de la televisión, desde el punto de vista de su posible y/o influencia real, y, por otro lado, no pensemos que ésta es un mundo para dos de cada tres ciudadanos, que sólo advierten el mundo, el universo, a través de lo audiovisual. Aquí se advierte que los profesionales han sido honestos, y han mirado en su corazón para interpretar lo que medita y honra la sociedad misma.
1.1.4. Actitud y predisposición al uso de las TIC’S
Los datos expuestos anteriormente podrían mostrar una muy poca inclinación hacia las nuevas tecnologías por parte de los profesionales, en primer término, que son los que han contestado, y por la sociedad misma, a la cual retratan. En realidad, la auto-evaluación de los entrevistados respecto a la preparación para utilizar las nuevas tecnologías nos entrega 75 respuestas afirmativas (el 88,2%) contra 10 respuestas negativas (el 11,8%). Hay, pues, una valoración extrema de lo que suponen, para el ejercicio profesional, y, por lo tanto, para todo el colectivo ciudadano, las nuevas tecnologías de la información.
Los mismos datos, por seguir en este mismo terreno, se reflejan en la pregunta siguiente: unos 75 periodistas (el 88,2%) afirman que la aportación de las nuevas herramientas comunicativas, de las nuevas tecnologías, ha mejorado el ejercicio de la profesión. Lo creen, lo afirman, y lo sustentan. Igualmente, han cambiado el perfil de preparación de los profesionales, sus rutinas de trabajo, sus medidas o percepciones sociales, sus trabajos en definitiva. Sólo una minoría, 10 entrevistados (el 11,8%) declara seguir igual que antes, sin hacer cambios, sin usar medios más modernos y sofisticados. Hay que resaltar, y eso es bueno, que nadie ha expresado una opinión en contra de lo que suponen las TIC´s. La revolución ha sido tremenda, importante, decisiva y decisoria.
El análisis que hemos confeccionado subraya de manera determinante la presencia esencial de dos instrumentos de labor como son el correo electrónico e Internet en la vida profesional del periodista. Estos dos elementos han dado un giro copernicano a la existencia humana. Es natural, también, que haya ocurrido lo mismo en el ámbito informativo y comunicativo. Por lo que concierne al correo, 81 de los redactores, de los profesionales de la información (el 95,3%) se expresan favorablemente, esto es, dicen estar contentos con su uso, que dicen practicar de manera asidua, frente a los únicos 4 (el 4,7%) que todavía no lo utilizan. Cambian muy poco las preferencias en relación a Internet, al uso de la llamada Red de Redes: un total de 83 periodistas (el 97,6%) aprovechan sus ventajas, mientras que 2 (el 2,4%) no lo utilizan. Varía, por otro lado, la medida de utilización de la red: hay 67 entrevistados (el 78,8%) que declaran que la utilizan mucho, mientras que 14 (el 16,4%) afirman que la usan lo necesario, y 2 (el 2,4%) indican y subrayan que apenas utilizan los nuevos medios informáticos, y resaltan que es poco, 1 (el 1,2%), o muy poco, un periodista (el 1,2%). Hay una persona que no se ha expresado en este sentido. No acertamos a comprender el motivo. Suponemos que, a lo mejor por edad, está en el plano no contemplado por el cuestionario de no sabe o no contesta.
1.1.5. La apreciación y valoración de la profesión
Según la muestra analizada, la percepción de la profesión del periodista en nuestra sociedad es positiva para 47 entrevistados (el 55,3%), mientras que 37 (el 43,5%) tiene una opinión contraria. Hay un periodista que no se ha pronunciado (1,2%). Los datos son muy similares a los que nos propone la Asociación de Periodistas de Madrid, a través de ese estudio que ha ido haciendo en los últimos cuatro años. Lo cierto es intentamos tener una percepción generosa, pero, aún así, hay un porcentaje muy alto de personas que creen que no hay una visión halagüeña de lo que hacen los profesionales de la información.
La contundencia del dato, casi cuatro de cada diez, que indican que la sociedad no tiene una buena visión del periodista, nos debería llevar a reflexionar sobre las circunstancias que subyacen a esta preocupante perspectiva. A título del investigador que suscribe estas letras, los periodistas murcianos han reflejado una coyuntura nacional por las razones que vamos dando en las diversas respuestas al cuestionario que hemos manejado específicamente para esta investigación. Ya que, de manera recurrente, sabemos lo que ocurre, ahora toca tomar decisiones, y no dejarlas para otro día, otro mes, u otro año, para, como siempre, no hacer nada.
1.1.6. Las Fuentes de las informaciones
Un estudio reciente de la Universidad Camilo José Cela de Madrid resaltaba que más del 80 por ciento de las noticias que se dan en Prensa, Radio y Televisión (faltaría saber qué ocurre en Internet) tienen como base una única fuente informativa, que, por otro lado, suele ser, habitualmente, un gabinete de comunicación. Éste es un hecho preocupante.
En nuestro cuestionario, y ése puede ser un fallo, no se detecta si se utilizan varias fuentes, sino más bien cuáles son las más usadas. Por las respuestas se corrobora la importancia de las ruedas de prensa y de los gabinetes de comunicación. Ambas vías de información superan el cuatro, que bien podría equivaler a un ocho en una escala de diez. Su importancia, como se observa, es similar a los actores de la noticia o el recurrir a los propios expertos.
Desde las encuestas se pueden deducir cuáles son las fuentes de informaciones manejadas por los periodistas. Estas fuentes han sido evaluadas con una escala de 1 (raras veces) a 6 (a menudo). Los datos los vemos a continuación, y son muy elocuentes:
1. Actores de la noticia 4,7
2. Expertos 4,4
3. Personas con un conocimiento cercano al tema 4,1
4. Testigos presenciales 4,1
5. Internet 4,8
6. Documentos/estudios 3,9
7. Llamadas al público 2,5
8. Cartas 1,8
9. Funcionarios 2,8
10. Políticos 3,9
11. Ruedas de prensa 4,6
12. Empresarios/Ejecutivos 3,3
13. Encuestas 2,5
14. Oficinas de prensa 4,3
15. Otros 1,1
Vemos que los actores de las noticias, los protagonistas, los expertos, los testigos, los que saben de lo que habla y por qué… suelen ser los más recurridos como fuentes informativas. Resaltemos que fuentes como las cartas, ahora con las nuevas tecnologías, como también se ve, quedan relegadas a un segundo plano. Internet es ahora un recurso primordial. Las encuestas o los estudios de cierto nivel son también referencias como elementos básicos para elaborar diversos productos periodísticos. El lector ve claro el reparto de consultas y su nivel de aceptación.
1.1.7. El derecho a la intimidad y/o el derecho a la información
El verdadero desafío, el gran reto, el gran planteamiento con sus controversias y dudas, en la época que estamos viviendo es, tal vez, la reflexión sobre los límites del progreso tecnológico más y más acelerado, y con un crecimiento enorme, en relación al respeto de los derechos fundamentales del individuo, a su defensa, a su tutela, a su preservación, fundamentalmente, y de manera particular a los que tienen que ver con la esfera personal. El ingente debate, el no resuelto, nos viene de la confrontación, por decirlo de algún modo, entre el derecho a la intimidad de las personas, de las sociedades, de los individuos, y el derecho a estar informados que tienen todos los miembros de una comunidad. La colisión, en algunas ocasiones, en muchas, es inevitable. La idea es que triunfe aquel que suponga más beneficios y menos perjuicios, vistos unos y otros desde puntos de vista cuantitativos y cualitativos.
Los datos muestran cómo la mayoría de los entrevistados, unos 69 individuos (el 81,2% del total), elige una conducta profesional basada en el respeto al derecho a la intimidad, respecto a una minoría, que se traduce en 13 periodistas (el 15,3%), que pone por encima de cualquier otra consideración el derecho a la información. Tres periodistas (el 3,5%) no se han expresado sobre el particular, bien porque no lo tienen claro, porque no desean hacer ver su visión o porque habría que explicar que, según los casos, debe prevalecer un derecho sobre otro. De hecho, las decisiones judiciales y la jurisprudencia tienen siempre en cuenta las condiciones y circunstancias de cada momento.
Las explicaciones a favor de esta conducta, esto es, la defensa del derecho a la intimidad de los ciudadanos de un Estado democrático, son diferentes: la más frecuente, según destacan 45 periodistas (el 52,9%), es que, en el ejercicio del derecho a la información, no vale todo. Estamos de acuerdo la mayoría de los miembros de la sociedad, como se desprende de la mayor parte de las encuestas ciudadanas que se realizan. A continuación, con 14 preferencias (el 16,5%), los entrevistados piensan en el daño que se puede ocasionar a personas y/o cosas cuando se sobrepasan algunos límites. Hay 12 (el 14,1%) están convencidos de que es más importante el derecho a la Intimidad, mientras que 3 el (3,5%) consideran que no se puede contar todo, 2 (el 2,4%) se pronuncian según esta línea de pensamiento porque se pueden entorpecer, según glosan, otros tipos de actuaciones. Hay uno (el 1,2%) que coincide con un parecer tan respetable como repetido en el seno social: es el que se refiere que hay que respetar el derecho a la intimidad para evitar los juicios paralelos.
Nos quedarían otros 4 (el 4,7%) que aducen estar a favor de ese respeto por otros motivos, que podrían haber explicitado, pero, sin embargo, no lo han hecho. No han respondido 4 entrevistados (el 4,7%), quizá por miedo, por incredulidad sobre la validez de su respuesta, por no tenerlo claro, o por no querer particularizarla en aras de un mayor anonimato. En todo caso, resaltemos, una vez más, que los resultados de las encuestas se han tenido en cuenta solo en sus apreciaciones globales y particulares, pero sin pensar en el estado de opinión de un profesional determinado o una empresa en concreto. Solo de este modo tienen validez los resultados. Eso es lo que pensamos.
1.1.8. Las Facultades de Comunicación
Una considerable porción de la muestra asigna un nivel medio-alto a la institución universitaria en la que se forman o se pueden instruir los periodistas, aunque permanecen dudas sobre la oportunidad y el hecho de que éstas puedan ofrecer, u ofrezcan ciertamente, una preparación más cercana a la realidad profesional que el futuro periodista experimenta cuando se pone a trabajar.
La mayoría de los entrevistados, 36 periodistas (el 42,3%), define como buena la oferta formativa, mientras que 35 (el 41,2%) estiman que las Facultades de Comunicación ofertan una instrucción tildada como regular. Respectivamente, 5 (el 5,9%) y 1 (el 1,2%) les atribuyen una valoración negativa, esto es, mala y muy mala. Sólo 8 (el 9,4%) están convencidos de que es muy buena. De nuevo, y tras treinta años de existencia, se cuestiona la calidad de la enseñanza universitaria en estas lides. Ha habido tiempo suficiente para dar con una formación de calidad y apegada a las circunstancias profesionales de cada momento. Quizá por falta de visión, de recursos, de trazar unos intereses comunes entre empresas, Universidad y profesionales y estudiantes, o por un deseo de contentar a todos, que es la manera de contentar a nadie, se ha fraguado una realidad repetida en este ámbito formativo.
Hemos señalado antes que la muestra analizada matiza la importancia de una formación que tenga mayores puntos de contactos con el entorno laboral: hay 51 periodistas (el 60%) que escogen esta tipología de soluciones para mejorar los estudios de comunicación en el ámbito universitario. Parece lógico. Conviene adaptar las enseñanzas a lo que luego se va a ejercer. De lo contrario es una pérdida de tiempo y de dinero, en una economía, en una sociedad, de profusión de bienes, pero en la que hay que rentabilizarlo todo. Resaltemos, igualmente, que hay 44 periodistas (el 51,8%) que proponen una solución parecida, eligiendo una formulación y un desarrollo de los estudios más práctico.
Los que consideran que los profesores y los alumnos deberían ser más exigentes están representados por 22 periodistas (el 25,9%). Una cuarta parte destaca algo en lo que los diferentes responsables de la FAPE han estado de acuerdo y han destacado en las últimas décadas, y es el hecho de la falta de movilización de los periodistas. Así, por ejemplo, se puso de manifiesto en la presentación del Anuario de la Prensa de la Región de Murcia del año 2007, que tuvo lugar en el Palacio de San Esteban de Murcia, una aseveración que, tal y como recogen diversos medios escritos, en formato papel y “on line”, estuvo secundada por todos los presentes.
Hay también 18 (el 21,2%) que juzgan positivamente la posibilidad de ofrecer más convenios entre las empresas y las facultades, y 9 (10,6%) consideran que compartir más experiencias en positivo y en lo que se refiere a la esfera comunicativa en las diversas comunidades autónomas, y, en su caso, en distintos países, podría constituir la opción ideal. Una esfera destacable, sobre el ansia manifestada por los periodistas murcianos, es la puesta en marcha de la Escuela de Práctica Periodística, que conciliará, o tratará de conciliar, los intereses de lo académico y de lo profesional.
En último lugar, 7 preferencias (el 8,2%) han sido asignadas, siempre según el cuestionario que manejamos, a otros motivos, que no se reseñan. Lo cierto es que no se pide explícitamente que se indiquen, pero quizá, entre comillas, se podrían haber dado a conocer. No ha sido el caso, como decimos.
1.1.9. Una pregunta clave: ¿Existe una crisis del Periodismo?
Siempre se ha hablado de crisis, de puestas en cuestión, de declarados o no cuestionamientos de las bases de un sistema, de una economía, de un ideario, de una manera de vivir, o de una serie de actuaciones personales y/o personales. La época actual no es menos. Se ha preguntado de manera contundente a los periodistas por la crisis del sector. Como decimos, casi en toda época se subraya la existencia de una crisis, si bien es cierto que hay etapas más conflictivas que otras. En todo caso, de lo que se desprende de nuestro cuestionario, ahora vivimos una crisis, y no pequeña. No obstante, antes de seguir, destaquemos que las crisis son, por un lado, riesgos, y, por otro lado, oportunidades para hacer otras cosas, para mejorar, para mudar rutinas, etc.
En cuanto a los datos de nuestro análisis, digamos que la mayoría de los entrevistados, 51 periodistas (el 60%), ha declarado que el Periodismo está viviendo un periodo de crisis. Al contrario de esta postura, esto es, los que no comparten esta opinión se hallan un total de 34 (el 40%). Esta cuestión afecta y se refiere a cómo se entiende hoy la profesión y a cómo se organizan todas las instituciones que han servido para estructurarla, desde las empresas periodísticas y los colegios profesionales, hasta los planes de estudios universitarios con las Facultades al frente de los mismos.
Se hace un planteamiento genérico. Ya hemos evidenciado las mejorías sugeridas por los entrevistados. Son muchas, y tienen los mismos visos, y los mismos orígenes. Las causas detectadas afectan a diferentes fenómenos según las opiniones de los que operan con la información: los profesionales -los que ya están “habilitados”, aunque sea moralmente, o por un título, o por muchos años de ejercicio en el oficio-, por un lado, miran con cierto recelo ese aluvión de “amateurismo” o de “intrusismo”, en algunos planteamientos, de aficionados, una situación que se agrava, nos indican, y que deben, según refieren, a las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías informativas. Hay demasiados profesionales que se califican de tales y que, sin embargo, acceden en condiciones ínfimas o paupérrimas desde el punto de vista de sus contratos, de sus exigencias para el ejercicio profesional, o de las circunstancias cotidianas que soportan o toleran.
Por otro, ante este panorama, aluden a la necesidad de un colegio profesional para impulsar mayor cohesión entre los operadores del sector. Eso sí, reclaman una entidad con un cierto poder vinculante, y que agote o acabe con los problemas y las lacras de esta profesión. Recordemos, y tengamos que presente, que los colegios profesionales existentes en España no tienen reconocida la obligatoriedad de pertenencia y afiliación, y son, de momento, una muestra más, con todas las ventajas que suponen (creemos en ellos) de la fragmentación social de este colectivo, que no siempre se expresa en cuestiones que deberían ser comunes y universales en el mismo plano de convergencia reivindicativa.
Las encuestan nos revelan, igualmente, una sustancial evolución del periodismo, quizá en una vertiente en negativo, atribuyéndole un carácter espectacular, en lo bueno y en lo malo, e influenciado por los grupos económicos y los estamentos políticos. Estas influencias o afinidades son las que han hecho que en el Estudio más reciente de la Asociación de la Prensa de Madrid, sobre el sector en general a nivel nacional, los medios hayan retrocedido en credibilidad, como explicamos en el apartado pertinente. El que más ha perdido capacidad de influir en la opinión pública es la radio, que era el más reputado hace una década.
No obstante, 83 personas (el 97,7%) asignan un 7 de media (en una escala que va de 1 a 10) a la libertad de expresión de la cual gozan los redactores y los informadores a la hora de ejercer la profesión. Es una puntuación alta, a pesar de todo lo que estamos describiendo y que reconoce el colectivo. Seguramente, se confía, y con buen criterio, en la labor de cada profesional, que trata de brindar diariamente la mejor cobertura de cuanto sucede en la sociedad en la que se encuentra.
1.1.10. Una pregunta clásica: el periodista, ¿nace o se hace? Ante un dilema moderno, la formación práctica
Ésta es otra de las viejas disquisiciones sobre el sector. Siempre ha existido el debate, y existirá, acerca de si el periodista ejerce su trabajo por vocación o por una bien cerrada praxis en la que se va inmiscuyendo poco a poco hasta que consigue ser un buen profesional. Probablemente, como señalan los griegos, en el punto intermedio esté la virtud. Hay un tanto de genética, de llamada, de vocación (“vocare”, en latín, significa llamada), y otro tanto de ejercicio en la labor. También hay mucho de sacrificio, como lo demuestran las agendas apretadas, las largas jornadas de quehacer, y la necesidad de realizar la faena profesional en festivos, horas nocturnas y fines de semana. Por eso, como detectamos en esta Encuesta (lo mismo ocurre en los estudios nacionales de la profesión), los matrimonios se celebran tarde, cuando uno o los dos cónyuges son periodistas, y por ello también tienen muy pocos hijos, o ningún hijo. Recomendamos que se lean las respuestas a las primeras preguntas de este cuestionario.
Pues con este parecer que aquí manifestamos coinciden la mayoría de los periodistas que han contestado a nuestras cuestiones sobre la profesión. Según 56 entrevistados (el 65,9%), el perfil del periodista es el resultado de una combinación entre predisposición innata y las competencias adquiridas durante la trayectoria profesional. Hay un alto porcentaje de lo uno y de lo otro.
Les siguen aquellas personas, 25 (el 29,4%), que están convencidas de que la figura profesional del periodista es, sobre todo, el resultado de sus experiencias, de lo que ha ejercido, de lo que ha realizado. En definitiva, por las personas que nos quedan, solo 4 entrevistados (el 4,7%) creen que esta profesión sea una “consecuencia” de una predisposición innata, que hemos heredado de nuestros ancestros de algún modo. Pensemos que esto es muy difícil de demostrar, ante todo porque determinadas capacidades, incluso las que tenemos como personas desde el momento de nacer, solo de demuestran con el constante ejercicio de una labor, con independencia de que nuestros padres la hayan desempeñado o no. Sí puede ayudar el que veamos que ellos hacen un determinado trabajo, pero también, por saturación, nos puede generar un cierto rechazo. En fin, que, en cuestiones subjetivas, no es fácil acertar.
En lo que concierne al acceso a la profesión, la mayoría de los entrevistados, 39 personas (el 45,9%) afirman que las prácticas conseguidas por su cuenta resultan ser el medio mejor para lograr un puesto. Llama la atención que, después de tanto tiempo, no logremos consolidar una forma que permita e invite a todos los estudiantes a acceder a un puesto de trabajo digno. Sigue siendo el “buscarse la vida” lo que funciona, lo cual no está mal, puesto que lo que genera es que haya una cierta selección natural.
Este dato confiere un valor añadido a la necesidad que hemos indicado antes: hablamos de la necesidad de que exista una formación profesional que se acerque a la realidad laboral, a lo que demandan los perfiles profesionales y las mismas empresas periodísticas. Hay mucho que hacer en este terreno, si bien debería estar legislado el modo en que los profesionales realizan sus primeros escarceos. Han pasado, lo recordamos, treinta años de la puesta en marcha de una formación reglada, en un ámbito, el periodístico, que, en el caso, de la Prensa tiene 300 años de existencia de manera profesional.
A continuación 25 periodistas (el 29,4%) señalan el papel determinante que han tenido las Facultades para conseguir unas prácticas más o menos en condiciones. Se ve que, pese a lo que decimos, las universidades van incardinándose y ganando terreno en esta esfera formativa. Aún resta mucho por hacer. Tras esta postura, la que más recoge consensos, con 12 preferencias (el 14,1%), es aquella que considera la profesión del periodista como la consecuencia natural de una pasión. Es lo que antes decíamos: es un oficio vocacional, como también defendemos desde estas letras. Finalmente, 10 entrevistados (el 11,8%), admiten haber accedido a la profesión a través de amistades y/o conocidos. Nos gusta pensar que este porcentaje es bajo, pequeño, ínfimo, cada vez con menos peso, entre otras cosas porque creemos en la igualdad de derechos y de acceso a cualquier profesión por parte de cualquier ciudadano o ciudadana de nuestro país.
1.1.11. La formación académica de los periodistas murcianos
No hace falta que insistamos que nos gustaría que los niveles más altos para ingresar en la profesión vinieran de los estadios y los escenarios universitarios en conjunción con las propias empresas periodísticas, que han de aunar empeños, anhelos y afanes a la hora de confeccionar un currículum lo suficientemente adecuado para los estudiantes.
Por otro lado, subrayemos que el nivel más alto de los estudios, según la muestra que hemos realizado, nos viene de la mano de un total de 51 entrevistados (el 60,0%), que afirman haber conseguido una licenciatura universitaria, mientras que hay 14 (el 16,5%) que tienen un master universitario de post-licenciatura, 11 (el 12,9%) posee un doctorado universitario, 6 (el 7%) han alcanzado solo el bachiller superior, 5 (el 5,9%) una diplomatura universitaria, 2 (el 2,4%) cuentan con la Formación Profesional de Segundo Grado (FP2) y 1 (el 1,2%) cuelgan en sus despachos el título de Formación Profesional de Primer Grado (FP1).
En relación al Periodismo, de manera específica, esto es, respecto a aquellos que tienen titulación en esta matera, los estudios finalizados por los que forman parte de nuestro universo de entrevistados se caracterizan por la heterogeneidad: citemos que hay 49 entrevistados (el 57,6%) que tienen una licenciatura universitaria. Les siguen un total de 12 (el 14,2%) que han obtenido una licenciatura de segundo ciclo (tienen una primera licenciatura de otra carrera), mientras hay 10 (el 11,7%) que han obtenido un Doctorado en comunicación, 5 (el 5,9%) poseen un master en periodismo con licenciatura en comunicación, 5 (el 5,9%) han accedido a las empresas donde laboran sin niveles ningunos de estudio. Encontramos, igualmente, 3 (el 3,5%) que se han formado en una escuela oficial no universitaria, y, por último, destaquemos que hay 2 (el 2,4%) que poseen un master con licenciatura en otra carrera.
Por lo que advertimos, o deducimos, de los datos que estamos ofreciendo, quizá de una manera un poco saturada, hay un fuerte nivel formativo en aquellos que han tenido a bien contestar nuestra encuesta. Se refleja una formación, un aprendizaje previo al ejercicio profesional, muy elevada. Más de la mitad tienen una licenciatura en Periodismo o similar. También se han complementado con masteres, con cursos de postgrado, con otras carreras, etc.
Por lo que afecta a los estudios alternativos y complementarios que los entrevistados se plantearon e hicieron en su día, en el momento de elegir sus formaciones universitarias, la muestra revela una neta preferencia hacia el Derecho con 20 periodistas (el 23,5%) que así lo pensaron e hicieron. Le sigue la Publicidad con 8 (el 9,4%), la Historia, la Filología e Imagen y Sonido, respectivamente, con 7 (el 8,2%), la Economía y la Sociología respectivamente, con 4 (el 4,7%), el Arte dramático y la Psicología 3 (el 3,5%). Una porción de los actuales redactores, 16 (el 18,8%) no ha escogido ningún otro estudio, esto es, solo hicieron el Periodismo que les ofrece la calle, o se formaron puntualmente con el ejercicio del oficio, mientras los que han preferido un itinerario universitario diferente (por ejemplo, Turismo, Letras, Ciencia Política, Comercio, Magisterio, Biología, Ciencia del Deporte) son 16 (el 18,8%).
Sea como fuere, hagamos una reflexión que, no por obvia, debemos dejar pasar por alto. Es preciso que se de una formación reglada en lo académico, profesional en el ámbito de las prácticas, con igualdad de derechos y de obligaciones, de compromisos en todos los órdenes para cualquier ciudadano que quiera y desee dedicarse a esta profesión. Solo así podremos afrontar los retos de una situación hasta ahora con muchos claros y oscuros, y con determinados desequilibrios en lo que atañe al plano docente. Aquí, en este punto, los colegios profesionales deben apoyar y dar sus respectivas opiniones a las autoridades educativas y a los que confeccionan los planes de estudios.
1.1.12. La integración de diferentes fuentes informativas
Ya hemos evidenciado la importancia y la frecuencia en el uso de las diferentes fuentes informativa para llevar a cabo una correcta gestión de las noticias. La regla de la doble fuente vienen funcionando, cuando se ha utilizado, durante las últimas tres centurias. Hay que corroborar todo, por nimio que sea. Es la garantía de que perviva nuestro bien más preciado, la credibilidad.
Según las entrevistas desarrolladas en el marco de esta tesis doctoral, la mayoría de los encuestados, unos 73 profesionales (el 85,9%) concuerdan con una actitud que favorece la utilización de un conjunto de diversos medios e instrumentos noticiosos de los cuales beber a la hora de informarse, los cuales, según se considera, se complementan entre ellos. Es decir, se piensa que, con el uso de distintas fuentes y recursos informativos, se puede aproximar el profesional mucho más a lo que se estima como objetivamente la verdad. Sólo hay 11 personas (el 12,9% de los entrevistados) que no comparten la misma opinión. Un entrevistado (el 1,2%) no se ha expresado. No sabemos el motivo. La idea inicial, la que mantenemos, es que, cuando alguien no contesta, es porque no tiene claro qué contestar o considera que se evidencia mucho quién hay detrás de las respuestas (no olvidemos que, en un contexto como Murcia, muchos profesionales se conocen por sus condiciones personales o por su visión del periodismo). También puede significar desgana o la no identificación con la respuesta escueta que damos en el cuestionario en concreto.
1.1.13. Las consideraciones éticas
Según las opiniones manifestadas por los profesionales que nos han servido de emblemas para este trabajo, 82 entrevistados (el 96,5%) declaran tener en cuenta cotidianamente consideraciones éticas durante el desarrollo de la actividad informativa. Ello quiere decir que se ven condicionados a la hora de trabajar por lo que, en otras ocasiones, hemos llamado “universales”. Hay una base teórico-práctica que los envuelve, y que se aplica en la labor de cada día.
En el lado contrario, los que realizan una distinción entre el ámbito ético y lo estrictamente profesional son 3 (el 3,5%). Estos piensan que, a menudo, el fin justifica los medios. No se van a casa con un mal pensamiento o con preocupaciones porque la praxis diaria no sea como ellos piensan que debería ser.
Aquí habría que desarrollar dos considerandos: primero, y eso es bueno, que la mayoría tiene escrúpulos y que los ponen por delante del trabajo; y, segundo, que cuando, en otras respuestas, decimos que no siempre gozamos de credibilidad, o que la praxis profesional puede chocar con derechos como el de la intimidad o con cautelas o consultas como la no utilización de la doble fuente, etc., puede que exista una desazón que convendría corregir y mudar, cuando no mejorar.
Tengamos muy en mente que, cuando fallan las consideraciones éticas o estéticas, una sociedad se viene abajo. La mayoría de las civilizaciones han bajado su nivel de implantación o han desaparecido cuando las premisas morales o éticas han dejado de existir o bien no han sido tan prioritarias. No olvidemos que la convivencia social se basa en reglas objetivas y en otras que no lo son tanto, pero que también son precisas.
1.1.14. Los idiomas que hablan nuestros profesionales
La muestra se caracteriza por un elevado conocimiento de los idiomas. Esto es lo que dicen nuestros entrevistados, que dicen conocer muchos idiomas y bien. Además, señalan que los utilizan y que les sirven en su desempeño profesional. Puede ser esto evidente, pero también conviene que lo resaltemos. Hoy en día, hablar otras lenguas es básico no solo para interactuar con otras personas, sino también para tener acceso a otros medios o fuentes, sin olvidar que muchos entrevistados, en un universo cada vez más globalizado, más tipo aldea, precisa el que hablemos, por lo menos inglés.
Así ocurre con los profesionales murcianos, que hablan varios idiomas, sobre todo el inglés, con 77 periodistas (el 90,6%), cuyo nivel, de media, es de 4,8 en una escala de 1 (nada) a 6 (entiendo y hablo con fluidez). Esto quiere decir que se habla un inglés bastante bueno en todas las esferas. Confiamos en que es así, ya que, en otras cuestiones, el nivel de realismo demostrado por los periodistas, esto es, su verosimilitud, ha sido muy elevado.
Le sigue el francés con 52 preferencias (el 61,2%) y con un nivel medio igual al 4,1. También este idioma se habla bien, al parecer. La tercera lengua más conocida es el catalán con 21 preferencias (el 24,7%) y con un nivel igual al 3,9. Alemán y portugués se sitúan en un buen estadio, con 10 (el 11,8%) y 11 (el 12,9%) preferencias, y, respectivamente, con un nivel igual a 3,2 y 3,4. Finalmente, el eusquera, con 3 preferencias (el 3,5%) y con un nivel igual a 3,3, es otro idioma que hablan algunos de los periodistas entrevistados, que, según parecen, tienen raíces vascas.
El grado de aprendizaje de idiomas es bueno, casi diríamos que óptimo, con conocimientos incluso de idiomas de algunas comunidades autónomas españolas, lo cual indica que los periodistas murcianos están en la realidad de un país que mira a sus respectivas idiosincrasias y al resto de las naciones de nuestro entorno. Antes no lo dijimos, pero digámoslo ahora sin rodeos, y es que, en un contexto en el que las fuentes informativas nos llegan por todos los medios, sobre todo por Internet, el saber otras lenguas ayuda mucho a entender lo que está ocurriendo en nuestro entorno, e incluso más allá.
No obstante la preparación lingüística de la que hablamos, la muestra revela cual es la utilización de los idiomas que se hace durante y con motivo del trabajo a diario: la lengua inglesa destaca por ser el primer idioma utilizado en el despacho, con 79 preferencias (el 93%), pero, al mismo tiempo, se caracteriza por un nivel de utilización igual a 1,8 (2 equivaldría a poco) en una escala que va de 1 (nada) a 4 (mucho). ¿Qué quiero esto decir? Pues que el idioma inglés es el más apreciado y usado, pero que no es un instrumento del que hagamos uso en demasía. No somos un país que descuelle por la pasión por los idiomas. No es nada nuevo, y, en este sentido, la profesión periodística no es una excepción a lo que ocurre en otros escenarios del teatro de la vida. Después, le sigue la lengua francesa, que recoge 70 preferencias (el 82,4%) y con un grado de utilización igual a 0,9. No es mucho tampoco. El alemán y el portugués, cuya utilización es marginal (1 y 0,9), han sido indicadas, respectivamente, 68 veces (el 80%). Diez periodistas (el 11,7%) han manifestado utilizar otros idiomas (italiano, polaco, árabe, catalán y eusquera).
Como consecuencia de lo que exponemos, resaltemos, en el lado positivo, que hay un nivel más que aceptable de idiomas hablados y/o escritos, pero, sin embargo, la apuesta por su utilización se queda más bien corta. Quiero ello decir, por añadir algo más, que no rentabilizamos el conocimiento. No parece de recibo tener un don, una capacidad, o, como en este caso, una habilidad y que no la desarrollemos. El saber es un recurso que ha de ser administrado de manera apropiada. Insistiremos en ello.
1.1.15. La valoración del periodista por parte de la sociedad
Llegamos a un asunto un tanto peliagudo, por cuanto desvela cuál es la apreciación real que tiene la ciudadanía, a juicio de los mismos profesionales, de un colectivo tan relevante como es el de los periodistas. La virtualidad de esta cuestión y de las oportunas respuestas está en la veracidad de las mismas. Si no es así, no llegaremos donde queremos.
Vemos, en primer término, que las opiniones de los entrevistados tienden a desvelar una percepción del oficio del periodista por parte de la sociedad que se sitúa por debajo de otras profesiones, de los grados de apreciación de otros oficios o gremios. Es de este modo, con una mala percepción, con 58 indicaciones (el 68,02%). Le siguen 19 (el 22,4%) que consideran esta profesión adecuadamente juzgada, esto es, se piensa que la sociedad manifiesta y tiene claro cuál es el proceder, los fines y los objetivos y logros del colectivo. Se considera, por parte de dos de cada diez entrevistados, que la imagen que la sociedad tiene de los periodistas es la que tiene que ser, y se considera que está a la altura de sus elevadas miras y pretensiones. Finalmente, sólo 7 periodistas (el 8,2%) están convencidos de que esta figura profesional goza de una buena reputación. Es una minoría que contrasta con lo que se dice por la mayoría en este punto y en otras ocasiones de este cuestionario. Uno (1,2%) no se ha pronunciado, sin que se especifiquen los motivos para ello. Ya hemos hablado de las posibles causas de estos espacios en blanco que recurrentemente, y en un bajo porcentaje, se han ido dejando en esta serie de entrevistas.
1.1.16. El Periodismo y la Familia
Escribimos los dos términos con mayúsculas, porque consideramos que son dos ámbitos cruciales del periodista. Lo ideal sería conciliar la vida laboral y familiar, pero, por lo que se ve, no es así, ni parece que pueda serlo. Una profesión que supone un enorme número de horas de trabajo, salarios no muy elevados, trabajos en festivos, y, como mínimo, un fin de semana completo de trabajo al mes, no puede dar muchas facilidades a la hora de conformar una familia, y menos aún para que ésta vaya creciendo en número y en bienestar. Por eso, cuando nos referimos a los antecedentes familiares a la profesión lo más fácil es que no hallemos referencias iniciales, si bien, cuando éstas se dan, será seguramente para reforzar un papel vocacional preciso con todos los niveles de precariedad que hemos comentado.
Gran parte de los entrevistados, 65 (el 76,5%), no tiene ningún otro periodista en su familia, mientras 8 (el 9,4%) tienen a su padre o su madre que ejercen esta profesión. En último lugar, señalemos que hay 13 entrevistados (el 15,3%) que tienen un periodista en su familia entre nietos, sobrinos y parientes. Casi siete de cada diez no tienen vinculaciones familiares, lo que parece obvio. La atracción por este oficio es más subjetiva que objetiva. Por lo tanto, lo que veamos, al menos en la superficie, no influye apenas para que alguien se dedique al Periodismo.
Quizá, a cambio de esto que decimos, una familia no sanguínea, en lo que concierne al ejercicio de la profesión, la hallemos en los mismos compañeros y compañeras, con los que se pasan muchas horas de labor y en los que se encuentran auténticos apoyos para salir adelante día tras día.
1.1.17. ¿Cómo se aprende el periodismo?
Ésta es otra de las sempiternas preguntas, de difícil solución. No es fácil decir cómo se conforma alguien, como se realiza una persona, cómo se llega a caracterizar un profesional, sobre todo cuando se trata de un oficio tan particular, que requiere de tanta formación, de tanto bagaje, de tantas perspectivas, de tantos criterios, de tanta cultura, etc. como éste. Además, hay componentes objetivos, pero también otros subjetivos, a la sazón menos claros. Pensemos que en el camino intermedio está la virtud, y con toda probabilidad podemos decir que hay un poco de todo a la hora de perfilar o de perfilarse un periodista.
El juicio expresado por la muestra en cuestión que estamos utilizando confiere un valor añadido a la combinación entre la experiencia laboral madurada y los conocimientos adquiridos en la facultad. Es así con 59 preferencias (el 69,4%). Por lo tanto, hay un pensamiento mayoritario en este sentido, con el cual estamos de acuerdo, ya que redunda en lo que aparece en diversos manuales y en los diversos anuales de la profesión que se vienen editando en la última década.
También nos llama la atención el que haya una coherente mayoría que está de acuerdo en que la enseñanza de partida tiene que provenir de la Universidad, como ocurre en la mayoría de las profesiones liberales que exigen capacidad y talento, así como una formación educativa integral.
A esa postura le sigue la de aquellos que asignan mayor importancia exclusivamente a la experiencia laboral. Es de este modo para un total de 26 entrevistados. El número también es importante, pero mucho menor que la cifra anterior. Pensemos que siempre se ha dado esta actitud, y seguirá dándose, pero es cierto que es menor que hace unos años. Seguramente esa cifra se corresponde con el número de profesionales que han conseguido hacer su trabajo a través de esa vía. Efectivamente, los datos que utilizamos en esta encuesta casi son similares entre los que acceden por este camino, la no titulación, y la defensa de esta puerta de entrada al gremio, por así decirlo.
Queda, finalmente, una pequeña cantidad de compañeros que otorga su preferencia sólo a la actividad desarrollada en los centros universitarios, a los que ven como divisa y única garante de la calidad y de una buena praxis profesional. Está claro que esta rotundidad se aparta del camino antes enunciado. Lo normal es que una profesión que vive de la experiencia tenga puntos de encuentro con lo que pasa en la calle antes de terminar la carrera universitaria. Los talleres en las Facultades y las prácticas se tercian fundamentales.
1.1.18. La afiliación a la Asociación de la Prensa de Murcia
En las últimas décadas ha habido un gran debate sobre la importancia y el papel que pueden desempeñar y desarrollan las organizaciones profesionales. El quehacer que se ha de llevar a término es claro, pero todo parece indicar que falta valentía y fortaleza para tener más valor vinculante. El nihilismo ha sido la labor imperante en muchas etapas (en unas más que en otras), siempre marcadas por las tareas de cada Junta Directiva o su presidente, pero con una carente movilización del sector, que lo está, precisamente, por la falta de actuación o de actividad de los que han sido designados para ello. Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. Hay que ir, obviamente, poniendo solución a todo ello. Si no salimos de esta situación de desidia será muy complicado que se vayan solventando los problemas y/o carencias que se vayan gestando.
En el cuestionado han declarado estar afiliados actualmente a la Asociación de la Prensa de Murcia 69 periodistas (el 81,2%), mientras 16 (el 18,8%) aún no han solicitado la inscripción. Observamos que el número de miembros es alto, si bien es cierto que, como se ha utilizado a la propia Asociación como plataforma para confeccionar la Encuesta, es lógico que la gran mayoría pertenezcan a ella. Se ha procurado, no obstante, que hubiera un reparto equitativo por medios, para que estuvieran oportunamente representadas las emisoras de radio, las estaciones de televisión, los periódicos, los gabinetes de comunicación y los portales de Internet. La valoración media atribuida por los afiliados, 67 periodistas (79,76%), es de 3,4 en una escala de 1 á 5.
El porcentaje de percepción es alto, esto es, casi un notable, lo cual no se corresponde con lo que estamos contando. Seguramente ha habido una cierta generosidad en las respuestas, y también es cierto que se ha despertado mucha expectación en el año 2.007 con la aprobación, partiendo de una iniciativa de la Asociación de la Prensa de Murcia, del Colegio Oficial de Periodistas, al cual se considera como un instrumento válido para ir acometiendo una serie de medidas contra el intrusismo, contra la precariedad laboral, contra los bajos salarios, etc.
1.1.19. El nivel del periodista
También hemos puesto a los periodistas en la tesitura de valorar su nivel formativo. La pregunta no es baladí, tiene su importancia, entre otras cosas porque la educación, el aprendizaje, la cultura, la formación de un periodista, sin olvidar otros considerandos, redunda en la calidad y destreza de las noticias e informaciones que ofrece. El conocimiento es la base para un profesional de la información. Sin él, sin una buena gestión en este ámbito, es imposible que haya buenos resultados de cara a la sociedad.
Hemos pedido, así, a los que han contestado a la muestra una valoración de la formación del periodista. Se quiere saber de qué fuentes bebe, e incluso si hay un interés en este sentido. Gran parte de los entrevistados, 25 (el 29,4%), se pronuncian por un nivel variado en cuanto a conocimientos se refiere. Seguidamente, 22 (el 25,9%) atribuyen un nivel medio a la formación genérica que tienen los periodistas. Por otro lado, 18 (el 21,2%) posee, a juicio de los entrevistados, un nivel aceptable, mientras 13 (el 15,2%) tendría un nivel bajo, 3 (el 3,5%) un nivel alto, 2 (el 2,4%) un nivel genérico, y 2 (el 2,4%) piensan en la existencia de un nivel ridículo.
Destaquemos que ninguno ha asignado un nivel especializado a la formación de esta figura profesional, lo cual es preocupante, entre otras cosas porque algunas otras materias lo requieren con toda seguridad. Esto nos hace pensar que los medios no ven en la formación un valor añadido en lo que respecta a la mejora de los resultados profesionales, y, por eso, no hacen una apuesta decidida por ella. El “know how”, el saber hacer, el aprendizaje constante es básico para que un colectivo y una empresa estén vivos. Asimismo, defendamos que la docencia que ha de recibir el periodista ha de ser variopinto, genérico, al tiempo que es bueno que haya determinadas áreas, en lo técnico y en cuanto a contenidos, en las que debe haber un alto grado de preparación.
1.1.20. El perfil profesional
El retrato de una profesión es el marco de sus circunstancias. Nos dice cuáles son sus características, sus ventajas, sus necesidades, sus premisas, sus condicionantes, etc. Detrás de los datos más o menos objetivos hay toda una psicología que define lo que rodea el ejercicio de una profesión.
Desde las encuestas emergen distintas opiniones relacionadas con el perfil profesional que un periodista debería tener. Veamos lo que nos dicen: 66 preferencias (el 77,6%) desvelan la importancia de la comunicación a nivel escrito y oral, mientras que 65 (el 76,5) subrayan la capacidad de complementar la formación y de reciclarse a menudo. Hay 63 (el 74,1%) que consideran fundamental un carácter intuitivo, el contar con él. Un total de 59 (el 69,4%) resaltan la necesidad de manejar las nuevas tecnologías, mientras que 49 (el 57,6%) matizan como las buenas relaciones profesionales tienen un papel relevante. 47 (el 55,3%) valoran positivamente el talento, 43 (el 50,6%) juzgan imprescindible una actitud definible como todoterreno y 19 (el 22,4%) preferencias ponen de relieve la importancia de los estudios.
La verdad es que el retrato robot que se da es bastante completo, o nos lo parece. Hay que estar formado en las llamadas nuevas tecnologías de la información, se ha de tener una capacidad y una inteligencia dignas de encomio, se ha de saber desarrollar el talento, y, si se apura, el talante, y, en paralelo, hay que tener una formación extraordinaria. Se pide ser un todo-terreno, esto es, se ha de estar presto para ejercer la profesión en diversos soportes y en muchos temas. La idea es tener capacidad de adaptación, es decir, el periodista se ha de amoldar a las condiciones y condicionantes de cada etapa. Asimismo, los que han respondido a la encuesta dicen que hay que tener un reciclaje perpetuo. Otra cosa distinta es que a menudo se pregunte para qué hay que realizar esa formación a perpetuidad, cuando la media, según la misma encuesta que manejamos, es que la media en la que los periodistas se dejan la profesión son los 50 años.
La reflexión que se ha de hacer es cómo un periodista puede, o tiene ganas de formarse cuando la media de ganancias mensuales se sitúa en los 400 euros, cuando se trabajan una media de diez horas diarias, cuando se trabajan de uno a dos fines de semana al mes, cuando apenas se respetan los descansos de vacaciones, etc. El futuro es poco halagüeño para pedir sacrificios y entregas formidables. Además, con tanta dedicación, con tantas exigencias laborales, apenas queda tiempo para un complemento formativo.
1.1.21. Los cursos de reciclaje que realizan los profesionales
La siguiente pregunta enlaza con la anterior, en la que la mayoría insistía en la necesidad de mejorar y de complementar la formación y la experiencia de todos y cada uno de los que se dedican a tareas informativas. Con independencia de que la dedicación a este menester sea mayor o menor, todos están de acuerdo, o casi todos, en que se precisan talleres y jornadas, cursos y seguimientos con profesionales y compañeros de reconocido prestigio, en aras de incrementar las dosis y niveles profesionales de los periodistas.
En referencia a los cursos de reciclaje, estamos delante de un “empate”, al menos en lo que concierne a las respuestas dadas a tenor del cuestionario que hemos realizado. Demos las cifras: 41 periodistas (el 48,2%) siguen un curso de reciclaje propuesto por la empresa en alguna ocasión. También hay 40 (el 47,1%) que, al contrario, destacan la falta de estos cursos, esto es, dicen que en sus empresas no se les ofertan perfeccionamientos de esta índole. Finalmente, contamos con cuatro periodistas (el 4,7%) que no han contestado.
Empecemos por lo positivo. Hay un número importante que dicen seguir estos cursos de reciclaje. Lo ideal es que la cantidad fuera mayor. No hemos entrado en características de calidad o similares, que, seguramente, habría sido lo deseable.
Por otro lado, casi la mitad dice que sus respectivas empresas no brindan cursos formativos posteriormente a su ingreso. Es una carencia, y eso no es bueno. Hay que defender una formación durante toda la vida laboral del periodista. Además, conviene que digamos que el profesional no solo se ha de fijar en la oferta de la empresa. Debe mirar fuera de ésta, en las universidades, en determinadas asociaciones profesionales, etc. para incrementar su capacidad, su experiencia y sus conocimientos teórico-prácticos. Es, igualmente, cierto que esto tiene un coste que habría que ver quién lo asume. Por lo que decimos, el profesional no está en condiciones de asumir una financiación que luego no reconoce la empresa ni en lo humano, ni en lo profesional, ni en lo cuantitativo, por lo que nos han señalado los mismos periodistas en la encuesta que manejamos.
1.1.22. Una posible clasificación de los cursos de reciclaje
Como complemento de la pregunta anterior nos hemos fijado en la tipología de los cursos que hacen u ofrecen las empresas periodísticas, cuando es el caso. En base a ellos podremos ver el perfil de lo que se demanda y lo que tiene validez práctica.
A la hora de trazar un perfil de los cursos del reciclaje que se desarrolla en las empresas, la mayoría de los entrevistados indica como atributo principal la corta duración de estas actuaciones formativas, y lo hacen con 28 preferencias (el 32,9%), que dicen que no son suficiente en su duración. Hay también 13 (el 15,3%) que los describen como bien aprovechados, mientras que 9 (el 10,6%) señalan el hecho que sean muchos, y 8 (el 9,4%) definen los cursos como buenos y enfocados sobre cuestiones de interés. Hay el mismo porcentaje de entrevistados que indica que los cursos organizados son, respectivamente, de larga duración y, al tiempo, pocos. Finalmente, 6 entrevistados (el 7,1) consideran sus cursos mal enfocados, y 3 (el 3,5%) los consideran irrelevantes. Dos periodistas no han contestado.
Vemos, pues, que los periodistas no están contentos con la calidad de la formación ofrecida. No se consideran ni buenos, ni interesantes, ni de adecuada duración. Solo una minoría, que no llega al diez por ciento, piensa que la oferta es buena, o muy buena, y, si cabe, de interés. La reflexión inmediata es que cuesta mucho dinero hacer estos cursos, pocos en número, por lo que se dice, como para que no les saque el suficiente partido. La falta de atractivo debería ser el banderín de toque de lo que está pasando para variar las circunstancias y mejorar la oferta.
Si se cae en la desgana de dejar hacer, o no hacer, pasaremos por alto la necesidad del reciclaje del periodista. Si éste ha de tener una constante formación, que, además, ha de ser variada y variopinta, ello no casa con la falta de interés de los cursos que se ofertan, de sus contenidos, de las estrategias docentes, etc. Imaginamos que los que no han contestado es porque no han visto que el dar respuesta a esto sirva para algo. Deberíamos haber dejado un espacio en blanco para que dieran cabida a sus reflexiones. En todo caso, en el apartado final de la encuesta, en el que se piden observaciones, se han hecho algunas en este sentido. Ya hablaremos de ellas más adelante.
1.1.23. La utilidad de los cursos de reciclaje
Seguimos dando vuelta a la formación, que nos parece crucial en esta tesis que manejamos. El aprendizaje previo es sustancial, pero también lo que viene después.
La muestra se pronuncia favorablemente al juzgar la utilidad de los cursos de reciclaje: la mayoría, 62 preferencias (el 72,9%), subrayan la necesidad de esta actividad de formación y de perfeccionamiento de la figura profesional del periodista, mientras 9 entrevistados (el 10,6%) consideran que el beneficio de los cursos es evidente solo a veces. Catorce periodistas (el 16,5%) no se han expresado, pero hay que resaltar que nadie ha puesto en duda la validez de estos cursos pronunciándose con un contundente “no”.
¿Qué es lo que observamos aquí? Pues que no hay mucha confianza en lo que se hace, a pesar de que se consideran imprescindibles los cursos. También es alta la cifra de los que prefieren no saber o no contestar. Ello no tiene razón de ser. Todos sabemos de la conveniencia de los cursos, aunque solo sea para ver cómo se trabaja en otras empresas, en otras realidades, o por parte de otros profesionales. Únicamente se nos antoja pensar que no se ve ningún beneficio haciendo el esfuerzo de responder un poco más en lo que concierne a los cursos de reciclaje o de formación posterior a la incorporación profesional.
Desde aquí se defiende la necesidad de estos cursos, que, sin duda, contribuyen a una mejoría sustancial de las capacidades del colectivo de periodistas. La necesidad es mayor en un momento de cambios muy importantes en las rutinas de trabajo. La incorporación de las nuevas tecnologías de la información, los nuevos soportes y formatos, la convergencia tecnología, la competencia entre las numerosas empresas y la multiplicación de funciones… hacen que sea preciso una formación continua. Si se da la desidia y el pasotismo, no conseguiremos avanzar en una profesión llena de vectores de influencia.
1.1.24. Los cursos de reciclaje según los periodistas
Avanzamos en el análisis de esta faceta. La interpretación de los datos ofrece diferentes formulas propuestas por los entrevistados para mejorar el estado actual de la cuestión en lo que se refiere a la oferta formativa de las empresas: 50 periodistas (el 58,8%) están de acuerdo acerca de la oportunidad de potenciar el número de los cursos existentes, 22 (el 25,9%) estiman oportuno subir el nivel cualitativo, 15 (el 17,6%) reflexionan sobre la posibilidad de convocar más cursos, 13 (el 15,3%) consideran necesario subvencionarlos para contribuir a su seguimiento, 9 (el 10,6%) se han expresado en dos cuestiones, esto es, respectivamente a favor de una remuneración para seguir los cursos y de una mayor atención a su presentación y contenidos. Sólo 8 redactores de la información (el 9,4%) creen apropiado compartirlos entre más profesionales y, para concluir, hay 1 (el 1,2%) preferiría eliminarlos.
Por lo tanto, la mayoría quiere estos cursos, y los quieren mejorar e incrementar, y pide más atención y afán, y solicita incentivos como las remuneraciones en todo o en parte de los horarios… Hay solo uno, apenas digno de considerar por lo ínfimo en lo cuantitativo, no porque no haya que considerarlo, que piensa que habría que quitar estos cursos. Debe pensar que no son precisos o que suponen una pérdida de tiempo en un sector ya harto complicado.
Nos debemos quedar con la idea principal de que hay necesidad de hacerlos y de limarlos aún más para amoldarnos a lo que precisan los intelectos y las habilidades de los periodistas en ejercicio. Tampoco dejemos atrás la formación de aquellos que han trabajado poco o nada desde que se licenciaron, que han de estar al día de lo que pasa, de lo que sucede, de lo que se exige.
1.1.25. El papel del periodista
Otra pregunta crucial, en la que nos debemos recrear, es la que se refiere a los objetivos, a los roles que realizan, o que deben interpretar los periodistas en la actualidad. La rapidez con la que se cabalga en lo profesional, y no solo en el ámbito del Periodismo, hace que meditemos de cuando en cuando sobre lo que se hace, acerca de lo que se omite, y en torno a lo que habría que llevar a cabo.
El análisis revela que el papel del periodista en la sociedad está evaluado como un enorme activo por parte de 57 (el 67,1%) entrevistados. Al contrario, hay 23 entrevistas (el 27,1%) que otorgan un papel pasivo a esta figura profesional. Cinco periodistas (el 5,8%) no han contestado. Se piensa, pues, en una papel motor por parte del profesional de la información, lo cual tiene que ver mucho con la confianza o con lo que se espera de su actividad diaria. Se estima, en definitiva, que el periodista es un baluarte de una comunidad democrática, habida cuenta de que tiene un papel de comunicar lo que es interesante y de resaltar, como un verdadero instrumento de cambio, qué es lo que merece la pena mudarse y qué hay que incrementar o mejorar en un momento determinado.
Sobre las funciones del periodista se han dicho muchas cosas: han corrido verdaderos ríos de tinta. Los universales democráticos, como son el respeto de la vida y de los derechos fundamentales, son el frontispicio de su labor, y así hay que defenderlo a ultranza y loarlo. No obstante, lo que se ha de pretender siempre, como decía Ryszard Kapuciski, es que el periodista sea una buena persona. A partir de ahí seguro que todo irá bien, y su tarea será muy comprensible.
1.1.26. El sueldo mensual
Éste es otro asunto fundamental. No se puede pedir que un periodista se mantenga en la presión, con lo que compleja que es, que afronte presiones de empresas y de grupos de diversa índole, que renuncie a tiempo de su familia, que claudique a la hora de demandar tiempo para un formación adecuada, que busque con entusiasmo cada día la verdad que precisa de la sociedad, etc. a cambio de un suelo paupérrimo. Esto es lo que sucede, y ésta es una de las grandes quejas y de las enormes desgracias que padece el colectivo. No es explicable.
Por lo que concierne el ingreso neto mensual de un periodista en la Región de Murcia, el análisis nos regala diferentes tipos de consideraciones y de entradas informativas: 22 entrevistados (el 25,8%) declaran recibir un sueldo que oscila entre los 1.807 y 2.409 euros al mes, y 17 (el 20,0%) perciben una remuneración entre los 1.204 y 1.506 euro al mes. El mismo porcentaje se sitúa entre los 903 y 1.204 euros. Les siguen 10 periodistas (el 11,8%) que ganan entre los 1.506 y 1.807, 8 (el 9,4%) cuya retribución varía entre los 602 y 903 euros, 2 (el 2,4%) perciben un sueldo inferior a los 301 euros y, finalmente, a un entrevistado (1,2%) se le remunera un importe entre los 301 y 602 euros. Ocho entrevistados no se han expresado.
Las conclusiones son malas, en lo que concierne a los niveles salariales, pero todavía la realidad es mucho peor. No obstante, teniendo en cuenta los datos de la muestra vemos que sólo uno de cada cuatro periodistas tiene un salario decente habida cuenta del nivel de vida de España. No tiene sentido que un titulado universitario con cargas laborales muy extremas esté por debajo de las antiguas 300.000 pesetas, esto es, 1.800 euros. De ahí hasta abajo hay toda una gama de percepciones, que van desde unas cantidades ínfimas a otras más apuradas.
Estamos convencidos de que, en este caso en concreto, los que no han contestado el dinero que ganan es porque se trata de cantidades pequeñas, cuando no ridículas, y porque no deja de ser ridículo que, en pleno Siglo XXI, una de las profesiones más importantes de un sistema democrático se halle tan esquilmada.
Precisamente porque las cantidades que, de media, recibe el sector son pequeñas, no altas (por decirlo de otra manera más suave), conviene que las asociaciones profesionales se pongan en marcha al unísono con las formaciones sindicales para reivindicar en común unas soluciones más sólidas. El dinero no es lo fundamental, pero sí las economías para salvaguardar desde las necesidades más elementales hasta la propia vocación anímica que nos debe impulsar cada día a hacer nuestras tareas y/o obligaciones.
1.1.27. Las iniciativas que defienden los periodistas
La verdad es que estamos muy contentos con las versiones y observaciones que nos han hecho los profesionales de la información en torno a la realidad que detectan y que nos han reflejado. Han sido valientes, y ello es de agradecer.
Además, el hecho de haber dado la posibilidad de respuestas abiertas nos ha conducido a un panorama más múltiple y enriquecido, en las contestaciones, de lo que ha sido habitual en este cuestionario, habida cuenta de que la mayoría de las preguntas eran cerradas.
Se detecta, en primer término, un cierto cansancio, un determinado hastío producido por problemas de enorme gravedad, como es la falta de regulación del sector, los bajos salarios, el intrusismo o la misma precariedad en la que vive diariamente el gremio periodístico.
La realidad es muy compleja, y de ahí que hayamos decidido ir desgranando lo que han dicho todos y cada uno de los 90 profesionales que han tenido a bien contestar a nuestras preguntas. Percibimos que los profesionales se han sentido muy libres a la hora de responder, si bien, en algunas ocasiones, se ha sido muy lacónico. A esa libertad de los periodistas encuestados ha contribuido el anonimato de cada cuestionario. Ésta era una premisa que hemos respetado a fondo. Ellos lo saben.
Asimismo, hay que resaltar que sus dudas, sus vacilaciones, sus pretensiones, sus anhelos, los pros y los contras que detectan y refieren… son casi los mismos que refleja el profesor Pedro Farias Batlle cuando coordina y dirige el estudio sobre la situación de los periodistas en España, realizado para la Asociación de la Prensa de Madrid y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, bajo los auspicios de la Universidad de Málaga y la Cátedra de la UNESCO en España. A él nos hemos referido en el Primer Capítulo de introducción a los temas que nos ocupan en este trabajo.
Por otro lado, hemos de glosar ese sabor agridulce que se respira en estas contestaciones finales. Se intuye impotencia, desgana, una increencia generalizada por la falta de actividad y de dinamismo en un sector donde falta movilización y el afrontar con coraje los grandes problemas que padece. Se ve la solución en las asociaciones, en los colegios profesionales, en las administraciones, hasta en las entidades sindicales, poniendo por delante la necesidad de mayor unión, pero la experiencia juega en contra. Hasta ahora los hechos no han demostrado que seamos capaces de salir de este atolladero.
Con todo lo que acontece no es un sector que, desde los años ochenta hasta el momento, haya conseguido hacer una gran movilización, una huelga de dimensiones, unas concentraciones poderosas con carácter reivindicativo. Solo los medios públicos, con más garantías y más organizados, han sido capaces de luchar por unos derechos que han mejorado únicamente en el ámbito de sus respectivos convenios. La situación de profesionales en empresas como RTVE está a años luz de lo que sucede en la mayoría de los medios privados. Hay lógicas excepciones, motivadas por economías y tradiciones muy consolidadas, pero la norma es absolutamente demoledora y en contra de la salubridad laboral del profesional, como tónica media.
Esperemos que las iniciativas surgidas en distintas comunidades autónomas, como los Colegios profesionales, las academias de televisión o de otra índole, los observatorios periodísticos, o como quiera se les haya denominado, etc. sean suficientes acicates para variar a mejor lo que estamos reflejando en este libro.
A continuación, vamos a intentar perfilar la situación del periodismo y de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación murcianos desde el punto de vista social, formativo y laboral. Para ello, hemos configurado un perfil conformado por ítems de muy distinta índole, con los que pretendemos ofrecer una visión integral y profunda, integrando tanto sus caracteres personales como formativos y profesionales, así como la visión que tienen de la labor que desempeñan –y la que podrían desempeñar- los medios y ellos mismos en relación a la sociedad.
1.1.1. El estado civil
Desde las encuestas emergen distintas situaciones personales, unas situaciones que conviene conocer precisamente para tener un perfil claro de quienes realizan las tareas periodísticas cada día. No olvidemos que somos el resultado, como diría Ortega y Gasset, de nuestras circunstancias, y las principales condiciones nos vienen de nuestras raíces y de nuestras personalidades.
La mayoría de los entrevistados, 38 periodistas (el 44,7%), declara estar soltero. A ellos les siguen los que están casados, 36 periodistas (el 42,3%), mientras que 5 (el 5,9%) están separados y/o divorciados y 1, una señora (1,2%) está viuda. No han contestado a esta pregunta 5 personas (el 5,9%). Pensamos que no lo han hecho porque piensan que no es un dato relevante para la profesión. Se equivocan, y bastante. Seguramente conviene que nos preguntemos por qué la mitad de los encuestados están solteros. Puede que la falta de perspectivas económicas esté tras ello. Puede que no haya suficientes horas en el día para conciliar la vida laboral y familiar, una demanda, por cierto, muy defendida hoy en día. Hay que escarbar detrás de todas estas cifras, entre otras cosas porque la situación de los periodistas, esto es, el grado de satisfacción, tiene mucho que ver con sus coyunturas personales.
Entre ellos, entre aquellos que hemos tenido en cuenta, 81 entrevistados (el 95,3%) deben satisfacer a las necesidades de un núcleo familiar compuesto de media por 3,3 personas y 78 (el 91,8%) entrevistados tienen, de media, un hijo. Una primera conclusión nos lleva a pensar que, en este gremio, hay parejas de hecho, esto es, que no han suscrito un contrato matrimonial para concebir posteriormente una familia y unos hijos, llegado el caso. También puede ocurrir, y sucederá, que algunos que tienen un núcleo familiar de tres o más personas incluyen a ascendientes o hermanos, a los que deben sustentar o con quienes contribuyen a una economía común. Sólo con esta última apreciación entendemos que únicamente la mitad estén casados y que, sin embargo, tengan personas a su cargo.
Revisando los datos recogidos podemos destacar la clara tendencia a la formación de grupos familiares de tamaño reducido: sólo 43 periodistas (50,6%) han expresado una preferencia respecto a la posibilidad de tener un hijo. De nuevo parece que es un dato que se considera demasiado íntimo para darlo a conocer. Recordemos que las encuestas son en su confección y en su realización anónimas, y por eso no entendemos ese rechazo general a contestarlas, y, específicamente, a dar datos que se pueden considerar muy del ámbito personal.
La mayoría de los encuestados se divide respectivamente entre los que no quieren tener un hijo, 19 periodistas (el 44,2%) y los que piensan en tenerlo tras tres años o más, que son otros 19 entrevistados (el 44,2%). Tres periodistas (el 7%) se han planteado esta posibilidad en uno o dos años y sólo 2 en el presente año 2008 (el 4.6%). Se aprecia que no hay prisa por formar una familia, por tener descendencia. Una vez más deberíamos conocer el motivo. Deberíamos plantearnos si es dejadez, falta de interés, o falta de las condiciones socio-laborales oportunas (por esta me inclino yo) para conseguir esa estabilidad familiar precisa para salir con bien a flote un día y otro.
Por lo que afecta al lugar de nacimiento, un dato que también tiene su interés, la mayoría de los periodistas, 60 entrevistados (el 70,2%), es de Murcia. Madrid es el suelo natal de 4 entrevistados (4,7%), a los que les sigue Valencia con 3 (el 3,5%), Albacete, Alicante y Barcelona respectivamente con 2 periodistas (el 2,4%), y Ávila, Baleares, Castilla-León, Granada, León, Lorca, Melilla, Navarra, Toledo y Vizcaya respectivamente con 1 (1,2%). Faltan las respuestas de 2 periodistas (el 2,4%). Por alguna motivación algún periodista no ha querido responder a su dato de origen o procedencia, por si, a lo mejor, se descubría quién era. Puede que en un ámbito tan reducido como la Región de Murcia haya datos que permitan el conoce de quién se está hablando. Lo que ocurre es que la vocación de quien escribe y de quienes han elaborado la encuesta no ha sido en ningún momento el perseguir los datos concretos de cada cual, sino los genéricos del grupo.
Como se ve, es clamoroso el número de profesionales que han nacido en Murcia. A pesar de que históricamente no ha habido Facultades de Comunicación en Murcia, sí se ha dado el hecho de que los profesionales han procurado volver a la Región para ejercer en cuanto han podido.
1.1.2. Participación en foros o tertulias
La siguiente pregunta también alberga su relevancia. Consideramos, como punto básico, que el aprendizaje, sobre todo en el sector que vive de la comunicación y de la palabra, está basado precisamente en compartirla, en que nos contemos qué es lo que pensamos, qué es lo que vivimos, cómo interpretamos nuestra realidad y la de los demás, y cómo pensamos que se pueden ir solucionando los diversos asuntos.
Veamos los datos, y tratemos de extraer algunas consideraciones. La participación en foros o tertulias con otros periodistas resulta baja a tenor de las respuestas conseguidas: sólo 18 profesionales de la comunicación (el 21,2%) deciden reunirse con regularidad para compartir las ventajas de una plataforma de diálogo común. Esto se traduce, poco más o menos, en dos de cada diez periodistas, se preocupan, o tienen tiempo, o lo buscan, o tratan de tenerlo, para charlas y aventurar posibles soluciones a los problemas del sector. Dicen hacerlo con una cierta regularidad, lo cual está bien. A falta de un escenario propicio o propiciatorio, todo parece indicar que las reuniones son en lugares públicos y con cualquier excusa, posiblemente en torno a un café o algo así.
Como podremos ver más adelante, este dato se relaciona con una de las propuestas más frecuente expresada por los periodistas: la necesidad de la creación de un colegio profesional. Quizá esta entidad podría, o debería ser, el punto de encuentro del sector para hacer aflorar problemas, reivindicaciones, situaciones o incluso rutinas de trabajo más o menos fructíferas. Un alto porcentaje (el 41,2%), 35 periodistas, no usa habitualmente este instrumento de comunicación al que ahora nos referimos, las tertulias, y los demás entrevistados, 32 (el 37,6%) tiende a participar esporádicamente. Hay, por ende, y ésta sería una primera aproximación que habría que valorar más y mejor, con más densidad, una baja participación endógena de los profesionales de la información.
1.1.3. La influencia de los medios. El poder de la televisión.
Ahora recalamos en un puerto harto complejo. Nos referimos, al igual que ha hecho la Asociación de la Prensa de Madrid, a la valoración que hacen los periodistas de sí mismos y de las empresas para las que trabajan.
Veamos. Los periodistas eligen la televisión como el medio que valora más la sociedad y lo hacen, entre los diversos encuestados, con 37 preferencias (el 43,5%). Mientras, la prensa recoge dos preferencias menos, 35 (el 41,2%), y, finalmente, la radio e Internet destacan por la marcada diferencia de preferencias recibidas, respectivamente 13 (el 15,3%) y 8 (el 9,4%). Curiosamente, y como hemos visto en el caso del Estudio de la Asociación de la Prensa de Madrid, del año 2007, prácticamente los profesionales de la información de toda España y los de Murcia coinciden en sus apreciaciones sobre lo que piensa la ciudadanía de los “mass-media”.
Quizá, dentro del oficio, no vemos bien las cosas, o puede que a menudo valoremos en exceso las posibilidades de la televisión, desde el punto de vista de su posible y/o influencia real, y, por otro lado, no pensemos que ésta es un mundo para dos de cada tres ciudadanos, que sólo advierten el mundo, el universo, a través de lo audiovisual. Aquí se advierte que los profesionales han sido honestos, y han mirado en su corazón para interpretar lo que medita y honra la sociedad misma.
1.1.4. Actitud y predisposición al uso de las TIC’S
Los datos expuestos anteriormente podrían mostrar una muy poca inclinación hacia las nuevas tecnologías por parte de los profesionales, en primer término, que son los que han contestado, y por la sociedad misma, a la cual retratan. En realidad, la auto-evaluación de los entrevistados respecto a la preparación para utilizar las nuevas tecnologías nos entrega 75 respuestas afirmativas (el 88,2%) contra 10 respuestas negativas (el 11,8%). Hay, pues, una valoración extrema de lo que suponen, para el ejercicio profesional, y, por lo tanto, para todo el colectivo ciudadano, las nuevas tecnologías de la información.
Los mismos datos, por seguir en este mismo terreno, se reflejan en la pregunta siguiente: unos 75 periodistas (el 88,2%) afirman que la aportación de las nuevas herramientas comunicativas, de las nuevas tecnologías, ha mejorado el ejercicio de la profesión. Lo creen, lo afirman, y lo sustentan. Igualmente, han cambiado el perfil de preparación de los profesionales, sus rutinas de trabajo, sus medidas o percepciones sociales, sus trabajos en definitiva. Sólo una minoría, 10 entrevistados (el 11,8%) declara seguir igual que antes, sin hacer cambios, sin usar medios más modernos y sofisticados. Hay que resaltar, y eso es bueno, que nadie ha expresado una opinión en contra de lo que suponen las TIC´s. La revolución ha sido tremenda, importante, decisiva y decisoria.
El análisis que hemos confeccionado subraya de manera determinante la presencia esencial de dos instrumentos de labor como son el correo electrónico e Internet en la vida profesional del periodista. Estos dos elementos han dado un giro copernicano a la existencia humana. Es natural, también, que haya ocurrido lo mismo en el ámbito informativo y comunicativo. Por lo que concierne al correo, 81 de los redactores, de los profesionales de la información (el 95,3%) se expresan favorablemente, esto es, dicen estar contentos con su uso, que dicen practicar de manera asidua, frente a los únicos 4 (el 4,7%) que todavía no lo utilizan. Cambian muy poco las preferencias en relación a Internet, al uso de la llamada Red de Redes: un total de 83 periodistas (el 97,6%) aprovechan sus ventajas, mientras que 2 (el 2,4%) no lo utilizan. Varía, por otro lado, la medida de utilización de la red: hay 67 entrevistados (el 78,8%) que declaran que la utilizan mucho, mientras que 14 (el 16,4%) afirman que la usan lo necesario, y 2 (el 2,4%) indican y subrayan que apenas utilizan los nuevos medios informáticos, y resaltan que es poco, 1 (el 1,2%), o muy poco, un periodista (el 1,2%). Hay una persona que no se ha expresado en este sentido. No acertamos a comprender el motivo. Suponemos que, a lo mejor por edad, está en el plano no contemplado por el cuestionario de no sabe o no contesta.
1.1.5. La apreciación y valoración de la profesión
Según la muestra analizada, la percepción de la profesión del periodista en nuestra sociedad es positiva para 47 entrevistados (el 55,3%), mientras que 37 (el 43,5%) tiene una opinión contraria. Hay un periodista que no se ha pronunciado (1,2%). Los datos son muy similares a los que nos propone la Asociación de Periodistas de Madrid, a través de ese estudio que ha ido haciendo en los últimos cuatro años. Lo cierto es intentamos tener una percepción generosa, pero, aún así, hay un porcentaje muy alto de personas que creen que no hay una visión halagüeña de lo que hacen los profesionales de la información.
La contundencia del dato, casi cuatro de cada diez, que indican que la sociedad no tiene una buena visión del periodista, nos debería llevar a reflexionar sobre las circunstancias que subyacen a esta preocupante perspectiva. A título del investigador que suscribe estas letras, los periodistas murcianos han reflejado una coyuntura nacional por las razones que vamos dando en las diversas respuestas al cuestionario que hemos manejado específicamente para esta investigación. Ya que, de manera recurrente, sabemos lo que ocurre, ahora toca tomar decisiones, y no dejarlas para otro día, otro mes, u otro año, para, como siempre, no hacer nada.
1.1.6. Las Fuentes de las informaciones
Un estudio reciente de la Universidad Camilo José Cela de Madrid resaltaba que más del 80 por ciento de las noticias que se dan en Prensa, Radio y Televisión (faltaría saber qué ocurre en Internet) tienen como base una única fuente informativa, que, por otro lado, suele ser, habitualmente, un gabinete de comunicación. Éste es un hecho preocupante.
En nuestro cuestionario, y ése puede ser un fallo, no se detecta si se utilizan varias fuentes, sino más bien cuáles son las más usadas. Por las respuestas se corrobora la importancia de las ruedas de prensa y de los gabinetes de comunicación. Ambas vías de información superan el cuatro, que bien podría equivaler a un ocho en una escala de diez. Su importancia, como se observa, es similar a los actores de la noticia o el recurrir a los propios expertos.
Desde las encuestas se pueden deducir cuáles son las fuentes de informaciones manejadas por los periodistas. Estas fuentes han sido evaluadas con una escala de 1 (raras veces) a 6 (a menudo). Los datos los vemos a continuación, y son muy elocuentes:
1. Actores de la noticia 4,7
2. Expertos 4,4
3. Personas con un conocimiento cercano al tema 4,1
4. Testigos presenciales 4,1
5. Internet 4,8
6. Documentos/estudios 3,9
7. Llamadas al público 2,5
8. Cartas 1,8
9. Funcionarios 2,8
10. Políticos 3,9
11. Ruedas de prensa 4,6
12. Empresarios/Ejecutivos 3,3
13. Encuestas 2,5
14. Oficinas de prensa 4,3
15. Otros 1,1
Vemos que los actores de las noticias, los protagonistas, los expertos, los testigos, los que saben de lo que habla y por qué… suelen ser los más recurridos como fuentes informativas. Resaltemos que fuentes como las cartas, ahora con las nuevas tecnologías, como también se ve, quedan relegadas a un segundo plano. Internet es ahora un recurso primordial. Las encuestas o los estudios de cierto nivel son también referencias como elementos básicos para elaborar diversos productos periodísticos. El lector ve claro el reparto de consultas y su nivel de aceptación.
1.1.7. El derecho a la intimidad y/o el derecho a la información
El verdadero desafío, el gran reto, el gran planteamiento con sus controversias y dudas, en la época que estamos viviendo es, tal vez, la reflexión sobre los límites del progreso tecnológico más y más acelerado, y con un crecimiento enorme, en relación al respeto de los derechos fundamentales del individuo, a su defensa, a su tutela, a su preservación, fundamentalmente, y de manera particular a los que tienen que ver con la esfera personal. El ingente debate, el no resuelto, nos viene de la confrontación, por decirlo de algún modo, entre el derecho a la intimidad de las personas, de las sociedades, de los individuos, y el derecho a estar informados que tienen todos los miembros de una comunidad. La colisión, en algunas ocasiones, en muchas, es inevitable. La idea es que triunfe aquel que suponga más beneficios y menos perjuicios, vistos unos y otros desde puntos de vista cuantitativos y cualitativos.
Los datos muestran cómo la mayoría de los entrevistados, unos 69 individuos (el 81,2% del total), elige una conducta profesional basada en el respeto al derecho a la intimidad, respecto a una minoría, que se traduce en 13 periodistas (el 15,3%), que pone por encima de cualquier otra consideración el derecho a la información. Tres periodistas (el 3,5%) no se han expresado sobre el particular, bien porque no lo tienen claro, porque no desean hacer ver su visión o porque habría que explicar que, según los casos, debe prevalecer un derecho sobre otro. De hecho, las decisiones judiciales y la jurisprudencia tienen siempre en cuenta las condiciones y circunstancias de cada momento.
Las explicaciones a favor de esta conducta, esto es, la defensa del derecho a la intimidad de los ciudadanos de un Estado democrático, son diferentes: la más frecuente, según destacan 45 periodistas (el 52,9%), es que, en el ejercicio del derecho a la información, no vale todo. Estamos de acuerdo la mayoría de los miembros de la sociedad, como se desprende de la mayor parte de las encuestas ciudadanas que se realizan. A continuación, con 14 preferencias (el 16,5%), los entrevistados piensan en el daño que se puede ocasionar a personas y/o cosas cuando se sobrepasan algunos límites. Hay 12 (el 14,1%) están convencidos de que es más importante el derecho a la Intimidad, mientras que 3 el (3,5%) consideran que no se puede contar todo, 2 (el 2,4%) se pronuncian según esta línea de pensamiento porque se pueden entorpecer, según glosan, otros tipos de actuaciones. Hay uno (el 1,2%) que coincide con un parecer tan respetable como repetido en el seno social: es el que se refiere que hay que respetar el derecho a la intimidad para evitar los juicios paralelos.
Nos quedarían otros 4 (el 4,7%) que aducen estar a favor de ese respeto por otros motivos, que podrían haber explicitado, pero, sin embargo, no lo han hecho. No han respondido 4 entrevistados (el 4,7%), quizá por miedo, por incredulidad sobre la validez de su respuesta, por no tenerlo claro, o por no querer particularizarla en aras de un mayor anonimato. En todo caso, resaltemos, una vez más, que los resultados de las encuestas se han tenido en cuenta solo en sus apreciaciones globales y particulares, pero sin pensar en el estado de opinión de un profesional determinado o una empresa en concreto. Solo de este modo tienen validez los resultados. Eso es lo que pensamos.
1.1.8. Las Facultades de Comunicación
Una considerable porción de la muestra asigna un nivel medio-alto a la institución universitaria en la que se forman o se pueden instruir los periodistas, aunque permanecen dudas sobre la oportunidad y el hecho de que éstas puedan ofrecer, u ofrezcan ciertamente, una preparación más cercana a la realidad profesional que el futuro periodista experimenta cuando se pone a trabajar.
La mayoría de los entrevistados, 36 periodistas (el 42,3%), define como buena la oferta formativa, mientras que 35 (el 41,2%) estiman que las Facultades de Comunicación ofertan una instrucción tildada como regular. Respectivamente, 5 (el 5,9%) y 1 (el 1,2%) les atribuyen una valoración negativa, esto es, mala y muy mala. Sólo 8 (el 9,4%) están convencidos de que es muy buena. De nuevo, y tras treinta años de existencia, se cuestiona la calidad de la enseñanza universitaria en estas lides. Ha habido tiempo suficiente para dar con una formación de calidad y apegada a las circunstancias profesionales de cada momento. Quizá por falta de visión, de recursos, de trazar unos intereses comunes entre empresas, Universidad y profesionales y estudiantes, o por un deseo de contentar a todos, que es la manera de contentar a nadie, se ha fraguado una realidad repetida en este ámbito formativo.
Hemos señalado antes que la muestra analizada matiza la importancia de una formación que tenga mayores puntos de contactos con el entorno laboral: hay 51 periodistas (el 60%) que escogen esta tipología de soluciones para mejorar los estudios de comunicación en el ámbito universitario. Parece lógico. Conviene adaptar las enseñanzas a lo que luego se va a ejercer. De lo contrario es una pérdida de tiempo y de dinero, en una economía, en una sociedad, de profusión de bienes, pero en la que hay que rentabilizarlo todo. Resaltemos, igualmente, que hay 44 periodistas (el 51,8%) que proponen una solución parecida, eligiendo una formulación y un desarrollo de los estudios más práctico.
Los que consideran que los profesores y los alumnos deberían ser más exigentes están representados por 22 periodistas (el 25,9%). Una cuarta parte destaca algo en lo que los diferentes responsables de la FAPE han estado de acuerdo y han destacado en las últimas décadas, y es el hecho de la falta de movilización de los periodistas. Así, por ejemplo, se puso de manifiesto en la presentación del Anuario de la Prensa de la Región de Murcia del año 2007, que tuvo lugar en el Palacio de San Esteban de Murcia, una aseveración que, tal y como recogen diversos medios escritos, en formato papel y “on line”, estuvo secundada por todos los presentes.
Hay también 18 (el 21,2%) que juzgan positivamente la posibilidad de ofrecer más convenios entre las empresas y las facultades, y 9 (10,6%) consideran que compartir más experiencias en positivo y en lo que se refiere a la esfera comunicativa en las diversas comunidades autónomas, y, en su caso, en distintos países, podría constituir la opción ideal. Una esfera destacable, sobre el ansia manifestada por los periodistas murcianos, es la puesta en marcha de la Escuela de Práctica Periodística, que conciliará, o tratará de conciliar, los intereses de lo académico y de lo profesional.
En último lugar, 7 preferencias (el 8,2%) han sido asignadas, siempre según el cuestionario que manejamos, a otros motivos, que no se reseñan. Lo cierto es que no se pide explícitamente que se indiquen, pero quizá, entre comillas, se podrían haber dado a conocer. No ha sido el caso, como decimos.
1.1.9. Una pregunta clave: ¿Existe una crisis del Periodismo?
Siempre se ha hablado de crisis, de puestas en cuestión, de declarados o no cuestionamientos de las bases de un sistema, de una economía, de un ideario, de una manera de vivir, o de una serie de actuaciones personales y/o personales. La época actual no es menos. Se ha preguntado de manera contundente a los periodistas por la crisis del sector. Como decimos, casi en toda época se subraya la existencia de una crisis, si bien es cierto que hay etapas más conflictivas que otras. En todo caso, de lo que se desprende de nuestro cuestionario, ahora vivimos una crisis, y no pequeña. No obstante, antes de seguir, destaquemos que las crisis son, por un lado, riesgos, y, por otro lado, oportunidades para hacer otras cosas, para mejorar, para mudar rutinas, etc.
En cuanto a los datos de nuestro análisis, digamos que la mayoría de los entrevistados, 51 periodistas (el 60%), ha declarado que el Periodismo está viviendo un periodo de crisis. Al contrario de esta postura, esto es, los que no comparten esta opinión se hallan un total de 34 (el 40%). Esta cuestión afecta y se refiere a cómo se entiende hoy la profesión y a cómo se organizan todas las instituciones que han servido para estructurarla, desde las empresas periodísticas y los colegios profesionales, hasta los planes de estudios universitarios con las Facultades al frente de los mismos.
Se hace un planteamiento genérico. Ya hemos evidenciado las mejorías sugeridas por los entrevistados. Son muchas, y tienen los mismos visos, y los mismos orígenes. Las causas detectadas afectan a diferentes fenómenos según las opiniones de los que operan con la información: los profesionales -los que ya están “habilitados”, aunque sea moralmente, o por un título, o por muchos años de ejercicio en el oficio-, por un lado, miran con cierto recelo ese aluvión de “amateurismo” o de “intrusismo”, en algunos planteamientos, de aficionados, una situación que se agrava, nos indican, y que deben, según refieren, a las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías informativas. Hay demasiados profesionales que se califican de tales y que, sin embargo, acceden en condiciones ínfimas o paupérrimas desde el punto de vista de sus contratos, de sus exigencias para el ejercicio profesional, o de las circunstancias cotidianas que soportan o toleran.
Por otro, ante este panorama, aluden a la necesidad de un colegio profesional para impulsar mayor cohesión entre los operadores del sector. Eso sí, reclaman una entidad con un cierto poder vinculante, y que agote o acabe con los problemas y las lacras de esta profesión. Recordemos, y tengamos que presente, que los colegios profesionales existentes en España no tienen reconocida la obligatoriedad de pertenencia y afiliación, y son, de momento, una muestra más, con todas las ventajas que suponen (creemos en ellos) de la fragmentación social de este colectivo, que no siempre se expresa en cuestiones que deberían ser comunes y universales en el mismo plano de convergencia reivindicativa.
Las encuestan nos revelan, igualmente, una sustancial evolución del periodismo, quizá en una vertiente en negativo, atribuyéndole un carácter espectacular, en lo bueno y en lo malo, e influenciado por los grupos económicos y los estamentos políticos. Estas influencias o afinidades son las que han hecho que en el Estudio más reciente de la Asociación de la Prensa de Madrid, sobre el sector en general a nivel nacional, los medios hayan retrocedido en credibilidad, como explicamos en el apartado pertinente. El que más ha perdido capacidad de influir en la opinión pública es la radio, que era el más reputado hace una década.
No obstante, 83 personas (el 97,7%) asignan un 7 de media (en una escala que va de 1 a 10) a la libertad de expresión de la cual gozan los redactores y los informadores a la hora de ejercer la profesión. Es una puntuación alta, a pesar de todo lo que estamos describiendo y que reconoce el colectivo. Seguramente, se confía, y con buen criterio, en la labor de cada profesional, que trata de brindar diariamente la mejor cobertura de cuanto sucede en la sociedad en la que se encuentra.
1.1.10. Una pregunta clásica: el periodista, ¿nace o se hace? Ante un dilema moderno, la formación práctica
Ésta es otra de las viejas disquisiciones sobre el sector. Siempre ha existido el debate, y existirá, acerca de si el periodista ejerce su trabajo por vocación o por una bien cerrada praxis en la que se va inmiscuyendo poco a poco hasta que consigue ser un buen profesional. Probablemente, como señalan los griegos, en el punto intermedio esté la virtud. Hay un tanto de genética, de llamada, de vocación (“vocare”, en latín, significa llamada), y otro tanto de ejercicio en la labor. También hay mucho de sacrificio, como lo demuestran las agendas apretadas, las largas jornadas de quehacer, y la necesidad de realizar la faena profesional en festivos, horas nocturnas y fines de semana. Por eso, como detectamos en esta Encuesta (lo mismo ocurre en los estudios nacionales de la profesión), los matrimonios se celebran tarde, cuando uno o los dos cónyuges son periodistas, y por ello también tienen muy pocos hijos, o ningún hijo. Recomendamos que se lean las respuestas a las primeras preguntas de este cuestionario.
Pues con este parecer que aquí manifestamos coinciden la mayoría de los periodistas que han contestado a nuestras cuestiones sobre la profesión. Según 56 entrevistados (el 65,9%), el perfil del periodista es el resultado de una combinación entre predisposición innata y las competencias adquiridas durante la trayectoria profesional. Hay un alto porcentaje de lo uno y de lo otro.
Les siguen aquellas personas, 25 (el 29,4%), que están convencidas de que la figura profesional del periodista es, sobre todo, el resultado de sus experiencias, de lo que ha ejercido, de lo que ha realizado. En definitiva, por las personas que nos quedan, solo 4 entrevistados (el 4,7%) creen que esta profesión sea una “consecuencia” de una predisposición innata, que hemos heredado de nuestros ancestros de algún modo. Pensemos que esto es muy difícil de demostrar, ante todo porque determinadas capacidades, incluso las que tenemos como personas desde el momento de nacer, solo de demuestran con el constante ejercicio de una labor, con independencia de que nuestros padres la hayan desempeñado o no. Sí puede ayudar el que veamos que ellos hacen un determinado trabajo, pero también, por saturación, nos puede generar un cierto rechazo. En fin, que, en cuestiones subjetivas, no es fácil acertar.
En lo que concierne al acceso a la profesión, la mayoría de los entrevistados, 39 personas (el 45,9%) afirman que las prácticas conseguidas por su cuenta resultan ser el medio mejor para lograr un puesto. Llama la atención que, después de tanto tiempo, no logremos consolidar una forma que permita e invite a todos los estudiantes a acceder a un puesto de trabajo digno. Sigue siendo el “buscarse la vida” lo que funciona, lo cual no está mal, puesto que lo que genera es que haya una cierta selección natural.
Este dato confiere un valor añadido a la necesidad que hemos indicado antes: hablamos de la necesidad de que exista una formación profesional que se acerque a la realidad laboral, a lo que demandan los perfiles profesionales y las mismas empresas periodísticas. Hay mucho que hacer en este terreno, si bien debería estar legislado el modo en que los profesionales realizan sus primeros escarceos. Han pasado, lo recordamos, treinta años de la puesta en marcha de una formación reglada, en un ámbito, el periodístico, que, en el caso, de la Prensa tiene 300 años de existencia de manera profesional.
A continuación 25 periodistas (el 29,4%) señalan el papel determinante que han tenido las Facultades para conseguir unas prácticas más o menos en condiciones. Se ve que, pese a lo que decimos, las universidades van incardinándose y ganando terreno en esta esfera formativa. Aún resta mucho por hacer. Tras esta postura, la que más recoge consensos, con 12 preferencias (el 14,1%), es aquella que considera la profesión del periodista como la consecuencia natural de una pasión. Es lo que antes decíamos: es un oficio vocacional, como también defendemos desde estas letras. Finalmente, 10 entrevistados (el 11,8%), admiten haber accedido a la profesión a través de amistades y/o conocidos. Nos gusta pensar que este porcentaje es bajo, pequeño, ínfimo, cada vez con menos peso, entre otras cosas porque creemos en la igualdad de derechos y de acceso a cualquier profesión por parte de cualquier ciudadano o ciudadana de nuestro país.
1.1.11. La formación académica de los periodistas murcianos
No hace falta que insistamos que nos gustaría que los niveles más altos para ingresar en la profesión vinieran de los estadios y los escenarios universitarios en conjunción con las propias empresas periodísticas, que han de aunar empeños, anhelos y afanes a la hora de confeccionar un currículum lo suficientemente adecuado para los estudiantes.
Por otro lado, subrayemos que el nivel más alto de los estudios, según la muestra que hemos realizado, nos viene de la mano de un total de 51 entrevistados (el 60,0%), que afirman haber conseguido una licenciatura universitaria, mientras que hay 14 (el 16,5%) que tienen un master universitario de post-licenciatura, 11 (el 12,9%) posee un doctorado universitario, 6 (el 7%) han alcanzado solo el bachiller superior, 5 (el 5,9%) una diplomatura universitaria, 2 (el 2,4%) cuentan con la Formación Profesional de Segundo Grado (FP2) y 1 (el 1,2%) cuelgan en sus despachos el título de Formación Profesional de Primer Grado (FP1).
En relación al Periodismo, de manera específica, esto es, respecto a aquellos que tienen titulación en esta matera, los estudios finalizados por los que forman parte de nuestro universo de entrevistados se caracterizan por la heterogeneidad: citemos que hay 49 entrevistados (el 57,6%) que tienen una licenciatura universitaria. Les siguen un total de 12 (el 14,2%) que han obtenido una licenciatura de segundo ciclo (tienen una primera licenciatura de otra carrera), mientras hay 10 (el 11,7%) que han obtenido un Doctorado en comunicación, 5 (el 5,9%) poseen un master en periodismo con licenciatura en comunicación, 5 (el 5,9%) han accedido a las empresas donde laboran sin niveles ningunos de estudio. Encontramos, igualmente, 3 (el 3,5%) que se han formado en una escuela oficial no universitaria, y, por último, destaquemos que hay 2 (el 2,4%) que poseen un master con licenciatura en otra carrera.
Por lo que advertimos, o deducimos, de los datos que estamos ofreciendo, quizá de una manera un poco saturada, hay un fuerte nivel formativo en aquellos que han tenido a bien contestar nuestra encuesta. Se refleja una formación, un aprendizaje previo al ejercicio profesional, muy elevada. Más de la mitad tienen una licenciatura en Periodismo o similar. También se han complementado con masteres, con cursos de postgrado, con otras carreras, etc.
Por lo que afecta a los estudios alternativos y complementarios que los entrevistados se plantearon e hicieron en su día, en el momento de elegir sus formaciones universitarias, la muestra revela una neta preferencia hacia el Derecho con 20 periodistas (el 23,5%) que así lo pensaron e hicieron. Le sigue la Publicidad con 8 (el 9,4%), la Historia, la Filología e Imagen y Sonido, respectivamente, con 7 (el 8,2%), la Economía y la Sociología respectivamente, con 4 (el 4,7%), el Arte dramático y la Psicología 3 (el 3,5%). Una porción de los actuales redactores, 16 (el 18,8%) no ha escogido ningún otro estudio, esto es, solo hicieron el Periodismo que les ofrece la calle, o se formaron puntualmente con el ejercicio del oficio, mientras los que han preferido un itinerario universitario diferente (por ejemplo, Turismo, Letras, Ciencia Política, Comercio, Magisterio, Biología, Ciencia del Deporte) son 16 (el 18,8%).
Sea como fuere, hagamos una reflexión que, no por obvia, debemos dejar pasar por alto. Es preciso que se de una formación reglada en lo académico, profesional en el ámbito de las prácticas, con igualdad de derechos y de obligaciones, de compromisos en todos los órdenes para cualquier ciudadano que quiera y desee dedicarse a esta profesión. Solo así podremos afrontar los retos de una situación hasta ahora con muchos claros y oscuros, y con determinados desequilibrios en lo que atañe al plano docente. Aquí, en este punto, los colegios profesionales deben apoyar y dar sus respectivas opiniones a las autoridades educativas y a los que confeccionan los planes de estudios.
1.1.12. La integración de diferentes fuentes informativas
Ya hemos evidenciado la importancia y la frecuencia en el uso de las diferentes fuentes informativa para llevar a cabo una correcta gestión de las noticias. La regla de la doble fuente vienen funcionando, cuando se ha utilizado, durante las últimas tres centurias. Hay que corroborar todo, por nimio que sea. Es la garantía de que perviva nuestro bien más preciado, la credibilidad.
Según las entrevistas desarrolladas en el marco de esta tesis doctoral, la mayoría de los encuestados, unos 73 profesionales (el 85,9%) concuerdan con una actitud que favorece la utilización de un conjunto de diversos medios e instrumentos noticiosos de los cuales beber a la hora de informarse, los cuales, según se considera, se complementan entre ellos. Es decir, se piensa que, con el uso de distintas fuentes y recursos informativos, se puede aproximar el profesional mucho más a lo que se estima como objetivamente la verdad. Sólo hay 11 personas (el 12,9% de los entrevistados) que no comparten la misma opinión. Un entrevistado (el 1,2%) no se ha expresado. No sabemos el motivo. La idea inicial, la que mantenemos, es que, cuando alguien no contesta, es porque no tiene claro qué contestar o considera que se evidencia mucho quién hay detrás de las respuestas (no olvidemos que, en un contexto como Murcia, muchos profesionales se conocen por sus condiciones personales o por su visión del periodismo). También puede significar desgana o la no identificación con la respuesta escueta que damos en el cuestionario en concreto.
1.1.13. Las consideraciones éticas
Según las opiniones manifestadas por los profesionales que nos han servido de emblemas para este trabajo, 82 entrevistados (el 96,5%) declaran tener en cuenta cotidianamente consideraciones éticas durante el desarrollo de la actividad informativa. Ello quiere decir que se ven condicionados a la hora de trabajar por lo que, en otras ocasiones, hemos llamado “universales”. Hay una base teórico-práctica que los envuelve, y que se aplica en la labor de cada día.
En el lado contrario, los que realizan una distinción entre el ámbito ético y lo estrictamente profesional son 3 (el 3,5%). Estos piensan que, a menudo, el fin justifica los medios. No se van a casa con un mal pensamiento o con preocupaciones porque la praxis diaria no sea como ellos piensan que debería ser.
Aquí habría que desarrollar dos considerandos: primero, y eso es bueno, que la mayoría tiene escrúpulos y que los ponen por delante del trabajo; y, segundo, que cuando, en otras respuestas, decimos que no siempre gozamos de credibilidad, o que la praxis profesional puede chocar con derechos como el de la intimidad o con cautelas o consultas como la no utilización de la doble fuente, etc., puede que exista una desazón que convendría corregir y mudar, cuando no mejorar.
Tengamos muy en mente que, cuando fallan las consideraciones éticas o estéticas, una sociedad se viene abajo. La mayoría de las civilizaciones han bajado su nivel de implantación o han desaparecido cuando las premisas morales o éticas han dejado de existir o bien no han sido tan prioritarias. No olvidemos que la convivencia social se basa en reglas objetivas y en otras que no lo son tanto, pero que también son precisas.
1.1.14. Los idiomas que hablan nuestros profesionales
La muestra se caracteriza por un elevado conocimiento de los idiomas. Esto es lo que dicen nuestros entrevistados, que dicen conocer muchos idiomas y bien. Además, señalan que los utilizan y que les sirven en su desempeño profesional. Puede ser esto evidente, pero también conviene que lo resaltemos. Hoy en día, hablar otras lenguas es básico no solo para interactuar con otras personas, sino también para tener acceso a otros medios o fuentes, sin olvidar que muchos entrevistados, en un universo cada vez más globalizado, más tipo aldea, precisa el que hablemos, por lo menos inglés.
Así ocurre con los profesionales murcianos, que hablan varios idiomas, sobre todo el inglés, con 77 periodistas (el 90,6%), cuyo nivel, de media, es de 4,8 en una escala de 1 (nada) a 6 (entiendo y hablo con fluidez). Esto quiere decir que se habla un inglés bastante bueno en todas las esferas. Confiamos en que es así, ya que, en otras cuestiones, el nivel de realismo demostrado por los periodistas, esto es, su verosimilitud, ha sido muy elevado.
Le sigue el francés con 52 preferencias (el 61,2%) y con un nivel medio igual al 4,1. También este idioma se habla bien, al parecer. La tercera lengua más conocida es el catalán con 21 preferencias (el 24,7%) y con un nivel igual al 3,9. Alemán y portugués se sitúan en un buen estadio, con 10 (el 11,8%) y 11 (el 12,9%) preferencias, y, respectivamente, con un nivel igual a 3,2 y 3,4. Finalmente, el eusquera, con 3 preferencias (el 3,5%) y con un nivel igual a 3,3, es otro idioma que hablan algunos de los periodistas entrevistados, que, según parecen, tienen raíces vascas.
El grado de aprendizaje de idiomas es bueno, casi diríamos que óptimo, con conocimientos incluso de idiomas de algunas comunidades autónomas españolas, lo cual indica que los periodistas murcianos están en la realidad de un país que mira a sus respectivas idiosincrasias y al resto de las naciones de nuestro entorno. Antes no lo dijimos, pero digámoslo ahora sin rodeos, y es que, en un contexto en el que las fuentes informativas nos llegan por todos los medios, sobre todo por Internet, el saber otras lenguas ayuda mucho a entender lo que está ocurriendo en nuestro entorno, e incluso más allá.
No obstante la preparación lingüística de la que hablamos, la muestra revela cual es la utilización de los idiomas que se hace durante y con motivo del trabajo a diario: la lengua inglesa destaca por ser el primer idioma utilizado en el despacho, con 79 preferencias (el 93%), pero, al mismo tiempo, se caracteriza por un nivel de utilización igual a 1,8 (2 equivaldría a poco) en una escala que va de 1 (nada) a 4 (mucho). ¿Qué quiero esto decir? Pues que el idioma inglés es el más apreciado y usado, pero que no es un instrumento del que hagamos uso en demasía. No somos un país que descuelle por la pasión por los idiomas. No es nada nuevo, y, en este sentido, la profesión periodística no es una excepción a lo que ocurre en otros escenarios del teatro de la vida. Después, le sigue la lengua francesa, que recoge 70 preferencias (el 82,4%) y con un grado de utilización igual a 0,9. No es mucho tampoco. El alemán y el portugués, cuya utilización es marginal (1 y 0,9), han sido indicadas, respectivamente, 68 veces (el 80%). Diez periodistas (el 11,7%) han manifestado utilizar otros idiomas (italiano, polaco, árabe, catalán y eusquera).
Como consecuencia de lo que exponemos, resaltemos, en el lado positivo, que hay un nivel más que aceptable de idiomas hablados y/o escritos, pero, sin embargo, la apuesta por su utilización se queda más bien corta. Quiero ello decir, por añadir algo más, que no rentabilizamos el conocimiento. No parece de recibo tener un don, una capacidad, o, como en este caso, una habilidad y que no la desarrollemos. El saber es un recurso que ha de ser administrado de manera apropiada. Insistiremos en ello.
1.1.15. La valoración del periodista por parte de la sociedad
Llegamos a un asunto un tanto peliagudo, por cuanto desvela cuál es la apreciación real que tiene la ciudadanía, a juicio de los mismos profesionales, de un colectivo tan relevante como es el de los periodistas. La virtualidad de esta cuestión y de las oportunas respuestas está en la veracidad de las mismas. Si no es así, no llegaremos donde queremos.
Vemos, en primer término, que las opiniones de los entrevistados tienden a desvelar una percepción del oficio del periodista por parte de la sociedad que se sitúa por debajo de otras profesiones, de los grados de apreciación de otros oficios o gremios. Es de este modo, con una mala percepción, con 58 indicaciones (el 68,02%). Le siguen 19 (el 22,4%) que consideran esta profesión adecuadamente juzgada, esto es, se piensa que la sociedad manifiesta y tiene claro cuál es el proceder, los fines y los objetivos y logros del colectivo. Se considera, por parte de dos de cada diez entrevistados, que la imagen que la sociedad tiene de los periodistas es la que tiene que ser, y se considera que está a la altura de sus elevadas miras y pretensiones. Finalmente, sólo 7 periodistas (el 8,2%) están convencidos de que esta figura profesional goza de una buena reputación. Es una minoría que contrasta con lo que se dice por la mayoría en este punto y en otras ocasiones de este cuestionario. Uno (1,2%) no se ha pronunciado, sin que se especifiquen los motivos para ello. Ya hemos hablado de las posibles causas de estos espacios en blanco que recurrentemente, y en un bajo porcentaje, se han ido dejando en esta serie de entrevistas.
1.1.16. El Periodismo y la Familia
Escribimos los dos términos con mayúsculas, porque consideramos que son dos ámbitos cruciales del periodista. Lo ideal sería conciliar la vida laboral y familiar, pero, por lo que se ve, no es así, ni parece que pueda serlo. Una profesión que supone un enorme número de horas de trabajo, salarios no muy elevados, trabajos en festivos, y, como mínimo, un fin de semana completo de trabajo al mes, no puede dar muchas facilidades a la hora de conformar una familia, y menos aún para que ésta vaya creciendo en número y en bienestar. Por eso, cuando nos referimos a los antecedentes familiares a la profesión lo más fácil es que no hallemos referencias iniciales, si bien, cuando éstas se dan, será seguramente para reforzar un papel vocacional preciso con todos los niveles de precariedad que hemos comentado.
Gran parte de los entrevistados, 65 (el 76,5%), no tiene ningún otro periodista en su familia, mientras 8 (el 9,4%) tienen a su padre o su madre que ejercen esta profesión. En último lugar, señalemos que hay 13 entrevistados (el 15,3%) que tienen un periodista en su familia entre nietos, sobrinos y parientes. Casi siete de cada diez no tienen vinculaciones familiares, lo que parece obvio. La atracción por este oficio es más subjetiva que objetiva. Por lo tanto, lo que veamos, al menos en la superficie, no influye apenas para que alguien se dedique al Periodismo.
Quizá, a cambio de esto que decimos, una familia no sanguínea, en lo que concierne al ejercicio de la profesión, la hallemos en los mismos compañeros y compañeras, con los que se pasan muchas horas de labor y en los que se encuentran auténticos apoyos para salir adelante día tras día.
1.1.17. ¿Cómo se aprende el periodismo?
Ésta es otra de las sempiternas preguntas, de difícil solución. No es fácil decir cómo se conforma alguien, como se realiza una persona, cómo se llega a caracterizar un profesional, sobre todo cuando se trata de un oficio tan particular, que requiere de tanta formación, de tanto bagaje, de tantas perspectivas, de tantos criterios, de tanta cultura, etc. como éste. Además, hay componentes objetivos, pero también otros subjetivos, a la sazón menos claros. Pensemos que en el camino intermedio está la virtud, y con toda probabilidad podemos decir que hay un poco de todo a la hora de perfilar o de perfilarse un periodista.
El juicio expresado por la muestra en cuestión que estamos utilizando confiere un valor añadido a la combinación entre la experiencia laboral madurada y los conocimientos adquiridos en la facultad. Es así con 59 preferencias (el 69,4%). Por lo tanto, hay un pensamiento mayoritario en este sentido, con el cual estamos de acuerdo, ya que redunda en lo que aparece en diversos manuales y en los diversos anuales de la profesión que se vienen editando en la última década.
También nos llama la atención el que haya una coherente mayoría que está de acuerdo en que la enseñanza de partida tiene que provenir de la Universidad, como ocurre en la mayoría de las profesiones liberales que exigen capacidad y talento, así como una formación educativa integral.
A esa postura le sigue la de aquellos que asignan mayor importancia exclusivamente a la experiencia laboral. Es de este modo para un total de 26 entrevistados. El número también es importante, pero mucho menor que la cifra anterior. Pensemos que siempre se ha dado esta actitud, y seguirá dándose, pero es cierto que es menor que hace unos años. Seguramente esa cifra se corresponde con el número de profesionales que han conseguido hacer su trabajo a través de esa vía. Efectivamente, los datos que utilizamos en esta encuesta casi son similares entre los que acceden por este camino, la no titulación, y la defensa de esta puerta de entrada al gremio, por así decirlo.
Queda, finalmente, una pequeña cantidad de compañeros que otorga su preferencia sólo a la actividad desarrollada en los centros universitarios, a los que ven como divisa y única garante de la calidad y de una buena praxis profesional. Está claro que esta rotundidad se aparta del camino antes enunciado. Lo normal es que una profesión que vive de la experiencia tenga puntos de encuentro con lo que pasa en la calle antes de terminar la carrera universitaria. Los talleres en las Facultades y las prácticas se tercian fundamentales.
1.1.18. La afiliación a la Asociación de la Prensa de Murcia
En las últimas décadas ha habido un gran debate sobre la importancia y el papel que pueden desempeñar y desarrollan las organizaciones profesionales. El quehacer que se ha de llevar a término es claro, pero todo parece indicar que falta valentía y fortaleza para tener más valor vinculante. El nihilismo ha sido la labor imperante en muchas etapas (en unas más que en otras), siempre marcadas por las tareas de cada Junta Directiva o su presidente, pero con una carente movilización del sector, que lo está, precisamente, por la falta de actuación o de actividad de los que han sido designados para ello. Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. Hay que ir, obviamente, poniendo solución a todo ello. Si no salimos de esta situación de desidia será muy complicado que se vayan solventando los problemas y/o carencias que se vayan gestando.
En el cuestionado han declarado estar afiliados actualmente a la Asociación de la Prensa de Murcia 69 periodistas (el 81,2%), mientras 16 (el 18,8%) aún no han solicitado la inscripción. Observamos que el número de miembros es alto, si bien es cierto que, como se ha utilizado a la propia Asociación como plataforma para confeccionar la Encuesta, es lógico que la gran mayoría pertenezcan a ella. Se ha procurado, no obstante, que hubiera un reparto equitativo por medios, para que estuvieran oportunamente representadas las emisoras de radio, las estaciones de televisión, los periódicos, los gabinetes de comunicación y los portales de Internet. La valoración media atribuida por los afiliados, 67 periodistas (79,76%), es de 3,4 en una escala de 1 á 5.
El porcentaje de percepción es alto, esto es, casi un notable, lo cual no se corresponde con lo que estamos contando. Seguramente ha habido una cierta generosidad en las respuestas, y también es cierto que se ha despertado mucha expectación en el año 2.007 con la aprobación, partiendo de una iniciativa de la Asociación de la Prensa de Murcia, del Colegio Oficial de Periodistas, al cual se considera como un instrumento válido para ir acometiendo una serie de medidas contra el intrusismo, contra la precariedad laboral, contra los bajos salarios, etc.
1.1.19. El nivel del periodista
También hemos puesto a los periodistas en la tesitura de valorar su nivel formativo. La pregunta no es baladí, tiene su importancia, entre otras cosas porque la educación, el aprendizaje, la cultura, la formación de un periodista, sin olvidar otros considerandos, redunda en la calidad y destreza de las noticias e informaciones que ofrece. El conocimiento es la base para un profesional de la información. Sin él, sin una buena gestión en este ámbito, es imposible que haya buenos resultados de cara a la sociedad.
Hemos pedido, así, a los que han contestado a la muestra una valoración de la formación del periodista. Se quiere saber de qué fuentes bebe, e incluso si hay un interés en este sentido. Gran parte de los entrevistados, 25 (el 29,4%), se pronuncian por un nivel variado en cuanto a conocimientos se refiere. Seguidamente, 22 (el 25,9%) atribuyen un nivel medio a la formación genérica que tienen los periodistas. Por otro lado, 18 (el 21,2%) posee, a juicio de los entrevistados, un nivel aceptable, mientras 13 (el 15,2%) tendría un nivel bajo, 3 (el 3,5%) un nivel alto, 2 (el 2,4%) un nivel genérico, y 2 (el 2,4%) piensan en la existencia de un nivel ridículo.
Destaquemos que ninguno ha asignado un nivel especializado a la formación de esta figura profesional, lo cual es preocupante, entre otras cosas porque algunas otras materias lo requieren con toda seguridad. Esto nos hace pensar que los medios no ven en la formación un valor añadido en lo que respecta a la mejora de los resultados profesionales, y, por eso, no hacen una apuesta decidida por ella. El “know how”, el saber hacer, el aprendizaje constante es básico para que un colectivo y una empresa estén vivos. Asimismo, defendamos que la docencia que ha de recibir el periodista ha de ser variopinto, genérico, al tiempo que es bueno que haya determinadas áreas, en lo técnico y en cuanto a contenidos, en las que debe haber un alto grado de preparación.
1.1.20. El perfil profesional
El retrato de una profesión es el marco de sus circunstancias. Nos dice cuáles son sus características, sus ventajas, sus necesidades, sus premisas, sus condicionantes, etc. Detrás de los datos más o menos objetivos hay toda una psicología que define lo que rodea el ejercicio de una profesión.
Desde las encuestas emergen distintas opiniones relacionadas con el perfil profesional que un periodista debería tener. Veamos lo que nos dicen: 66 preferencias (el 77,6%) desvelan la importancia de la comunicación a nivel escrito y oral, mientras que 65 (el 76,5) subrayan la capacidad de complementar la formación y de reciclarse a menudo. Hay 63 (el 74,1%) que consideran fundamental un carácter intuitivo, el contar con él. Un total de 59 (el 69,4%) resaltan la necesidad de manejar las nuevas tecnologías, mientras que 49 (el 57,6%) matizan como las buenas relaciones profesionales tienen un papel relevante. 47 (el 55,3%) valoran positivamente el talento, 43 (el 50,6%) juzgan imprescindible una actitud definible como todoterreno y 19 (el 22,4%) preferencias ponen de relieve la importancia de los estudios.
La verdad es que el retrato robot que se da es bastante completo, o nos lo parece. Hay que estar formado en las llamadas nuevas tecnologías de la información, se ha de tener una capacidad y una inteligencia dignas de encomio, se ha de saber desarrollar el talento, y, si se apura, el talante, y, en paralelo, hay que tener una formación extraordinaria. Se pide ser un todo-terreno, esto es, se ha de estar presto para ejercer la profesión en diversos soportes y en muchos temas. La idea es tener capacidad de adaptación, es decir, el periodista se ha de amoldar a las condiciones y condicionantes de cada etapa. Asimismo, los que han respondido a la encuesta dicen que hay que tener un reciclaje perpetuo. Otra cosa distinta es que a menudo se pregunte para qué hay que realizar esa formación a perpetuidad, cuando la media, según la misma encuesta que manejamos, es que la media en la que los periodistas se dejan la profesión son los 50 años.
La reflexión que se ha de hacer es cómo un periodista puede, o tiene ganas de formarse cuando la media de ganancias mensuales se sitúa en los 400 euros, cuando se trabajan una media de diez horas diarias, cuando se trabajan de uno a dos fines de semana al mes, cuando apenas se respetan los descansos de vacaciones, etc. El futuro es poco halagüeño para pedir sacrificios y entregas formidables. Además, con tanta dedicación, con tantas exigencias laborales, apenas queda tiempo para un complemento formativo.
1.1.21. Los cursos de reciclaje que realizan los profesionales
La siguiente pregunta enlaza con la anterior, en la que la mayoría insistía en la necesidad de mejorar y de complementar la formación y la experiencia de todos y cada uno de los que se dedican a tareas informativas. Con independencia de que la dedicación a este menester sea mayor o menor, todos están de acuerdo, o casi todos, en que se precisan talleres y jornadas, cursos y seguimientos con profesionales y compañeros de reconocido prestigio, en aras de incrementar las dosis y niveles profesionales de los periodistas.
En referencia a los cursos de reciclaje, estamos delante de un “empate”, al menos en lo que concierne a las respuestas dadas a tenor del cuestionario que hemos realizado. Demos las cifras: 41 periodistas (el 48,2%) siguen un curso de reciclaje propuesto por la empresa en alguna ocasión. También hay 40 (el 47,1%) que, al contrario, destacan la falta de estos cursos, esto es, dicen que en sus empresas no se les ofertan perfeccionamientos de esta índole. Finalmente, contamos con cuatro periodistas (el 4,7%) que no han contestado.
Empecemos por lo positivo. Hay un número importante que dicen seguir estos cursos de reciclaje. Lo ideal es que la cantidad fuera mayor. No hemos entrado en características de calidad o similares, que, seguramente, habría sido lo deseable.
Por otro lado, casi la mitad dice que sus respectivas empresas no brindan cursos formativos posteriormente a su ingreso. Es una carencia, y eso no es bueno. Hay que defender una formación durante toda la vida laboral del periodista. Además, conviene que digamos que el profesional no solo se ha de fijar en la oferta de la empresa. Debe mirar fuera de ésta, en las universidades, en determinadas asociaciones profesionales, etc. para incrementar su capacidad, su experiencia y sus conocimientos teórico-prácticos. Es, igualmente, cierto que esto tiene un coste que habría que ver quién lo asume. Por lo que decimos, el profesional no está en condiciones de asumir una financiación que luego no reconoce la empresa ni en lo humano, ni en lo profesional, ni en lo cuantitativo, por lo que nos han señalado los mismos periodistas en la encuesta que manejamos.
1.1.22. Una posible clasificación de los cursos de reciclaje
Como complemento de la pregunta anterior nos hemos fijado en la tipología de los cursos que hacen u ofrecen las empresas periodísticas, cuando es el caso. En base a ellos podremos ver el perfil de lo que se demanda y lo que tiene validez práctica.
A la hora de trazar un perfil de los cursos del reciclaje que se desarrolla en las empresas, la mayoría de los entrevistados indica como atributo principal la corta duración de estas actuaciones formativas, y lo hacen con 28 preferencias (el 32,9%), que dicen que no son suficiente en su duración. Hay también 13 (el 15,3%) que los describen como bien aprovechados, mientras que 9 (el 10,6%) señalan el hecho que sean muchos, y 8 (el 9,4%) definen los cursos como buenos y enfocados sobre cuestiones de interés. Hay el mismo porcentaje de entrevistados que indica que los cursos organizados son, respectivamente, de larga duración y, al tiempo, pocos. Finalmente, 6 entrevistados (el 7,1) consideran sus cursos mal enfocados, y 3 (el 3,5%) los consideran irrelevantes. Dos periodistas no han contestado.
Vemos, pues, que los periodistas no están contentos con la calidad de la formación ofrecida. No se consideran ni buenos, ni interesantes, ni de adecuada duración. Solo una minoría, que no llega al diez por ciento, piensa que la oferta es buena, o muy buena, y, si cabe, de interés. La reflexión inmediata es que cuesta mucho dinero hacer estos cursos, pocos en número, por lo que se dice, como para que no les saque el suficiente partido. La falta de atractivo debería ser el banderín de toque de lo que está pasando para variar las circunstancias y mejorar la oferta.
Si se cae en la desgana de dejar hacer, o no hacer, pasaremos por alto la necesidad del reciclaje del periodista. Si éste ha de tener una constante formación, que, además, ha de ser variada y variopinta, ello no casa con la falta de interés de los cursos que se ofertan, de sus contenidos, de las estrategias docentes, etc. Imaginamos que los que no han contestado es porque no han visto que el dar respuesta a esto sirva para algo. Deberíamos haber dejado un espacio en blanco para que dieran cabida a sus reflexiones. En todo caso, en el apartado final de la encuesta, en el que se piden observaciones, se han hecho algunas en este sentido. Ya hablaremos de ellas más adelante.
1.1.23. La utilidad de los cursos de reciclaje
Seguimos dando vuelta a la formación, que nos parece crucial en esta tesis que manejamos. El aprendizaje previo es sustancial, pero también lo que viene después.
La muestra se pronuncia favorablemente al juzgar la utilidad de los cursos de reciclaje: la mayoría, 62 preferencias (el 72,9%), subrayan la necesidad de esta actividad de formación y de perfeccionamiento de la figura profesional del periodista, mientras 9 entrevistados (el 10,6%) consideran que el beneficio de los cursos es evidente solo a veces. Catorce periodistas (el 16,5%) no se han expresado, pero hay que resaltar que nadie ha puesto en duda la validez de estos cursos pronunciándose con un contundente “no”.
¿Qué es lo que observamos aquí? Pues que no hay mucha confianza en lo que se hace, a pesar de que se consideran imprescindibles los cursos. También es alta la cifra de los que prefieren no saber o no contestar. Ello no tiene razón de ser. Todos sabemos de la conveniencia de los cursos, aunque solo sea para ver cómo se trabaja en otras empresas, en otras realidades, o por parte de otros profesionales. Únicamente se nos antoja pensar que no se ve ningún beneficio haciendo el esfuerzo de responder un poco más en lo que concierne a los cursos de reciclaje o de formación posterior a la incorporación profesional.
Desde aquí se defiende la necesidad de estos cursos, que, sin duda, contribuyen a una mejoría sustancial de las capacidades del colectivo de periodistas. La necesidad es mayor en un momento de cambios muy importantes en las rutinas de trabajo. La incorporación de las nuevas tecnologías de la información, los nuevos soportes y formatos, la convergencia tecnología, la competencia entre las numerosas empresas y la multiplicación de funciones… hacen que sea preciso una formación continua. Si se da la desidia y el pasotismo, no conseguiremos avanzar en una profesión llena de vectores de influencia.
1.1.24. Los cursos de reciclaje según los periodistas
Avanzamos en el análisis de esta faceta. La interpretación de los datos ofrece diferentes formulas propuestas por los entrevistados para mejorar el estado actual de la cuestión en lo que se refiere a la oferta formativa de las empresas: 50 periodistas (el 58,8%) están de acuerdo acerca de la oportunidad de potenciar el número de los cursos existentes, 22 (el 25,9%) estiman oportuno subir el nivel cualitativo, 15 (el 17,6%) reflexionan sobre la posibilidad de convocar más cursos, 13 (el 15,3%) consideran necesario subvencionarlos para contribuir a su seguimiento, 9 (el 10,6%) se han expresado en dos cuestiones, esto es, respectivamente a favor de una remuneración para seguir los cursos y de una mayor atención a su presentación y contenidos. Sólo 8 redactores de la información (el 9,4%) creen apropiado compartirlos entre más profesionales y, para concluir, hay 1 (el 1,2%) preferiría eliminarlos.
Por lo tanto, la mayoría quiere estos cursos, y los quieren mejorar e incrementar, y pide más atención y afán, y solicita incentivos como las remuneraciones en todo o en parte de los horarios… Hay solo uno, apenas digno de considerar por lo ínfimo en lo cuantitativo, no porque no haya que considerarlo, que piensa que habría que quitar estos cursos. Debe pensar que no son precisos o que suponen una pérdida de tiempo en un sector ya harto complicado.
Nos debemos quedar con la idea principal de que hay necesidad de hacerlos y de limarlos aún más para amoldarnos a lo que precisan los intelectos y las habilidades de los periodistas en ejercicio. Tampoco dejemos atrás la formación de aquellos que han trabajado poco o nada desde que se licenciaron, que han de estar al día de lo que pasa, de lo que sucede, de lo que se exige.
1.1.25. El papel del periodista
Otra pregunta crucial, en la que nos debemos recrear, es la que se refiere a los objetivos, a los roles que realizan, o que deben interpretar los periodistas en la actualidad. La rapidez con la que se cabalga en lo profesional, y no solo en el ámbito del Periodismo, hace que meditemos de cuando en cuando sobre lo que se hace, acerca de lo que se omite, y en torno a lo que habría que llevar a cabo.
El análisis revela que el papel del periodista en la sociedad está evaluado como un enorme activo por parte de 57 (el 67,1%) entrevistados. Al contrario, hay 23 entrevistas (el 27,1%) que otorgan un papel pasivo a esta figura profesional. Cinco periodistas (el 5,8%) no han contestado. Se piensa, pues, en una papel motor por parte del profesional de la información, lo cual tiene que ver mucho con la confianza o con lo que se espera de su actividad diaria. Se estima, en definitiva, que el periodista es un baluarte de una comunidad democrática, habida cuenta de que tiene un papel de comunicar lo que es interesante y de resaltar, como un verdadero instrumento de cambio, qué es lo que merece la pena mudarse y qué hay que incrementar o mejorar en un momento determinado.
Sobre las funciones del periodista se han dicho muchas cosas: han corrido verdaderos ríos de tinta. Los universales democráticos, como son el respeto de la vida y de los derechos fundamentales, son el frontispicio de su labor, y así hay que defenderlo a ultranza y loarlo. No obstante, lo que se ha de pretender siempre, como decía Ryszard Kapuciski, es que el periodista sea una buena persona. A partir de ahí seguro que todo irá bien, y su tarea será muy comprensible.
1.1.26. El sueldo mensual
Éste es otro asunto fundamental. No se puede pedir que un periodista se mantenga en la presión, con lo que compleja que es, que afronte presiones de empresas y de grupos de diversa índole, que renuncie a tiempo de su familia, que claudique a la hora de demandar tiempo para un formación adecuada, que busque con entusiasmo cada día la verdad que precisa de la sociedad, etc. a cambio de un suelo paupérrimo. Esto es lo que sucede, y ésta es una de las grandes quejas y de las enormes desgracias que padece el colectivo. No es explicable.
Por lo que concierne el ingreso neto mensual de un periodista en la Región de Murcia, el análisis nos regala diferentes tipos de consideraciones y de entradas informativas: 22 entrevistados (el 25,8%) declaran recibir un sueldo que oscila entre los 1.807 y 2.409 euros al mes, y 17 (el 20,0%) perciben una remuneración entre los 1.204 y 1.506 euro al mes. El mismo porcentaje se sitúa entre los 903 y 1.204 euros. Les siguen 10 periodistas (el 11,8%) que ganan entre los 1.506 y 1.807, 8 (el 9,4%) cuya retribución varía entre los 602 y 903 euros, 2 (el 2,4%) perciben un sueldo inferior a los 301 euros y, finalmente, a un entrevistado (1,2%) se le remunera un importe entre los 301 y 602 euros. Ocho entrevistados no se han expresado.
Las conclusiones son malas, en lo que concierne a los niveles salariales, pero todavía la realidad es mucho peor. No obstante, teniendo en cuenta los datos de la muestra vemos que sólo uno de cada cuatro periodistas tiene un salario decente habida cuenta del nivel de vida de España. No tiene sentido que un titulado universitario con cargas laborales muy extremas esté por debajo de las antiguas 300.000 pesetas, esto es, 1.800 euros. De ahí hasta abajo hay toda una gama de percepciones, que van desde unas cantidades ínfimas a otras más apuradas.
Estamos convencidos de que, en este caso en concreto, los que no han contestado el dinero que ganan es porque se trata de cantidades pequeñas, cuando no ridículas, y porque no deja de ser ridículo que, en pleno Siglo XXI, una de las profesiones más importantes de un sistema democrático se halle tan esquilmada.
Precisamente porque las cantidades que, de media, recibe el sector son pequeñas, no altas (por decirlo de otra manera más suave), conviene que las asociaciones profesionales se pongan en marcha al unísono con las formaciones sindicales para reivindicar en común unas soluciones más sólidas. El dinero no es lo fundamental, pero sí las economías para salvaguardar desde las necesidades más elementales hasta la propia vocación anímica que nos debe impulsar cada día a hacer nuestras tareas y/o obligaciones.
1.1.27. Las iniciativas que defienden los periodistas
La verdad es que estamos muy contentos con las versiones y observaciones que nos han hecho los profesionales de la información en torno a la realidad que detectan y que nos han reflejado. Han sido valientes, y ello es de agradecer.
Además, el hecho de haber dado la posibilidad de respuestas abiertas nos ha conducido a un panorama más múltiple y enriquecido, en las contestaciones, de lo que ha sido habitual en este cuestionario, habida cuenta de que la mayoría de las preguntas eran cerradas.
Se detecta, en primer término, un cierto cansancio, un determinado hastío producido por problemas de enorme gravedad, como es la falta de regulación del sector, los bajos salarios, el intrusismo o la misma precariedad en la que vive diariamente el gremio periodístico.
La realidad es muy compleja, y de ahí que hayamos decidido ir desgranando lo que han dicho todos y cada uno de los 90 profesionales que han tenido a bien contestar a nuestras preguntas. Percibimos que los profesionales se han sentido muy libres a la hora de responder, si bien, en algunas ocasiones, se ha sido muy lacónico. A esa libertad de los periodistas encuestados ha contribuido el anonimato de cada cuestionario. Ésta era una premisa que hemos respetado a fondo. Ellos lo saben.
Asimismo, hay que resaltar que sus dudas, sus vacilaciones, sus pretensiones, sus anhelos, los pros y los contras que detectan y refieren… son casi los mismos que refleja el profesor Pedro Farias Batlle cuando coordina y dirige el estudio sobre la situación de los periodistas en España, realizado para la Asociación de la Prensa de Madrid y la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, bajo los auspicios de la Universidad de Málaga y la Cátedra de la UNESCO en España. A él nos hemos referido en el Primer Capítulo de introducción a los temas que nos ocupan en este trabajo.
Por otro lado, hemos de glosar ese sabor agridulce que se respira en estas contestaciones finales. Se intuye impotencia, desgana, una increencia generalizada por la falta de actividad y de dinamismo en un sector donde falta movilización y el afrontar con coraje los grandes problemas que padece. Se ve la solución en las asociaciones, en los colegios profesionales, en las administraciones, hasta en las entidades sindicales, poniendo por delante la necesidad de mayor unión, pero la experiencia juega en contra. Hasta ahora los hechos no han demostrado que seamos capaces de salir de este atolladero.
Con todo lo que acontece no es un sector que, desde los años ochenta hasta el momento, haya conseguido hacer una gran movilización, una huelga de dimensiones, unas concentraciones poderosas con carácter reivindicativo. Solo los medios públicos, con más garantías y más organizados, han sido capaces de luchar por unos derechos que han mejorado únicamente en el ámbito de sus respectivos convenios. La situación de profesionales en empresas como RTVE está a años luz de lo que sucede en la mayoría de los medios privados. Hay lógicas excepciones, motivadas por economías y tradiciones muy consolidadas, pero la norma es absolutamente demoledora y en contra de la salubridad laboral del profesional, como tónica media.
Esperemos que las iniciativas surgidas en distintas comunidades autónomas, como los Colegios profesionales, las academias de televisión o de otra índole, los observatorios periodísticos, o como quiera se les haya denominado, etc. sean suficientes acicates para variar a mejor lo que estamos reflejando en este libro.
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