Nos damos ese brillo que nos justifica ante todo cuanto ha de ocurrir, que nos ha de proponer mejoras y anhelos libres. Supongamos todo cuanto hemos de hallar.
Los motivos han de ser. Imaginemos que estamos. Nos hemos de esperar. Demos todo. La existencia se basa en hechos. No cuestionemos las esencias. Las necesitamos para ser nosotros mismos.
Construyamos con simpatías, con activas creaciones de un amor que ha de hermosear en la medida de lo posible. Tengamos esa fiesta que nos ha de agradar con versiones maravillosas. Nos determinaremos siempre.
Consumamos ese instante de pensamientos claros. Nos hemos de inspirar en lo que tenga ideas con razonamientos profundos.
No seamos densos en las apreciaciones. Hemos de poder con lo que nos venga. Nos debemos al universo entre silencios componiendo todo lo bueno con palabras que no han de quedar huecas.
La vida es lo que es. Nosotros podemos hacer que lo sea, y que sea buena, muy buena de hecho.
Juan T.
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