Festejemos los momentos creíbles, los que son, desde donde estamos, pensando en las emociones que podemos compartir.
La jovialidad ha de extenderse como el agua que nos cura, que nos hace vivir lo más saludablemente con el instante de la pasión.
No recojamos en la nada. Procuremos asegurar un poco el intento de la felicidad, que no debemos desperdiciar.
Neguemos las posturas que no se basan en las evidencias intangibles. Hemos de crecer desde la esperanza en lo que podemos ser. Todo está por realizar.
Las fechas van saliendo cuando tenemos ánimo para vivir en la paz de quienes nos otorgan las alegrías en cuanto es posible. Sepamos que podemos dar con la dicha y, sobre todo, expandirla.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario